CHILE: Contradictorio balance presidencial

El presidente de Chile, Ricardo Lagos, cumplió este martes la mitad de su mandato de seis años en medio de un creciente deterioro de la imagen interna de su gobierno, que contrasta con el buen balance de su gestión internacional.

Lagos se abstuvo de actos conmemorativos del tercer aniversario, luego de que la semana pasada estallara un cuarto escándalo de corrupción en menos de seis meses, involucrando a instituciones y funcionarios estatales, y que podría dar pie a una acusación constitucional de la oposición derechista contra cuatro ministros.

Un acto de ”relanzamiento” de la gobernante Concertación por la Democracia, previsto para este día, fue cancelado en un ambiente de evidentes distanciamientos de los cuatro partidos que integran la coalición de centro-izquierda, en el poder desde el fin de la dictadura del general Augusto Pinochet, en marzo de 1990.

Lagos confirmó asimismo este martes que declinó la posibilidad de viajar a Nueva York para intervenir directamente en la crucial reunión sobre Iraq del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, del cual Chile es uno de los 10 miembros rotativos.

El mandatario chileno estimó que su participación en una sesión del Consejo de Seguridad solo se justificaría si estuviera avanzada una fórmula de acuerdo para una resolución que posibilitara el desarme del régimen de Saddam Hussein, sin un ataque militar unilateral de Estados Unidos a Iraq.

”Sería tremendamente negativo que haya un conflicto al margen de la ONU y también sería negativo que no se logre el desarme de Iraq”, dijo el presidente.

Lagos mantiene un discurso favorable al multilateralismo en la crisis iraquí, mientras sectores internos identificados con la oposición derechista propugnan un acercamiento al gobierno de George W. Bush para facilitar la materialización del tratado de libre comercio que Chile y Estados Unidos terminaron de negociar en diciembre de 2002.

Los tratados de intercambio e integración constituyen los mayores logros internacionales de la gestión de Lagos, que pasará a la historia como el presidente que llevó a cabo exitosas negociaciones en 2002 con la Unión Europea y Estados Unidos, los mayores socios comerciales de Chile.

El mandatario chileno suscribió también en octubre del año pasado un acuerdo de libre comercio con Corea del Sur, el primero con una economía de Asia-Pacífico, y está abriendo negociaciones similares con Nueva Zelanda y Japón.

India y la Asociación Europea de Libre Comercio – – conformada por Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein – – están igualmente en el cronograma de acuerdos comerciales que el gobierno chileno espera materializar este año.

Lagos, un socialista moderado que el 11 de marzo de 2000 sucedió en la presidencia al democristiano Eduardo Frei Ruiz- Tagle, ha profundizado la política económica de apertura al exterior iniciada por la dictadura de Pinochet (1973-1990) y de suscripción de acuerdos comerciales, puesta en marcha por el antecesor de Frei, el también democristiano Patricio Aylwin (1990- 1994).

Aylwin, Frei y Lagos han gobernado como líderes de la Concertación por la Democracia, integrada por los partidos Demócrata Cristiano (PDC), Socialista (PS), Por la Democracia (PPD) y Radical Socialdemócrata (PRSD).

Los sectores empresariales y todos los partidos representados en el parlamento, tanto de la alianza oficialista como de la oposición de derecha, ven con buenos ojos el desempeño de Lagos en este ámbito, cuestionado solo por una minoritaria oposición de izquierda marxista.

”Chile aparece como el laboratorio ejemplar del neoliberalismo en el continente. Por cierto, de avanzada respecto de la firma de un tratado de libre comercio con Estados Unidos y del ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas)”, dijo Juan Andrés Lagos, dirigente del Partido Comunista.

Si bien Lagos rechaza que se lo identifique con el neoliberalismo, en la propia alianza gobernante hay voces críticas a su gestión, tanto desde la llamada izquierda socialista, como desde los sectores ubicados a la derecha del PDC.

Para el politólogo Genaro Arraigada, ex embajador y ex ministro, existe un sector socialista en el gobierno, que ”ha vuelto al marxismo”, así como una corriente dominante en su propio partido, el PDC, que reactivó ”un chovinismo partidario trasnochado”.

Más allá de lo acertado de estos diagnósticos, el tercer gobierno de la Concertación muestra un deterioro de la coalición que favorece las expectativas de la oposición derechista de ganar las elecciones de diciembre de 2005.

Para el sociólogo Tomás Moulián, autor del celebrado ensayo ”Chile actual. Anatomía de un mito”, el país sudamericano vive una crisis política que tiene como principal ingrediente ”la ausencia de proyecto” de la coalición de centroizquierda, atacada por una falta de mística y por ”el extravío de caminos”.

”Algunos de sus militantes (de la Concertación) han cubierto este vacío tratando de transformar sus cuotas de poder en medios para hacer negocios y otros han creído que el financiamiento de los partidos podía realizarse esquilmando dineros públicos”, señaló Moulián.

Los escándalos financieros que desde octubre sacuden al gobierno y provocan acusaciones de corrupción contra la coalición de centroizquierda, son para Moulián ”síntomas de un mal de fondo, que es la ausencia de un proyecto nacional”.

Cinco diputados y otros tres ex funcionarios de gobierno están sometidos a proceso por el llamado ”caso coimas”, por cobros de sobornos a empresarios de centrales de revisión de vehículos automotores.

El ex ministro de Obras Públicas Carlos Cruz está también enjuiciado por el ”caso Gate”, así denominado por una empresa que intermediaba dineros para pagar remuneraciones extraordinarias a funcionarios de ese ministerio.

En la misma cartera se denunció en febrero una nueva operación irregular por pagos excesivos e irregulares a una entidad universitaria.

La lista de escándalos se completó la semana pasada, al descubrirse que el jefe de operaciones de dinero de la estatal Corporación de Fomento (Corfo) endosó documentos financieros en beneficio de Inverlink, una corredora de bolsa intervenida a su vez por robar información clasificada al Banco Central.

En la víspera de su tercer aniversario, Lagos tuvo que soportar el trago amargo de la renuncia a la presidencia ejecutiva de Corfo de su yerno, Gonzalo Rivas, quien asumió así la responsabilidad política que le cabe por la sustracción de documentos que configuran un robo por 100 millones de dólares a esa entidad.

A raíz de este caso, el opositor partido Renovación Nacional anunció que presentaría una acusación constitucional contra los cuatro ministros que integran el Consejo de Corfo, ente administrador de empresas públicas, entre ellos la canciller democristiana Soledad Alvear, la ministra mejor evaluada hasta ahora en las encuestas.

Denuncias y procesos judiciales profundizaron en las últimas semanas las disputas internas de la coalición gobernante, al punto de frustrarlos intentos de hacer público en este tercer aniversario de Lagos una plataforma de ”relanzamiento” de la Concertación.

En medio de este difícil panorama, Lagos optó por ”bajar el perfil” a la fecha y viajar a la pequeña localidad de Diego de Almagro, 1.000 kilómetros al norte de Santiago, para inaugurar el año escolar junto a su ministro de Educación, Sergio Bitar.

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