La guerra en Iraq enciende la indignación y en algunos casos la ira en el mundo de la cultura de América Latina. Contra la guerra se hace teatro en Argentina, manifestaciones al desnudo en Chile y Venezuela, performance y poesía en México, murales en Cuba y música en Brasil.
Artistas y escritores, noveles y famosos, protestan de diversas formas y dedican un mar de gestos, palabras y cánticos a los protagonistas del conflicto.
Son locos, bestias del Apocalipsis, perritos falderos, asesinos, dicen algunos creadores de la región al referirse al presidente estadounidense George W. Bush, el primer ministro británico Tony Blair y el presidente del gobierno español José María Aznar, que lideran la guerra contra Bagdad.
Para el laureado escritor argentino Ernesto Sábato, podrán hacer la guerra, pero (Estados Unidos y sus aliados) han de saber que son asesinos, y que así los llamarán los chicos (niños) del todo el mundo, si la determinación a favor de la paz permanece en América Latina.
El escritor mexicano Carlos Fuentes sostuvo que Bush encabeza un gobierno embrujado, demonizado y enloquecido, y su compatriota y poeta Juan Bañuelos lamentó que el destino del género humano esté en entredicho con estos locos, en referencia al presidente de Estados Unidos, Blair y Aznar.
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En las diversas manifestaciones contra la guerra hay mucho de seriedad, pero también luces de humor.
En México por ejemplo, El Cerebral, un sitio en Internet, la red mundial de computadoras, transformó a Bush en un títere que canta a ritmo de una tonada popular: con Osama o sin Osama/ yo bombardear tu casa/ y mi palabra es la war (guerra).
Según el gobierno estadounidense, el saudita Osama bin Laden fue responsable de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.
En Brasil, el cómico Cazé estrenó en el canal de televisión por cable MTV el programa Buzzina con el reportaje Da un gas por la paz, donde apareció en estaciones de servicio para pedir a la gente que enviara barriles de gasolina a Washington, a fin de aplacar el ansia de petróleo estadounidense y poner fin a la guerra.
Artistas callejeros de la zona pobre y violenta de Solano, en Buenos Aires, escribieron en las paredes Bush, si querés (quieres) petróleo vení (ven) a Solano que te lo damos, para señalar, al igual que Cazé, el supuesto origen verdadero del ataque a Iraq, uno de los mayores productores de crudo del mundo.
El interés de los creadores argentinos en manifestarse contra la guerra llegó a tal punto, que la Asociación de Actores creó una comisión especial encargada de llevar espectáculos con mensajes antibélicos a escuelas y universidades.
Somos parte de la sociedad, ni más ni menos, y debemos manifestar lo que sentimos de esta guerra injusta, afirmó Esteban Mariscal, un joven estudiante de teatro que participó en una performance en la capital mexicana.
Con el sonido de sirenas y ametralladoras, Mariscal y otros 100 jóvenes simularon caer muertos y heridos cerca de la embajada de Estados Unidos en México. Hubo sangre ficticia y muchos llantos auténticos.
En otro performance, realizada en Santiago, un grupo de 300 jóvenes se desnudó para protestar contra la guerra. Hubo una manifestación similar en Caracas.
El historiador venezolano Manuel Caballero señaló que en la guerra de Iraq hay dos perritos falderos de Bush, que son Blair y Aznar, a quienes responsabilizó de las consecuencias del conflicto.
En Brasil, las protestas del mundo de la cultura adquirieron tonos musicales.
El 15 de marzo, luego de una manifestación por la paz en la meridional ciudad brasileña de Sao Paulo, el cantautor Tom Zé presentó su canción Compañero Bush, que dice: Si usted ya sabe quien vendió aquella bomba a Iraq, desembuche (dígalo), yo sospecho que fue Bush.
Ocho días después, el Comité de la Juventud contra la Guerra en Iraq organizó en la misma ciudad el festival musical Aquí Bush no toca, donde actuaron más de 20 grupos de rock, rap, reggae, punk y música autóctona, algunos con nombres llamativos como Cárcel Privada, Los Excluidos, Tribu Industrial y Hombres Humildes.
Para el ex director de cine brasileño Arnaldo Jabor, en el mundo de hoy existen cuatro bestias del Apocalipsis: Bush, el presidente iraquí Saddam Hussein, Bin Laden y el presidente norcoreano Kim Jong II.
En Chile, populares personajes del cine, la música y otras áreas del espectáculo han encabezado marchas y actos contra la guerra desde inicios de febrero.
En el festival de la Canción de Viña del Mar, uno de los más antiguos y tradicionales de América Latina, que se realiza en la austral ciudad de ese nombre, el líder del grupo de rock Los Prisioneros, Jorge González, llamó a Bush estúpido y exhortó al público a oponerse a la guerra.
El pintor José Balmes, la mayor gloria viva de la plástica chilena, donó a activistas el diseño de un afiche con la leyenda No a la Guerra, que se distribuye profusamente en las manifestaciones antibélicas.
Sobre la misma frase, escrita en letras negras como fondo, artistas e intelectuales cubanos iniciaron a mediados de este mes un mural colectivo con frases y dibujos alusivos a la guerra, en una céntrica calle de La Habana.
Además, Cubaliteraria, un sitio en Internet de la principal editorial cubana, Casa de las Américas, abrió un espacio para que los creadores se expresen contra la guerra.
De México hasta Argentina, los artistas y escritores están contra la guerra y la repudian, aseguró la escritora mexicana María Luisa Mendoza.
La guerra es la nube oscura que está encima de nosotros, angustiándonos, quitándonos el sueño (…). Pido paz para mis hijos, para mis nietos y bisnietos que no tuve, leyó Mendoza a fines de febrero en el Coloquio Internacional de la Imaginación Literaria, realizado en la ciudad de Oaxaca, al sur de México.
* Con la colaboración de Dalia Acosta (Cuba), Gustavo González (Chile), Humberto Márquez (Venezuela), Mario Osava (Brasil) y Marcela Valente (Argentina).