El cogobernante movimiento indígena de Ecuador expresó preocupación por las coincidencias manifestadas por el presidente Lucio Gutiérrez con la política de seguridad de Estados Unidos hacia América Latina, al tiempo que pidió el cese del equipo económico.
El diputado del nativo Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik Nuevo País Ricardo Ulcuango advirtió de los posibles compromisos que asuma Gutiérrez en su visita oficial de esta semana a Washington, donde señaló que el nuevo gobierno de Ecuador quería ser el mejor aliado de Estados Unidos.
Es importante tener buenas relaciones con todas las naciones y por lo tanto también con Estados Unidos si eso no significa compromisos con su política internacional o ceder puestos estratégicos, como la base militar del puerto de Manta, en la noroccidental costa ecuatoriana del océano Pacífico, apuntó.
Gutiérrez aceptó la posibilidad de que su país participe en un cordón naval antiterrorista y en los programas de interdicción aérea y marítima, propuestos por el gobierno estadounidense de George W. Bush para asistir a Colombia en su lucha contra el narcotráfico y la insurgencia.
Esa posición choca de frente con la postura en política internacional del Movimiento Pachakutik, al cual pertenece la canciller Nina Pacari. Gutiérrez llegó al gobierno el 15 de enero tras ganar las elecciones de noviembre como candidato de una alianza de su Partido Sociedad Patriótica con los indígenas.
Ulcuango criticó el apoyo expresado por Gutiérrez a la política del presidente de Colombia, Alvaro Uribe, en el conflicto armado interno de ese país, pues implica involucrarse en esa guerra y está en contra de los principios de neutralidad expresados por Ecuador y por Pacari.
De este modo, el dirigente nativo respondió a Gutiérrez, quien dijo el lunes en Washington, en la primera jornada de su visita de cinco días, que, si no se apoya de manera más protagónica a Uribe y a su política adecuada, (…) seguramente se seguirá sacrificando la vida de más gente en Colombia.
El mandatario ecuatoriano hizo referencia así al pedido de Uribe de más ayuda a Estados Unidos y de apoyo de la Organización de Estados Americanos para luchar contra el narcoterrorismo, tras el atentado perpetrado el viernes en Bogotá, donde murieron más de 30 personas y fueron heridas otras 170.
Ulcuango dijo que ese alineamiento con Uribe puede llevar a que Ecuador se involucre en el llamado Plan Colombia (de lucha contra las drogas y la guerrilla) que está profundizando la guerra en Colombia y puede regionalizarla.
Sin embargo, Gutiérrez rectificó este miércoles sus declaraciones y aseguró que su expresión completa había sido que su gobierno quería ser el mejor aliado de Estados Unidos en el combate a la corrupción, el analfabetismo y el terrorismo.
Algunas veces los periodistas cortan las frases y sus declaraciones se interpretan mal, argumentó el gobernante, quien viajó a Washington para reunirse con Bush y otras autoridades, además de cerrar un acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
También indicó que no se habían entendido sus expresiones del lunes respecto de Colombia y que su verdadera posición es de hacer todos los esfuerzos para buscar una solución pacífica a ese conflicto interno armado.
Pero esas aclaraciones no conformaron a Ecuarunari, el mayor grupo de los que integran la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador y el que reúne a los pueblos de la nacionalidad kichwa, la más numerosa con una población cercana a los tres millones de personas.
Por su parte, el coordinador nacional de Pachakutik, Miguel Lluco, comentó que la solución a la guerra civil en Colombia sólo puede darse a través de negociaciones entre el gobierno y las guerrillas izquierdistas.
El único apoyo que Ecuador podría brindar, en caso de que las partes lo quieran, es ayudar a que regresen al diálogo para encontrar una salida política, puntualizó.
En tanto, Gutiérrez también llamó en Estados Unidos a las empresas petroleras a invertir en Ecuador y les ofreció seguridad jurídica y estabilidad política, otro aspecto criticado por los indígenas.
El diputado Ulcuango entiende que las firmas extranjeras pretenden no pagar impuestos, como lo han solicitado en años anteriores.
La inversión extranjera es buena si no significa un ataque a los derechos colectivos de los pueblos indígenas y si no significa una mayor contaminación de los territorios ancestrales, explicó.
Mientras, el Consejo Político de Ecuarunari pidió a Gutiérrez rectificar a tiempo sus desaciertos en la conducción del país y no causar más daño a la mayoría de los pobres de Ecuador.
Lo que no pudieron hacer los gobiernos de Jamil Mahuad (1998- 2000) y de Gustavo Noboa (2000-2002) lo está haciendo Gutiérrez, pues está cumpliendo fielmente el mandato del FMI, señaló.
Ecuarunari pidió la destitución del ministro de Economía y Finanzas, Mauricio Pozo, como ya lo había hecho hace una semana el bloque de diputados del Movimiento Pachakutik.
A través de Pozo, junto a sus subsecretarios y colaboradores de gobiernos anteriores (nombramientos que no fueron hechos con el consenso de la alianza), nos están imponiendo las condiciones del FMI de continuar implantando la política neoliberal, argumentó el comunicado de Ecuarunari.
En el texto también se cuestiona el proyecto de presupuesto nacional para este año enviado por el gobierno al Congreso legislativo, en el que se destina 42 por ciento de los recursos públicos al pago de la deuda externa.
Gutiérrez todavía está a tiempo de corregir sus errores y devolverle la confianza a la mayoría de los ecuatorianos, y por ello desde Ecuarunari demandamos la inmediata separación del ministro de Economía y su frente económico y el cambio de política en la conducción del país a favor de los más pobres, sostiene Ecuarunari.
Analistas políticos alertaron sobre el riesgo que afronta Gutiérrez ante la disputa en su gobierno.
El experto Alejandro Moreano dijo que el futuro del gobierno se dilucidará según la correlación de fuerzas entre los sectores progresistas que lo integran, liderados por Pachakutik, y los vinculados a la derecha y a la banca, dirigidos por Pozo.
No se trata de salirse del gobierno ni de someterse al programa de Pozo. Se trata de dar una batalla social y política para sacar a Pozo y cambiar de raíz el programa económico, comentó.
Esa batalla comprende tanto grandes movilizaciones sociales – – incluso un levantamiento – – como la consolidación de Pachakutik en el gobierno, añadió Moreano este miércoles, en su columna del quincenario Tintají, de Quito. (
