Un ataque de Estados Unidos contra Iraq sin autorización de la comunidad internacional pondrá en entredicho el futuro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), advirtieron analistas árabes y estadounidenses.
¿Dónde irá parar la ONU si Washington lanza un ataque en Iraq aun cuando China, Francia y Rusia (miembros permanentes del Consejo de Seguridad junto con Gran Bretaña y Estados Unidos) veten una acción militar?, preguntó el analista Ghassan al-Jashi, del periódico Al Ittihad, de Emiratos Arabes Unidos.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, reiteró el sábado que el uso de la fuerza para imponer la aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad no es la tarea exclusiva de ningún país, sino de la comunidad internacional como un todo.
El ex inspector de desarme en Iraq entre 1991 y 1998 Scott Ritter, un militar estadounidense veterano de la guerra del Golfo de 1991, sostuvo que Washington tiene el motivo impuro de derrocar a Saddam Hussein y poner en práctica un plan imperialista de dominación mundial.
Hay un borracho al volante de la política de Estados Unidos, borracho de poder y de arrogancia. Washington obstaculizará todos los intentos de las inspecciones de desarme de largo plazo en Iraq, pues su principal objetivo es derrocar a (el presidente) Saddam Hussein, dijo Ritter.
El ex inspector de desarme participó de un seminario realizado el sábado en el Centro Zayed de Coordinación y Seguimiento, de Emiratos, luego de una visita a Japón en la que también formuló públicamente sus críticas al gobierno de Bush.
La mayoría de los analistas y líderes políticos árabes están convencidos de que Estados Unidos lanzará el ataque con o sin el aval del Consejo de Seguridad.
El principal asesor del presidente egipcio Hosni Mubarak, Ibrahum Nafie, advirtió en declaraciones al periódico Al Ahram Weekly que Estados Unidos atacará dentro de semanas.
Estados Unidos va a atacar a Iraq con o sin la autorización de la ONU, y eso está claro no sólo en la presente crisis, sino aun desde el año pasado, señaló Jashi.
El analista recordó que en junio de 2002, cuando Iraq y la ONU dialogaban sobre la posibilidad del retorno de los inspectores de desarme, Estados Unidos dio a entender que habría guerra incluso si volvían los expertos.
Tenemos ahora mejor ambiente que antes para las inspecciones. Las últimas concesiones de Bagdad, incluso la autorización a sus científicos para que sean entrevistados en forma privada, revelan que hay un proceso de inspecciones creíble en marcha, subrayó Ritter.
Ritter renunció a su cargo de inspector en agosto de 1998, por lo que consideró falta de apoyo de la ONU y de Estados Unidos a sus esfuerzos por el desarme. En diciembre de ese año, los inspectores de la ONU abandonaron Iraq tras acusar a Saddan Hussein de poner obstáculos a su trabajo.
Si los inspectores de desarme no encuentran nada incriminatorio, Iraq volverá a integrarse a la comunidad internacional con Saddam Hussein como líder, derrotando así el objetivo de Washington de cambiar el régimen de Bagdad, dijo Ritter.
Es el comienzo de la política imperialista estadounidense de dominación mundial. La situación en Iraq no debe ser vista en forma aislada. Corea del Norte será el próximo objetivo, y es muy poco probable que ellos (los norcoreanos) se crucen de brazos, añadió.
Esto implicaría el fin de la ONU, señaló Ritter, quien sostuvo que las supuestas pruebas presentadas por el secretario de Estado (canciller) estadounidense Colin Powell la semana pasada ante el Consejo de Seguridad no tienen asidero.
Pero el vicepresidente del estadounidense Instituto para Medio Oriente, David Mack, salió en defensa de la política de Bush.
Estados Unidos intentó usar con Iraq a mediados de los años 90 una política de contención, pero como no tuvo éxito, optó por el cambio de régimen, señaló el analista.
Mack, ex embajador estadounidense en Emiratos y uno de los principales impulsores de la guerra del Golfo de 1991, negó que Washington esté socavando a la ONU y aseguró que Bush colabora con la comunidad internacional.
Para Mack, es demasiado tarde para que Saddam Hussein intente detener la guerra, pues debería facilitar un completo desarme, como lo hicieron en el pasado países como Kazajstán, Sudáfrica y Ucrania.
El diplomático aseguró que si Saddam Hussein cumple con las demandas de la ONU, el presidente estadounidense lo considerará una victoria estratégica.
No obstante, Mack sostuvo que la actitud del presidente iraquí confirma que no se detendrá voluntariamente ni se exiliará, como sugirió Washington, para evitar una guerra. (