Las autoridades de India negaron la visa a destacados activistas del vecino y rival Pakistán para asistir al Foro Social Asiático (FSA), que congrega a unos 10.000 delegados en esta ciudad del 2 al 7 del corriente.
Altos funcionarios recibieron órdenes superiores de impedir la participación de reconocidos pacifistas pakistaníes, reveló a IPS Amit Sengupta, miembro de la comisión organizadora del FSA, previo al Foro Social Mundial que tendrá lugar del 23 al 28 de este mes en la ciudad brasileña de Porto Alegre.
Esto es muy decepcionante, dado que el FSA representaba una oportunidad de contacto de pueblo a pueblo y de movimiento a movimiento en momentos de renovadas amenazas entre ambos vecinos armados de bombas nucleares, lamentó Sengupta.
Sengupta es líder del Foro de Ciencia de Delhi, una organización voluntaria de científicos y sociólogos opuestos al armamentismo nuclear de India, que en 1998 desató una peligrosa carrera atómica y misilística con Pakistán.
La feminista y activista de los derechos humanos Asma Jehangir, junto con los científicos antinucleares Pervez Hoodbhoy y A.D. Nayyar, encabezan la lista de personalidades que no pudieron obtener la visa pese a varias semanas de presión de la comisión organizadora en Nueva Delhi.
Mientras, I.A. Rehman, director de la Comisión Pakistaní de Derechos Humanos y miembro de la Coalición de Pakistán para la Paz, recibió la visa pero sus movimientos fueron limitados a las ciudades de Nueva Delhi y Mumbai (ex Bombai).
El hecho revela la determinación del gobierno indio de impedir la llegada de activistas pakistaníes a la meridional Hyderabad, señaló Sengupta.
Nayyar, físico nuclear a investigador del Instituto de Pakistán para el Desarrollo Sostenible, fue noticia por su divulgación de informes según los cuales Pakistán habría vendido a Corea del Norte tecnología nuclear para misiles originada en China.
La negación de las visas a varios miembros de la delegación pakistaní fue dada a conocer el jueves en la sesión plenaria inaugural del foro por Nirmala Deshpande, seguidor del líder independentista y pacifista Mahatma Gandhi, quien se oponía a la división de India para dar origen al Pakistán islámico.
Vergüenza, verguenza, respondieron a gritos los delegados, procedentes de diversos países asiáticos y también de otras partes del mundo.
Los participantes del FSA incluyen representantes de comunidades marginadas, desplazados internos, sindicatos, profesionales de la salud, economistas y pacifistas que rechazan ciertos aspectos del proceso de globalización.
El FSA está inspirado en el Foro Social Mundial, el evento anual de Porto Alegre, Brasil, que ha desafiado a las instituciones de Bretton Woods, es decir el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, explicó Probir Purkayastha, miembro de la comisión organizadora.
El Foro Social Mundial es un espacio de encuentro, reflexión, debate y formulación de propuestas de grupos de la sociedad civil opuestos al neoliberalismo y al dominio del mundo por el capital y cualquier forma de imperialismo.
El Foro se propone debatir alternativas para construir una globalización solidaria, respetuosa de los derechos humanos y del ambiente, apoyada en la democracia y la justicia social.
Las dos primeras ediciones del Foro Social Mundial se realizaron en Porto Alegre al mismo tiempo que el Foro Económico Mundial de Davos, su contracara.
Además de la conferencia de Porto Alegre, se están organizando foros sociales regionales y temáticos para profundizar el debate de cuestiones específicas consideradas prioritarias por el Consejo Internacional del Foro Social Mundial.
Los principales temas del FSA son: paz y seguridad; deuda, desarrollo y comercio; estados nacionales, democracia y exclusiones; ecología, cultura y conocimiento; infraestructura social, planificación y cooperación, y alternativas y movimientos humanos.
Según Kamal Mitra Chenoy, de la Facultad de Estudios Internacionales de la Universidad Jawaharlal Nehru, en Nueva Delhi, el FSA tiene especial importancia porque Asia se ha vuelto el foco del neoimperialismo posterior a los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
Muchos delegados expresaron su temor a que un ataque a Iraq tenga consecuencia catastróficas, no sólo en Medio Oriente sino también en Asia y otras regiones.
Debemos apoyar a los pueblos de Iraq y Palestina en la lucha contra el imperialismo, dijo al foro el economista Prabhat Patnaik.
Las cuestiones económicas no quedaron atrás. Precisamos más que nunca la unidad de todas las fuerzas comprometidas con un orden mundial justo. Esta es la esencia de la lucha contra la globalización, destacó Medha Patkar, líder de la Alianza Nacional India de Movimientos Populares.
El mundo se encuentra en una encrucijada histórica, ante la inminencia de la guerra contra Iraq, el creciente poder de las empresas multinacionales y el aumento de la pobreza por la globalización, subrayó Walden Bello, director del grupo de expertos Focus on the Global South, con sede en Tailandia.
Pero toda crisis implica también una oportunidad. El imperialismo de Estados Unidos provocó una contrarreacción en Medio Oriente, Asia meridional, Corea del Sur, Brasil, Venezuela y Ecuador, afirmó. (