MERCOSUR: Brasil acepta tiempos del ALCA para evitar rispideces

Brasil aceptó mantener el cronograma de negociaciones del ALCA, como plantearon sus socios del Mercosur, una señal de que busca obtener el liderazgo de América Latina sin provocar roces contraproducentes para sus objetivos.

El gobierno brasileño de Luiz Inácio Lula da Silva ”está ante un gran desafío” como es tomar el camino ”de la presión y de los condicionamientos o adoptar un rol paternalista, de concesiones”, dijo a IPS Sergio Abreu, canciller de Uruguay a comienzos de los años 90, cuando el bloque daba sus primeros pasos.

”Creo que Brasil lo ha entendido y muestra flexibilidad, porque de otra manera habría fricciones en el Mercosur”, lo cual puede perjudicar su estrategia para obtener un ”liderazgo aceptable”, añadió Abreu, también ministro de Industria de 2000 a noviembre, al comentar la actitud de Brasilia ante el ALCA.

Los cancilleres Carlos Ruckauf, de Argentina, Celso Amorim, de Brasil, José Moreno Ruffinelli, de Paraguay, y Didier Opertti, de Uruguay, anunciaron el martes en Montevideo que trabajarán en bloque en las negociaciones para crear el ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas), previstas para que finalicen en 2005.

Los cuatro ministros del Mercosur (Mercado Común del Sur) confirmaron que presentarán el 15 de este mes una propuesta para desgravar aranceles de determinados bienes agrícolas e industriales en el ALCA, un proceso impulsado por Estados Unidos y que involucra a 34 países de América, todos excepto Cuba.

También subrayaron su voluntad de negociar en abril la desgravación de compras gubernamentales y armonizar una propuesta en materia de servicios e inversiones.

Muchos esperaban que el gobierno de Lula, el líder del izquierdista Partido de los Trabajadrores (PT) que asumió el cargo el 1 de enero, influiría para provocar un cambio en la postura del Mercosur respecto de las negociaciones del ALCA y conformar así un polo en contraposición a Estados Unidos.

El PT consideró siempre al ALCA un proyecto de Washington para ”anexar” a América Latina, con la consecuente pérdida de soberanía de la región.

El propio Lula envió en sus primeros días de gobierno una señal de que endurecería su postura ante el ALCA al designar como secretario general de la cancillería, segundo en importancia en esa cartera, a Samuel Pinheiro Guimaraes, un declarado enemigo del proyecto comercial americano.

Pinheiro Guimaraes fue en los últimos dos años uno de los portavoces del movimiento contra el ALCA, divulgando sus argumentos a través de varias entrevistas y artículos.

Otra muestra en ese sentido la había dado Lula el día de su asunción como presidente el 1 de enero, cuando aseguró que rechazará ”restricciones inaceptables al derecho soberano del pueblo brasileño de decidir sobre su modelo de desarrollo”, tras condenar ”los escandalosos subsidios agrícolas de los países industrializados”.

Por eso, se esperaba que la reunión de cancilleres del Mercosur del martes en Montevideo fuera el momento del gobierno brasileño para frenar el proceso de negociación del ALCA y poner énfasis en el fortalecimiento del Mercosur, dos elementos clave en su estrategia de alcanzar el liderazgo en América del Sur y luego de América Latina.

Sin embargo, Amorim se mostró flexible y acordó con el resto de los cancilleres del bloque mantener los plazos previstos en las negociaciones del ALCA, aunque de todas formas mostró cautela y señaló que el contenido de la propuesta que se llevará el día 15 ”todavía está en negociación”.

”Esta es sólo una primera oferta. Es el inicio de todo un proceso. Nosotros también tenemos mucho interés en conocer la propuesta que hará Estados Unidos, porque así comienza el juego. Vamos a ver qué es lo que pasa. Esto es una negociación”, dijo Amorim en Montevideo.

Para Abreu, es en esta negociación del ALCA donde Brasil pondrá su mayor esfuerzo para proteger su industria y, en razón de esta estrategia, fue que no propuso enlentecer los plazos en esta primera instancia. En caso de haberlo hecho, hubiera puesto en riesgo la unidad del Mercosur, agregó.

”Brasil quiere preservar el Mercosur y por eso va a hacer concesiones. Hay muchos industriales y productores que están decepcionados con el bloque, y hay que darle credibilidad”, señaló el ex ministro uruguayo.

Los demás cancilleres también confirmaron su compromiso de avanzar en las negociaciones hacia la concreción del ALCA, aunque con cautela.

Ruckauf sostuvo que los países del Mercosur tienen que proteger a sus empresas y trabajadores en las negociaciones, y por eso la propuesta del día 15 es el ”mínimo común denominador” para empezar a dialogar con Estados Unidos.

”Vamos a negociar con el ALCA, pero todavía no se sabe qué ALCA. No queremos ser parte de una estructura que se lleve el trabajo, la utilidad y la industria de nuestros países a otro lado. Queremos que nuestras naciones crezcan”, afirmó el ministro argentino.

Por otra parte, el Mercosur presentará el día 28 una propuesta de desagravación de aranceles para los productos procedentes de la Unión Europea, con el fin de dar un ”nuevo impulso” a las negociaciones por un acuerdo de libre comercio entre ambas partes, que se retomarán en marzo en Bruselas, dijo Moreno Ruffinelli.

Los cancilleres también anunciaron que en marzo se reunirán los ministros del área social del Mercosur para diseñar políticas contra la pobreza, que serán aplicadas fundamentalmente en zonas fronterizos.

También pusieron en marcha la Secretaría Técnica del Mercosur, que será dirigida por el brasileño Reginaldo Alcuri, y que tendrá la responsabilidad, entre otras cosas, de evaluar la creación del parlamento del bloque. (

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