El gobierno de Gran Bretaña propuso a la selección de cricket de Inglaterra suspender un partido que prevé jugar contra la de Zimbabwe en Harare en el marco de la Copa Mundial, que comenzará el mes próximo.
El gobierno del primer ministro Tony Blair lleva adelante una campaña contra el presidente zimbabwense Robert Mugabe para que cambie su controvertida reforma agraria. Pero el Consejo de Cricket de Inglagerra y Gales podría perder millones de dólares y dos puntos clave para el torneo si se niega a jugar el partido.
Las autoridades del cricket dijeron que podrían suspender el partido, previsto para el 13 de febrero, si el gobierno compensa la pérdida del dinero que recibirían del Consejo Internacional del Cricket (ICC, por sus siglas en inglés).
Pero la ministra de Cultura, Medios y Deportes, Tessa Jowell, dejó en claro el jueves en Londres, después de una reunión con autoridades del Consejo, que no habrá ninguna compensación si se decide no jugar con Zimbabwe.
Se espera que el Consejo confirme en su reunión de la semana próxima si Inglaterra, que junto con Escocia, Gales e Irlanda del Norte forma el denominado Reino Unido, participará del encuentro.
La Copa Mundial de Cricket ICC 2003 se desarrollará del 8 de febrero al 23 de marzo en Sudáfrica, aunque algunos partidos se jugarán en estadios de Kenia y de Zimbabwe.
Hemos aclarado a las autoridades del cricket que creemos inapropiado que vayan, y espero que tomen en consideración el consejo. No obstante, si Inglaterra jugará o no, es decisión de ellos, afirmó Blair en la Cámara de los Comunes el miércoles.
El Consejo subrayó que hay más de 400 compañías británicas que siguen haciendo importantes negocios en Zimbabwe y que el gobierno no les ha pedido que abandonen ese país africano.
También recordó que varios atletas zimbabwenses asistieron en 2002 a los Juegos de la Comunidad Británica (Commonwealth), que además sirvieron para festejar las bodas de oro de la coronación de la reina Isabel II de Inglaterra.
En el centro de la disputa está la reforma agraria en Zimbabwe y el destino de unos 4.300 granjeros blancos de origen británico. La población de Zimbabwe es de 12,5 millones, y los blancos llegan a 70.000.
Hasta 2000, los 4.300 granjeros blancos eran dueños de unas 11 millones de hectáreas de tierra fértil, y más de un millón de negros eran propietarios de 16 millones de hectáreas de tierra, la mayoría yerma.
Mugabe se propuso devolver la tierra fértil a la población negra desde que se declaró la independencia del país en 1980 y él asumió el poder, entonces como primer ministro. La constitución fue reformada en 1987 y entonces pasó a ser presidente.
Luego de muchas querellas legales, Mugabe logró expropiar 1.500 granjas en 1997. La última ola de toma de granjas, que tuvo a menudo un cariz violento, comenzó hace dos años, y ahora menos de 500 granjeros blancos permanecen ante la ley como propietarios de sus tierras.
La campaña de Mugabe provocó duras condenas de Gran Bretaña y de otros países occidentales.
Los granjeros blancos apoyan la postura del gobierno de Blair y se oponen a que Inglaterra juegue el partido. También critican al ICC por elegir a Zimbabwe para algunos partidos del torneo.
Mugabe es el patrocinador del cricket en Zimbabwe, dijo a IPS John Worsley-Worswick, vicepresidente de la organización Justicia para la Agricultura, que reúne a los granjeros blancos.
Jugar la Copa Mundial en Zimbabwe significa apoyar lo que ocurre aquí. Este asunto va más allá del deporte y la política, porque somos testigos de un masiva violación de derechos humanos. El asunto debe discutirse en estos términos, añadió Worsley- Worswick.
Un portavoz del Alto Comisionado de Zimbabwe en Londres dijo a IPS que la polémica sobre el partido era inútil, y señaló que los granjeros blancos se fueron porque no estaban dispuestos a dar la tierra que tenían en exceso, pero que el gobierno de Mugabe les dejó tener una granja para cada uno.
El portavoz sostuvo que el ICC no tuvo problemas en elegir a Zimbabwe para ser sede de algunos partidos porque constató que es un país seguro, quizás más seguro que Gran Bretaña.
El académico zimbabwense George Shire, de la Universidad Abierta de Gran Bretaña, dijo a IPS que ni la oposición en Zimbabwe se niegan a que parte de la Copa Mundial de cricket se juegue en ese país.
El cricket es cada vez más popular Zimbabwe, pero en especial en zonas urbanas. En el campo hay hambre. La gente quiere comida y agua, y no le importa si hay cricket o no, dijo el académico.
Shire consideró absurdo sostener que la reforma agraria es la causante del hambre en Zimbabwe. Muchos de los países limítrofes, que no aplicaron reformas, sufren problemas similares, señaló.
Seis países jugarán en estadios zimbabwenses. Holanda, India, Nambia y Pakistán no formularon objeciones, pero Australia se unió a la postura de Grn Bretaña, que se opone a la disputa de partidos. (