PARAGUAY: Partidos pierden credibilidad al absolver al presidente

Las fuerzas políticas de Paraguay tendrán dificultades para recuperar su credibilidad de cara a las elecciones de abril, luego que el Senado absolviera al presidente Luis González Macchi sin refutar ninguna de las acusaciones de corrupción presentadas en su contra.

”Quedó en claro que los senadores actuaron en función de los fuertes intereses políticos y aun económicos que influyen en las políticas del Estado, mientras nadie duda de que González Macchi es alguien corrupto e ineficiente”, dijo a IPS el politólogo Luis Galeano, del Centro Paraguayo de Estudios Sociológicos.

El mandatario salió airoso el martes del juicio político que realizara el Senado por supuestos delitos de corrupción y mal desempeño de funciones, tras obtener el respaldo de 18 de los 44 miembros de ese cuerpo legislativo, que necesitaba 30 votos para removerlo del cargo.

Pero los senadores que votaron contra la destitución, tanto del gobernante Partido Colorado como de los opositores Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y Unión Nacional de Ciudadanos Eticos (Unace), no refutaron ninguno de los cargos presentados contra González Macchi durante el proceso iniciado en enero.

La prensa nacional se hizo eco este miércoles de la indignación de distintos sectores de la sociedad por la decisión del Senado.

El diario Noticias publicó su portada en negro con el titulo: ”A pesar de todo, resta dignidad”, y acusó a siete senadores de ”venderse a los favores del presidente”.

Mientras, Ultima Hora publicó las fotografías de los que denominó ”18 senadores de la impunidad” y señaló en su artículo central que en Paraguay ”se nota a las claras que el mal desempeño de las funciones y las inconductas de un presidente se castigan según las conveniencias del momento”.

González Macchi fue acusado en diciembre por la Cámara de Diputados del desvío de 16 millones de dólares procedente de dos bancos liquidados y la compra, para uso personal y con dinero del Estado, de un lujoso automóvil marca BMW robado en Brasil.

En las acusaciones también se lo responsabilizaba de la crisis económica que afronta este país, donde más de 20 por ciento de la población económicamente activa está desempleada, la pobreza alcanza a 70 por ciento de los 5,3 millones de habitantes y el producto interno bruto se contrajo 4,5 por ciento en 2002.

Además, el mandatario fue cuestionado por irregularidades en la privatización de la empresa estatal de telefonía Copaco.

Los 18 senadores se negaron a destituir a González Macchi con el argumento de que no era el ”momento oportuno” para hacerlo, por la cercanía de las elecciones y porque en su lugar debía asumir el presidente del Senado, Juan Carlos Galaverna, quien es resistido por sectores políticos oficiales y opositores.

Galaverna quedó en la línea sucesoria de la presidencia luego de que el vicepresidente Julio César Franco, del PLRA, renunciara en octubre para presentarse como candidato en las elecciones del 27 de abril.

Uno de los legisladores más decididos a impulsar la destitución de González Macchi fue precisamente Galaverna, del mismo Partido Colorado.

El presidente del Senado anunció incluso su disposición a dejar el cargo en ese cuerpo para permitir que otro legislador se convirtiera en el presidente interino de Paraguay hasta agosto, cuando asumirá el ganador de los comicios de abril.

En su alocución del martes en el juicio político, Galaverna acusó a González Macchi de ser un ”ladrón y corrupto” que encabeza una ”banda de forajidos”, y aseguró que varios senadores fueron ”comprados” por el gobierno con diversos cargos públicos.

Galeano indicó que ”el resultado del martes es un empate casi catastrófico que no beneficia a nadie”.

”Quizás, el más perjudicado de todo esto sea el candidato presidencial del Partido Colorado, Nicanor Duarte Frutos, quien va a tener grandes dificultades para recuperar la credibilidad ante la ciudadanía”, comentó.

Por su parte, el analista Víctor Jacinto Flecha, profesor de la Universidad Católica y columnista del periódico Ultima Hora, dijo a IPS que el resultado del juicio político aumentará aún más ”el gran malestar y descreímento del pueblo con la clase política paraguaya”.

”Era previsible que los senadores se dejarían influenciar por diversos factores, tanto nacionales como internacionales, más allá de los asuntos involucrados en el juicio”, explicó.

Flecha añadió que las fuerzas políticas paraguayas son en realidad ”federaciones de partidos”, integradas por sectores muy diferentes entre sí que pueden votar distinto, como ocurrió el martes en el Senado.

Los senadores temían que la destitución de González Macchi afectara la imagen internacional del Mercosur (Mercado Común del sur), en el cual Paraguay es socio de Argentina, Brasil y Uruguay, y arruinara los planes de fortalecerlo anunciados por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, apuntó.

Paraguay ejerce este primer semestre del año la presidencia rotativa del Mercosur, y el canciller José Moreno Ruffinelli había advertido que dejaría el cargo si González Macchi era removido.

Por otra parte, en los días previos a la sesión del martes, ”la Unión Europea y Estados Unidos enviaron señales muy claras de apoyo a la continuidad del actual gobierno paraguayo, lo cual también influyó en los senadores”, indicó Flecha.

El embajador de Estados Unidos en Paraguay, John Francis Keane, recibió con agrado el martes la decisión del Senado y sostuvo que ”la democracia se está consolidando”.

A su vez, el diputado de la Unace Miguel Corrales, quien ofició de fiscal en el juicio político, puntualizó que ”pedirle a la Cámara de Senadores algo de dignidad y respeto a la patria es como pedirle peras al olmo”.

”Aquí el gran perdedor fue la ciudadanía, pues el Senado no tiene la sensibilidad suficiente para escuchar a este sufrido pueblo, víctima de un presidente corrupto”, señaló a IPS el representante de la Unace, un desprendimiento del coloradismo liderado por el ex general golpista Lino Oviedo, exilidado en Brasil.

A todo esto, González Macchi expresó este miércoles su satisfacción por el resultado del juicio político en su contra y afirmó sentirse ”fortalecido para gobernar con más eficiencia y con mayor firmeza”.

”Seguiremos trabajando con más empeño para asegurar la limpidez absoluta, la transparencia plena de las elecciones del 27 de abril, día en que el pueblo decidirá soberanamente quién será mi sucesor y a quién con todo honor dejaré la banda presidencial”, afirmó.

Para el jefe de Estado, el martes ”fue un día histórico, porque se salvó la dignidad de la república y el porvenir de la democracia”. (

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