El gobierno de Ecuador no declarará terroristas a los grupos armados ilegales de izquierda y de derecha que actúan en Colombia para no intervenir en la guerra civil de ese país, dijeron a IPS fuentes militares ecuatorianas.
Fuentes militares que prefirieron mantenerse en el anonimato aseguraron a IPS que Ecuador no declarará terroristas a los grupos insurgentes colombianos porque sería intervenir de forma indirecta en el conflicto de ese país, algo a lo que las Fuerzas Armadas ecuatorianas no están dispuestas.
El gobierno colombiano lanzó una ofensiva diplomática para lograr que las naciones de América Latina declaren terroristas a las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a las que acusa de atentados que causaron este mes medio centenar de muertos, la mayoría civiles.
El jefe del ejército Octavio Romero explicó que la decisión está en manos del gobierno, y que las Fuerzas Armadas no adoptarán calificativo alguno para los grupos insurgentes colombianos de izquierda y de derecha.
Romero ordenó reforzar los destacamentos militares y los patrullajes en los límites con Colombia para prevenir incursiones de grupos armados porque en cualquier lugar (de la frontera) podemos sufrir anomalías.
Los grupos que realizan acciones terroristas deben ser declarados como terroristas, sostuvo este jueves la alta consejera del presidente colombiano Alvaro Uribe y directora del Plan Colombia, Sandra Suárez, de visita en Ecuador.
Con todo, Suárez aseguró que su viaje no era para presionar a Quito en ese sentido, sino para explicar en qué consiste el Plan Colombia, de combate al narcotráfico y financiado por el gobierno de Estados Unidos.
Nosotros no vemos al Plan Colombia como un problema sino como una solución. Este plan tiene un 50 por ciento de programas de inversión social y el 50 por ciento de iniciativas contra el narcotráfico, arguyó la funcionaria colombiana.
Sin embargo, aclaró que su visita no apunta a lograr una mayor participación del Ecuador en el Plan Colombia.
La renuencia militar a calificar como terroristas a las guerrillas izquierdistas y los paramilitares de derecha que actúan en Colombia fue respaldada por el coronel retirado Jorge Brito, uno de los líderes del levantamiento del 21 de enero de 2000 —que condujo a la caída del ex presidente Jamil Mahuad—, y del que también participó el actual mandatario Lucio Gutiérrez.
Brito, quien tomó parte de la guerra contra Perú de 1995, explicó que una declaración semejante sobre las FARC, sería colocarse del lado del gobierno colombiano, lo que significaría tomar partido por una de las fuerzas en conflicto.
Ecuador no puede declarar terroristas a las FARC ni reconocerlas como fuerza beligerante. Debe permanecer neutral y en caso de que lo pidan las partes ayudar a que se entable nuevamente el diálogo, afirmó Brito.
De acuerdo al coronel retirado, el respaldo de Gutiérrez a su par colombiano, el derechista Uribe, formulado a mediados de este mes durante una visita a Washington, era contraproducente para asumir una posición neutral.
De acuerdo a la fuente consultada por IPS, las declaraciones de Gutiérrez sólo apuntaban a reafirmar la necesidad de ayudar a Uribe y las partes en conflicto a hallar una salida pacífica.
No se entendieron en todo su sentido las palabras del presidente, quien como militar sabe que la mayoría de quienes integramos las Fuerzas Armadas no estamos de acuerdo en involucrarnos en un conflicto ajeno, arguyó.
Es muy diferente el conflicto con Perú, en el que defendíamos nuestra soberanía, alegó en referencia a la guerra contra el país vecino por la demarcación fronteriza de la cordillera del Cóndor.
La semana pasada, en un acto ante la marina, el propio Gutiérrez se encargó de aclarar que sus palabras habían sido mal interpretadas, porque Ecuador no se va involucrar en el conflicto colombiano.
La guera civil en el país vecino lleva más de 30 años y Ecuador no se ha involucrado en ella. Hay claridad en las Fuerzas Armadas ecuatorianas que no deben ni pueden involucrarse, abundó Brito.
A su juicio, el Plan Colombia está dirigido a combatir a la guerrilla y desde el comienzo de su aplicación en 2000 sólo ha servido para profundizar la guerra.
Ahora su continuación, la Iniciativa Regional Andina, busca regionalizar el conflicto, arguyó el coronel.
Por su parte el jefe de Policía Edgar Vaca, apuntó que para el cuerpo que comanda, la guerrilla colombiana no es terrorista, sino que sus miembros son considerados infractores de la ley desde el punto de vista jurídico-policial.
Vaca, acusado de violaciones de derechos humanos como integrante de un grupo especial de inteligencia durante el gobierno de León Febres Cordero (1984-1988), evitó abundar en más declaraciones.
El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Oswaldo Jarrín, explicó el miércoles que la fuerza aérea utilizará la occidental base de Manta como punto de partida de las operaciones de protección a la frontera norte.
Según Jarrín, Manta es estratégica para la seguridad interna del país, razón por la cual un número no precisado de aviones se movilizará a esa base aérea.
Sin embargo, desde 1999, 80 por ciento de las instalaciones de la base esta en manos de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos para el combate al narcotráfico.
Jarrín dijo que en las próximas semanas se aplicará un plan operativo conjunto, entre las fuerzas naval y aérea, para dar seguridad interna ante la posible incursión de irregulares armados o de narcotraficantes.
El comandante de la parte ecuatoriana de Manta, coronel William Orellana, no quiso revelar detalles del plan operativo.
Consultado sobre dónde serán ubicadas las naves de la marina ecuatoriana, respondió que sería necesario hacer un espacio, justificando que las Fuerzas Armadas quieren demostrar que la base está bajo control nacional, y no estadounidense.
Por su parte, Suárez señaló que el gobierno colombiano también reforzaría militarmente la frontera con Ecuador, donde actúan grupos insurgentes, porque no va a descansar en el esfuerzo de conseguir un mayor control territorial de su país. (