MUSEOS-CANADA: Mortales pantanos europeos

Críticos de arte de Canadá condenaron una exposición de objetos antiguos encontrados en pantanos de Europa porque incluye cuerpos momificados de seres humanos, algunos de ellos muertos de forma violenta.

La exposicion, titulada ”Muysterious Bog People” (”Misteriosas personas del pantano”), se presenta alternativamente en museos de Alemania, Canadá y Holanda. Se trata de una impresionante muestra de joyas, monedas, herramientas, ropas y trabajos en piedra del neolítico. También incluye la embarcación más antigua del mundo.

Los arqueólogos encontraron estos artefactos en los pantanos de Alemania, Dinamarca y Holanda.

En la exposición se presenta un verdadero tesoro de obras de arte y artesanías maravillosamente preservadas, pero también unos 100 cadáveres momificados encontrados en pantanos de turba (densa materia orgánica que es usada como combustible cuando se seca) en el siglo XX.

La mayoría de los cuerpos encontrados tienen señales de una muerte violenta, como profundos cortes en la garganta, vientres abiertos e incluso sogas intactas alrededor del cuello.

En especial, la muestra de siete de estos cuerpos provocó la indignación de los expertos en arte canadienses.

Los códigos éticos de los museos prohiben la exhibición de cuerpos o esqueletos de aborígenes canadienses, y los críticos señalan que se debería respetar el mismo principio en este caso.

”Lo que yo creo es lo que mucha gente cree. Exhibir restos humanos es en verdad despreciable. Es muy irrespetuoso hacia los muertos”, dijo la directora nacional de la Conferencia Canadiense de Arte, Megan Williams.

Apenas comenzó la exposición, el Museo de la Civilización de Canadá devolvió en secreto decenas de esqueletos de aborígenes a sus comunidades. Los cadáveres habían sido hallados en excavaciones arqueológicas o durante trabajos de construcción.

La directora de exposiciones del Museo de la Civilización, Sylvie Morel, dijo que los cuerpos son mostrados con respeto y señaló que la exposición pone énfasis en los artefactos únicos recuperados de los pantanos.

Pero lo que más llama la atención en la muestra es una joven de 16 años asesinada, hallada en Holanda, y un guerrero muerto en batalla, encontrado en un pantano de Alemania. Estos dos cuerpos, que datan de la edad de hierro, son presentados con dibujos que intentan recrear cómo eran estas personas antes de morir.

El cuerpo de la joven resultó bastante perturbador para los críticos, pues todavía tiene la soga que usaron para estrangularla. Asimismo, en la garganta del guerrero todavía se puede ver el corte que lo mató.

El Museo de Civilización, como todos los museos canadienses, se niega a exhibir restos de aborígenes norteamericanos porque considera que la práctica es ofensiva. Pero no tiene una política similar cuando se trata de cadáveres de otras procedencias.

La Asociación de Museos Canadienses sostiene que la exposición de restos humanos es inaceptable sólo si ofende a la cultura a la que éstos pertenecen.

Los periódicos canadienses publicaron las cartas de personas ofendidas por la exposición.

”Me niego a creer que soy el único que está disgustado. ¿Qué importa si los cuerpos tienen 100, 1.000 o 10.000 años? ¿Qué nos da el derecho de exhibir los restos de estos hombres y mujeres?”, ecribió Joseph Robillard, de Gloucester, Ontario (este), en una carta enviada al diario Ottawa Citizen.

El museo señaló que hasta ahora recibió sólo una carta de queja.

Pero, más allá de la controversia, se trata de la más completa exposición de artefactos del neolítico y de la edad de hierro europea llevada a América del Norte.

Luego de la era del hielo, el noroccidente de Europa se volvió sumamente húmedo y se formaron enormes pantanos, lo que llevó a que los pueblos se trasladaran a zonas más altas y secas.

Estos pueblos ofrendaban infinidad de objetos, como herramientas, instrumentos musicales, joyas y monedas, a los espíritus de los pantanos.

Quizás lo más importante de la exposición es la canoa más antigua del mundo que se conoce hasta ahora. Fue encontrada en 1955, cuando se estaba construyendo una autopista en el norte de Alemania, y dataría del año 8.000 antes de Cristo.

Hace unos 200 años, los europeos comenzaron a explotar la turba de los pantanos para usarla como combustible y hallaron entonces un gran número de artefactos antiguos.

La exposición estará un año en América del Norte antes de regresar a Europa. (

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