Un pequeño canal de televisión de México, cuyas instalaciones fueron tomadas en diciembre por hombres armados a la orden del poderoso consorcio TV Azteca, reanudó sus transmisiones tras un proceso judicial y administrativo que puso en entredicho la imparcialidad del gobierno.
Corporación de Noticias e Información (CNI), firma que realiza la programación de la privada Televisión del Valle de México (TVM), volvió a transmitir el lunes de noche, un mes después de que se suspendiera su señal por la fuerza.
CNI, que desde 1994 opera el canal 40 por concesión gubernamental de un espacio radioeléctrico que por ley pertenece al Estado, se caracteriza por realizar noticieros críticos del gobierno y por una programación alternativa y novedosa.
TV Azteca, una de las mayores cadenas de televisión de México, tomó por la fuerza el 27 de diciembre las antenas transmisoras de TVM en la capital, con el argumento de que había ganado un laudo arbitral que dirimió sobre un deuda que debe pagarle el canal 40.
Hombres armados irrumpieron en el edificio en que se hallan las antenas de transmisión y, tras someter a varios trabajadores, se apoderaron de la señal de televisión.
El hecho fue calificado de delictivo por un juez, aunque TV Azteca transmitió por el canal incautado su propia programación hasta el 9 de enero.
Finalmente, el gobierno de Vicente Fox decidió en un acto administrativo quitar la señal a Azteca y asegurarla hasta que las partes en conflicto arreglasen su disputa, según dijo.
Legisladores, incluso los oficialistas, académicos de la comunicación y columnistas de los principales diarios del país criticaron la actitud del gobierno y exigieron regresar la señal al canal 40, dueño de la concesión.
También exigieron a las autoridades censurar a TV Azteca por tomar a la fuerza una señal ajena, pero su demanda no tuvo eco.
Disconforme con la intervención del gobierno en el caso, CNI interpuso varios recursos legales hasta que un juez le dio la razón y ordenó el fin de semana devolver la señal a su legítimo dueño.
En este caso, el gobierno federal ha traicionado su papel como garante del derecho y con omisiones y acciones ha patrocinado a una de las partes, TV Azteca, en un litigio (por deudas) que se ventilaba en los tribunales, escribió el columnista Miguel Granados, del diario Reforma.
La esposa de Fox, Martha Sahagún, mantiene con TV Azteca un campaña caritativa a favor de niños indígenas y los noticieros de la cadena son favorables al gobierno.
Desde octubre, el presidente Fox y las dos principales cadenas de televisión (TV Azteca y Televisa) viven una etapa de cercanía, gracias a que el gobierno disminuyó el espacio que las emisoras debían ceder al Estado a modo de pago de impuestos.
Para el comunicólogo Efraín Mesías, en el caso de Azteca y CNI, el gobierno actuó mal y con apego a la firma que lo favorece.
Fox hizo lo mismo que hubiese hecho un presidente en los tiempos del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México de 1929 a 2000, opinó Mesías.
La relación entre los medios de comunicación y el PRI fue tradicionalmente estrecha, tanto que en los años 60 y 70 se veía como un hecho normal que los dueños de las emisoras de televisión y de periódicos y radioemisoras se afiliaran al partido de gobierno y aceptaran cualquier tipo de censura de parte del presidente.
La independencia de los medios de comunicación comenzó a ganar terreno en los 80, pero las dos principales empresas de televisión siempre estuvieron identificadas con el PRI hasta 2000, cuando Fox se transformó en el primer presidente ajeno a ese partido.
A pesar de tener serios problemas financieros, CNI Canal 40 venía creciendo en sintonía y se ganaba poco a poco un lugar en el mercado.
TV Azteca y Televisión del Valle de México firmaron en 1998 un acuerdo para compartir programación y anunciantes. El contrato indicó que TV Azteca entregaría a su socia más de 20 millones de dólares.
La sociedad no prosperó y en 2000, TVM rompió el acuerdo y acusó a TV Azteca de buscar quebrarla financieramente para optar por la compra y apoderarse de la frecuencia. Ese hecho desató una intensa disputa en los tribunales.
La controversia enfrenta a una televisora que es dueña de varios canales y que cotiza en la Bolsa de Valores, con una pequeña empresa que tiene un canal y escasos recursos.
En diciembre, la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional otorgó la razón a las dos partes. Declaró que TV Azteca, la demandante, justificó parcialmente su acción, y la demandada, TVM, también parcialmente sus excepciones, es decir su defensa.
TV Azteca sacó de contexto la resolución y sostuvo que la corte le había dado la razón y que tenía entonces derecho a tomar las instalaciones de TVM. No obstante, ni esa resolución ni las que dictaron jueces locales le dieron ese derecho.
Tras el regreso de la señal a CNI Canal 40, directivos de TV Azteca indicaron que continuarán luchando en los tribunales por hacer valer sus derechos.
El columnista Granados cree que el gobierno actuó de forma errada en el caso poniendo en entredicho su independencia y el respeto a la libertad de expresión, al apoyar con acciones y omisiones a TV Azteca. (