El primer ministro de India, Atal Bihari Vajpayee, relanzó la campaña para aplicar la llamada tasa Tobin al flujo internacional de capitales, al instar a los miembros del Movimiento de Países No Alineados (Noal) a reformar la arquitectura de las finanzas del mundo.
Sabemos que la inestabilidad de los flujos de capitales puede dañar a las economías en desarrollo, pero todavía hay poco apoyo para regular esos flujos por un impuesto mundial. Yo creo que es tiempo de aplicar esta reforma, dijo Vajpayee en el Foro Empresarial del Noal, en Kuala Lumpur.
Esta conferencia comenzó el domingo y se desarrollará durante tres días en forma paralela a la cumbre del Noal, que comenzó este lunes en la capital de Malasia.
El Foro Empresarial tiene el objetivo de fortalecer los vínculos entre los empresarios de los 115 países en desarrollo que integran el grupo, fundado en 1961 por naciones que declararon su intención de no tomar partido en la guerra fría entre Occidente y el bloque soviético.
El primer ministro indio subrayó, citando estudios de expertos, que una tasa de apenas 0,25 por ciento a las transacciones financieras internacionales generaría ingresos anuales de unos 300.000 millones de dólares.
Si estos recursos se destinaran al Fondo Mundial para la Lucha contra la Pobreza, podríamos lograr un gran avance en los países en desarrollo, sostuvo Vajpayee.
El impuesto a las transacciones financieras en el mercado internacional para desalentar la especulación fue propuesto por primera vez en 1978 por el economista estadounidense James Tobin, ganador del premio Nobel de Economía en 1981.
Las naciones industrializadas, en especial Estados Unidos, consideran que esta iniciativa es inaplicable, pero según Vajpayee es más fácil de adoptar que las resoluciones 1373 y 1465 del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para controlar el financiamiento de grupos terroristas.
En los preparativos de la cumbre iniciada este lunes, delegados de las naciones del Noal, que juntas representan 55 por ciento de la población mundial, redactaron el borrador de una declaración contra los planes de Estados Unidos de invadir Iraq y discutieron formas de cooperación Sur-Sur.
El primer ministro malasio Mahathir Mohammad exhortó a los empresarios del Noal a forjar vínculos más estrechos para ayudar a las naciones en desarrollo a afrontar un orden internacional dominado por un grupo de selectos.
Mahathir sugirió que los miembros del Noal deberían aprender de la experiencia malasia y adoptar una política llamada ayuda a tu prójimo, por la que los países más ricos tienen que ayudar a los pobres a mejorar su nivel de vida, y así crear mercados que en definitiva beneficiarán a sus propios productos.
Por su parte, el presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, dijo que el desequilibrio entre las naciones que integran el Noal es ahora mucho mayor que hace 40 años, cuando fue creado el grupo.
No obstante, señaló que los países en desarrollo están mejor preparados ahora para afrontar los desafíos y pueden aprender de las experiencias exitosas de sus vecinos del Sur.
Malasia es uno de esos países. Sus logros demuestran que el éxito es posible. Ninguno puede afirmar que el éxito depende sólo de cooperar con los países ricos del Norte, afirmó Mbeki.
Mientras, la presidenta de Indonesia, Megawati Sukarnoputri, sostuvo que la mayoría de los países del Noal están marginados de la economía mundial, pero señaló que los gobiernos del Sur no deben desesperar, sino intentar construir un nuevo paradigma de desarrollo.
Este nuevo paradigma debe estimular al sector privado a jugar un papel clave, sobre todo con iniciativas que construyan puentes de cooperación entre los miembros del Noal.
El primer ministro de Tailandia, Thaksin Shinawatra, dijo el domingo en el Foro que la experiencia de su país al superar la crisis financiera del sudeste asiático en 1997 es una lección para las otras naciones en desarrollo.
Debemos dejar de lado los desacuerdos e impulsar acciones y proyectos de cooperación basados en la confianza mutua. Esta es precisamente la política que mi gobierno ha aplicado desde hace dos años con considerable éxito, afirmó Thaksin.
El primer ministro explicó que su administración estimula el libre mercado y permite que el sector privado disfrute sus beneficios, pero exige responsabilidad social, mientras el Estado diseña programas para mejorar el nivel de vida de la población.
La economía de Tailandia se expandió cinco por ciento el año pasado respecto de 2001, y espera liquidar en los próximos meses, dos años antes de lo previsto, los créditos otorgados por el Fondo Monetario Internacional durante la crisis financiera.
Los cuatro líderes coincidieron en que los gobiernos, ante la actual situación económica mundial, deben respaldar y fomentar el vínculo entre las naciones del Sur.
También señalaron que los países del Noal deben imitar las experiencias exitosas de sus socios, pero criticaron la falta de divulgación de estos logros por parte de los medios de prensa.