Intensas campañas propagandísticas a favor y en contra del gobierno de Venezuela saturan la televisión, el principal de los medios de comunicación que se han vuelto actores políticos de primera línea, en desmedro de los partidos.
Ya no hay propaganda comercial en la televisión, ni en la radio, ni en la mayoría de los medios impresos, y sus habituales espacios son copados por propaganda política, al tiempo que la programación regular se ha alterado para cubrir con énfasis la crisis.
Los canales privados, que aseguran contar con más de 90 por ciento del público de ese medio, están embanderados con la oposición, y la emisora estatal es activa defensora del gobierno.
La propaganda opositora respalda la huelga encabezada desde el 2 de diciembre por gremios de empresarios, sindicatos y gerentes de la estatal industria petrolera, para desalojar del poder al presidente Hugo Chávez.
En uno de sus anuncios se dice a Chávez: Usted es el único responsable de las violaciones a la Constitución, del desabastecimiento, de la escasez, de la violencia, de financiar los círculos del terror creados a la sombra de su gobierno, con imágenes alusivas a esos aspectos del conflicto.
En otro, con imágenes de fuerzas de seguridad que reprimen a civiles, se apela a las Fuerzas Armadas con este mensaje: Señores jefes militares y oficiales, todos estos hechos son historia. ¿Qué dirás cuando llegue el momento de que tu hijo te pregunte: 'Papá ¿dónde estabas tú?'
En el canal estatal aparecen imágenes del atentado contra las torres gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001, y se alude a los líderes de la huelga al afirmar que el pueblo sabe quiénes son los terroristas.
Otros anuncios oficialistas hacen mofa del empresario Carlos Fernández, el sindicalista Carlos Ortega y el gerente petrolero Juan Fernández, dirigentes opositores. Los opositores también tratan de ridiculizar a Chávez, al contrastar grabaciones de pasados discursos suyos con imágenes de la realidad actual.
La publicidad política exhibe marchas multitudinarias, filas de automovilistas ante expendios de gasolina, otras de mujeres humildes que esperan comprar una botella de gas para cocina, y niños tristes ante sus escuelas cerradas, y siempre señala como culpable al adversario.
El oficialismo muestra en silencio aulas vacías, con computadoras y útiles escolares sin uso, y sobre esas imágenes descarga el mensaje: Promoción Carlos Ortega. Padrino: Carlos Fernández.
También mezcla imágenes de violencia y escasez, y pregunta: ¿Estos fines justifican estos medios?, con la palabra medios coloreada, para aludir a los de comunicación en manos de opositores.
En conjunto, no hay información sino propaganda, como si estuviéramos en una continua campaña electoral, montada sobre una sola noticia: Se prolonga la salida del presidente, dijo a IPS Roberto Malaver, profesor de publicidad en la Escuela de Periodismo de la Universidad Central, la principal del país.
Ninguno de los bandos trata de convencer al otro. Cada medio, sea del oficialismo o de la oposición, se dirige a una audiencia militante, para reforzar sus criterios, señaló a IPS el experto Marcelino Bislbal, fundador de la revista especializada Comunicación.
Los contenidos de información y propaganda en los canales privados se dirigen a los estratos altos A, B y C, y el canal estatal a los D y E, los de menores recursos y tradicional bastión de Chávez, afirmó.
Se trata de un esfuerzo articulado, propio de operaciones psicológicas como las que acompañan campañas militares, para reforzar las convicciones de unos y otros, más que para crear o cambiar opiniones, indicó a IPS otro investigador del área, Iván Abreu.
Según Abreu, la oposición es más creativa en sus anuncios, y los oficialistas son sobre todo reactivos o de contrapropaganda, pero la situación mejoró para el bando gubernamental cuando la huelga o paro cívico se extendió a las escuelas y comenzaron las penurias de la población por escasez de combustibles.
La propaganda política se exhiben de modo gratuito en los canales oficial y privados, y está hecha con gran talento y casi sólo con tijera, editando imágenes de noticiarios, comentó a IPS una ejecutiva de la televisión privada que requirió el anonimato.
Jesús Torrealba, coordinador de la opositora Coordinadora Democrática, dijo que cuenta con un centenar de publicistas que expresan con anuncios la estrategia ajustada cada día por la coalición contra Chávez.
Luego una comisión de medios de la Coordinadora realiza el seguimiento de la emisión de esos anuncios, y rápidas encuestas para medir su efectividad, explicó.
En la mesa de negociación entre gobierno y oposición dirigida por el secretario general de la Organización de Estados Americanos, César Gaviria, las autoridades plantearon que un acuerdo global de salida a la crisis debe incluir un cambio de conducta de los medios de comunicación.
Los medios de comunicación son parte del paro, admitió Carlos Fernández.
Globovisión, un canal privado que emite noticias las 24 horas del día, ejerce el papel de un actor político y está en confrontación en la situación actual, pero una vez que pase la crisis volverá a ser sólo un vehículo de información, arguyó su director, Alberto Ravell.
Los medios siempre son actores políticos, como parte de la industria cultural de un país, pero ese papel se privilegia en situaciones de crisis, opinó Bisbal..
Chávez señaló como jefe de la conspiración que buscaría derrocarlo al dueño de la televisora privada con más audiencia en Venezuela, Gustavo Cisneros, un multimillonario venezolano con negocios de telecomunicaciones, industria, banca y comercio en América y Europa.
El presidente llama a las cuatro principales cadenas de la televisión privada los cuatro jinetes del Apocalipsis, y sus seguidores del Movimiento Quinta República recogen firmas de ciudadanos para solicitar un referendo que permita revocar las concesiones estatales que permiten emitir a esos medios.
En un anuncio opositor, aparece la típica imagen de un televisor encendido sin señal, mientras una voz dice: Si algún día pasa esto, sabremos que el dictador se quitó la careta y entonces los venezolanos saldremos a la calle hasta que caiga la dictadura, porque la TV somos todos y nunca nos podrán callar. (