Los primeros pasos del gobierno musulmán de la provincia de la Frontera Noroccidental, en Pakistán, incluyeron la prohibición de música en el transporte público, redadas en cines que exhibían películas supuestamente antiislámicas y arrestos por propagación de la vulgaridad.
La promulgación de leyes islámicas en la provincia es nuestra prioridad. Gradualmente impondremos la 'sharia' (el derecho islámico), no sólo aquí sino en todo el país, anunció Akram Khan Durrani, el nuevo ministro de esa provincia limítrofe con Afganistán.
La alianza de seis partidos islámicos conocida por el nombre de Muttahida Majlis-e-Amal (MMA) sorprendió en las elecciones generales del pasado octubre al obtener la mayoría de los escaños en la asamblea de la provincia de la Frontera Noroccidental, cuya capital es Peshawar.
El fuerte desempeño de la alianza también la convirtió en una fuerza clave en la formación del gobierno central, con más poder del que jamás había tenido ningún partido islámico en este país de mayoría musulmana.
Las primeras medidas del gobierno provincial para cambiar prácticas consideradas antiislámicas generaron protestas de muchos residentes, que señalaron la necesidad de atender las necesidades del pueblo en lugar de imponer normas religiosas.
La MMA está engañando al pueblo. Está desviando la atención de los problemas reales, opinó Hussain Shah, estudiante de la Universidad de Peshawar.
Sus medidas no van a resolver problemas vitales de la ley y el orden ni el desempleo, ni mitigarán el sufrimiento de las personas comunes, añadió.
En su discurso inaugural luego de asumir el cargo, el 30 de noviembre pasado, Durrani dio el tono de lo que sería su gobierno al anunciar la prohibición del alcohol, los juegos de azar y la difusión de música en los medios de transporte público.
Luego llegó el turno de los cines y las tiendas de videos. Las autoridades hicieron retirar los carteles de las salas de cine y confiscaron cassettes y discos compactos con supuesto contenido pornográfico.
Además, varias personas fueron arrestadas bajo el cargo de propagación de la vulgaridad.
Las autoridades también realizaron una operación en el mercado Karjano, donde se vende mercadería de contrabando, para confiscar discos compactos y drogas afrodisíacas que luego quemaron en un parque público.
Algunos observadores señalaron que la MMA está tratando de complacer a su electorado, incluso al costo de poner en aprietos al gobierno federal.
El gobierno de la MMA todavía no ha determinado una estrategia para gobernar, comentó Nasir Alí, profesor de economía de la Universidad de Peshawar. Lo poco que ha hecho hasta ahora ha sido básicamente para complacer a sus votantes, agregó.
Partidos opositores afirmaron que la alianza islámica no está cumpliendo sus promesas electorales y que las medidas que toma ni siquiera son sinceras.
Un ejemplo es la prohibición del alcohol, que ya estaba prohibido en el país, comentó Haji Mohammad Adeel, ex ministro provincial y líder del opositor Partido Nacional Awami.
Durante la campaña electoral, los líderes de la MMA prometieron cambiar el estilo de gobierno estableciendo oficinas en mezquitas y tomando medidas de austeridad, pero ese no ha sido el caso, señaló Adeel.
De hecho, es al contrario. Hicieron su campaña en bicicleta y ahora viajan en autos modernos y lujosos, agregó.
Otras promesas electorales fueron la introducción de un sistema bancario libre de intereses y la expulsión de los soldados estadounidenses que operan en territorio pakistaní en busca de miembros de los grupos radicales islámicos Al Qaeda y Talibán.
Los líderes de la MMA dijeron reiteradamente que los partidos islámicos no tolerarían las actividades de las fuerzas de Estados Unidos en Pakistán, un aliado de Washington en la guerra contra el terrorismo.
Una resolución aprobada por la asamblea provincial condenó un bombardeo estadounidense en territorio nacional, junto a la frontera con Afganistán, a principios de este mes.
La asamblea también exhortó a la creación de un sistema bancario libre de intereses, de acuerdo con la práctica islámica.
Otra resolución del cuerpo legislativo, que según los críticos le costaría mucho a la provincia, recomendó al gobierno provincial abolir los impuestos a la propiedad y a la tenencia de armas y las patentes de vehículos.
La eliminación de esos impuestos no sólo privaría a la provincia de fondos de los organismos internacionales de crédito, sino que volvería casi imposible la supervivencia del gobierno, que tiene una base fiscal muy pequeña.
Aunque esas resoluciones no son obligatorias y seguramente no llegarán a aplicarse, reflejan las intenciones del gobierno de la MMA. Es muy distinto conducir una 'madrasah' (seminario islámico) y administrar un gobierno. Deben aprender eso primero, dijo Nasir.
Mientras, la MMA prepara manifestaciones de protesta contra la acción militar que Estados Unidos planea en Iraq.
Si Islamabad respalda esa guerra de Washington, los líderes islámicos lanzarán un movimiento de desobediencia civil, advirtieron. (