La promesa de Estados Unidos de acelerar el diálogo entre Israel y Palestina tiene poco que ver con el proceso de paz en Medio Oriente y mucho con la ira que despierta en Europa y en el mundo árabe la guerra en Iraq.
Ahora que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) cumplió la última de las condiciones de reforma política impulsadas por Estados Unidos, se espera que Washington materialice su promesa.
La última condición era la creación del cargo de primer ministro para que compartiera el poder con el presidente Yasser Arafat, lo que fue ratificado el martes por el parlamento palestino. Arafat invitó formalmente el miércoles al dirigente Mahmoud Abbas para que ocupe el puesto.
Abbas, más conocido como Abu Mazen, es una figura respetada por Estados Unidos, Israel y reformistas palestinos, aunque no cuenta con demasiado apoyo popular en Gaza y Cisjordania.
El principal negociador palestino, Saeb Erekat, destacó que ya se cumplieron todas las condiciones y que espera, por lo tanto, la inmediata publicación del plan de paz del Cuarteto, instancia internacional de mediación formada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia.
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Bush prometió el viernes difundir en breve el calendario hacia la creación de un estado palestino independiente en 2005.
Observadores vieron en la promesa una compensación para los opositores a la guerra en Gran Bretaña, cuyo gobierno siempre mostró solidaridad hacia la causa palestina, y Jordania, donde residen numerosos refugiados palestinos junto a tropas estadounidenses que darán apoyo indirecto a la invasión de Iraq.
Sin embargo, analistas de Medio Oriente pusieron en cuestión las intenciones de Washington.
El anuncio realizado el viernes por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, no es más que un esfuerzo por limitar el daño causado por la guerra en Iraq al vínculo con el mundo árabe y con Europa, afirmó la profesora Rima Sabban, experta en relaciones internacionales de la Universidad de Dubai.
La declaración de Bush fue un golpe de diplomacia, destinado a contrarrestar los problemas con la ONU y los árabes por sus planes de guerra en Iraq y su falta de iniciativa para resolver el conflicto palestino-israelí, señaló Sabban.
La paz en Medio Oriente ha estado al final de la agenda del actual gobierno de Estados Unidos. Que justo ahora salgan con este anuncio no suena muy convincente, concluyó.
La decisión de Bush no significa nada, aseguró el analista político independiente Inad Jairallah. El calendario (al que se denomina mapa de ruta) que se propuso establecer el Cuarteto el año pasado no es un fin en sí mismo, según Jairallah.
Entre las primeras condiciones que figuran en el mapa de ruta se encuentran el fin de los atentados contra blancos civiles israelíes y la reforma democrática de las instituciones de la ANP.
Luego, se prevé que Israel congele la construcción de asentamientos judíos en Gaza y en Cisjordania, territorios que, al igual que Jerusalén oriental, fueron ocupados por ese país en la guerra de los Seis Días, en 1967.
Israel reclamó 100 cambios en el mapa de ruta, y sostuvo que lo rechazaría si no se los incluía totalmente. La principal demanda es la eliminación de toda mención de un estado palestino 'independiente', dijo Khairallah.
También rechazan las 'futuras retiradas' del territorio destinado a constituir el estado palestino de acuerdo con los tratados de paz de Oslo de 1993. Eso dejaría a Palestina con el control de apenas 19 por ciento de Cisjordania y de entre 55 y 60 por ciento de Gaza, agregó.
El diario israelí Aharetz informó el domingo que el gobierno de Ariel Sharon pretende que el mapa de ruta prevea un estado palestino con ciertos atributos de soberanía para darle credibilidad y legalidad.
La versión definitiva que adopte el calendario dependerá de los resultados de la guerra de Estados Unidos contra Iraq, dijo Sabban.
Si Washington sufre grandes pérdidas en batalla, los árabes tendrán mayor poder de negociación, pero lo perderán si las fuerzas estadounidenses terminan la guerra con rapidez y pocas bajas, dijo la experta.
Por ahora, las declaraciones sobre el mapa de rutas tiene la intención de pacificar el humor de la población árabe en anticipación de una gran cantidad de bajas civiles en Iraq, agregó.
El diario jordano Al Dustour calificó el anuncio de Bush de chantaje político. Hubiera sido mejor que no lo dijera, pues este chantaje sólo aumentará el odio del mundo árabe e islámico hacia la arrogancia estadounidense, sostuvo el periódico en un editorial.
El ex presidente estadounidense George Bush, padre del actual gobernante, se comprometió a poner fin al conflicto palestino- israelí poco después de la guerra del Golfo de 1991, también contra Iraq. Varios países árabes apoyaron la coalición encabezada por Estados Unidos.
Doce años después, aún no existe el estado palestino independiente.