Una de cal y otra de arena para los kurdos de Turquía. La Corte Europea de Derechos Humanos calificó esta semana de injusto el proceso al encarcelado dirigente de esa minoría Abdulá Ocalán. Un día después, el Tribunal Constitucional turco proscribió a un partido que la representa.
El fallo del Tribunal, una réplica evidente a la decisión de la Corte Europea el día anterior, considera al Partido Democrático del Pueblo Kurdo (Hadep) cómplice del menguante Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la organización armada liderada por Ocalán.
Mientras, el fiscal Sabih Kanadoglu acusaba al Partido Democrático del Pueblo (Dehap), que tiene fuertes vínculos con el Hadep, de competir en las elecciones de 2002 con documentos falsos y pidió, en consecuencia, su proscripción.
El Hadep, que ganó la mayoría de los votos en las provincias del sudeste turco en las elecciones regionales de 1999, controla 37 municipalidades, pero no logró alcanzar el mínimo de 10 por ciento de los votos a nivel nacional, necesario para tener representación en el parlamento central.
La Corte Europea de Derechos Humanos es uno de los órganos encargados de vigilar el cumplimiento del Convenio Europeo de Derechos Humanos, del que Turquía es adherente junto con casi medio centenar de países.
El Dehap sigue teniendo popularidad en las zonas kurdas y amenaza con superar en las próximas elecciones, previstas para 2004, el 6,2 por ciento de los votos obtenidos en los últimos comicios.
Ese partido y el Hadep defienden los intereses de los kurdos, que constituyen cinco por ciento de los 67 millones habitantes de Turquía.
El pueblo kurdo, de 19 millones de personas, se extiende sobre la jurisdicción de cuatro países (Turquía, Siria, Irán e Iraq), y constituye la minoría étnica más grande del mundo sin territorio propio.
En Turquía, donde reside la mayoría, sólo se les reconoció el derecho al uso y enseñanza de idioma el año pasado, como consecuencia de la presión de la Unión Europea para admitir al país como miembro del bloque en el futuro.
El Tribunal Constitucional turco aseguró que el Hadep tenía vínculos con el PKK, pero el partido de Ocalán se disgregó desde la detención del líder.
Ocalán fue sentenciado a muerte en 1999 acusado de intento armado de separar una parte del territorio turco. También fue hallado culpable de más de 3.000 muertes registradas durante los 15 años de insurgencia kurda contra el gobierno.
El dirigente ahora cumple cadena perpetua, luego de que le fuera conmutada la pena capital en octubre de 2002.
Muchos ex miembros del PKK se reagruparon en el insurgente Congreso por la Democracia y la Libertad del Kurdistán (Kadek) y declararon una tregua unilateral.
Ankara calcula que hay unos 5.000 guerrilleros del Kadek en Turquía, pero se estima que el grupo tiene bases también en el norte de Iraq y de Irán, donde hay una fuerte presencia kurda.
La decisión del Tribunal Constitucional podría hacer que los grupos kurdos presenten nuevas apelaciones ante la Corte Europea.
Los abogados de Ocalán prepararán un nuevo recurso luego de reunirse con él en su celda de la isla de Imrali, en el mar de Mármara. Los defensores pudieron acceder a hablar con él luego de semanas de gestiones ante las autoridades.
La Corte Europea, con sede en Estrasburgo, Francia, declaró que Ocalán fue sometido a un proceso injusto porque uno de lo jueces participantes era militar, aunque fue sustituido después de las primeras tres audiencias.
El veredicto perjudica la imagen de Turquía, que es presionada para que mejore la situación en materia de derechos humanos en momentos que procura integrarse a la Unión Europea. Sin embargo, no implica que se considere inocente a Ocalán.
Si el proceso es injusto, la Corte Europea también tiene entonces que decir que la sentencia final fue injusta. Es que es una decisión política. Por un lado se quiere satisfacer a los kurdos, y por el otro al gobierno turco, afirmó el analista político Merdan Yanardag.
Estaba seguro de que iban tomar una doble postura. Por eso no estoy preocupado por el veredicto, dijo, por su parte, Turgut Okyay, primer magistrado del Tribunal de Seguridad del Estado y quien firmó la sentencia a muerte contra Ocalán en 1999.
Haspi Kaplan, uno de los abogados de Ocalán, anunció que apelará la sentencia de la Corte Europea a la Gran Cámara de Estrasburgo, integrada por cinco jueces que deciden por mayoría de votos.
Los defensores de Ocalán quieren una declaración más enérgica de la Corte Europea contra la justicia turca.
Por su parte, la cancillería de Turquía señaló que la Corte Europea ignoró las últimas enmiendas a la ley local, y aseguró que las autoridades tomaron todos los recaudos en su momento para asegurar que Ocalán tuviera un juicio justo.
La decisión de la Corte Europea no está bien fundada. Por lo tanto, apelaremos ante la Gran Cámara, anunció la cancillería en un comunicado. (