AMBIENTE-EL SALVADOR: Ecologistas versus Coca-Cola

La filial en El Salvador de la compañía embotelladora del refresco Coca-Cola se defiende de acusaciones de acaparar los escasos recursos hídricos de una zona de ese país, donde los ríos que no se han secado o desaparecido están contaminados.

La sociedad Embotelladora Salvadoreña (Embosalva), perteneciente al consorcio Agrisal, destinó hace tres años 23 millones de dólares para construir Nixtapa, su segunda fábrica, en el norteño municipio de Nejapa, justo sobre un importante cinturón de mantos acuíferos.

Pero la compañía – – con una nómina de 120 empleados que envasan 100.000 cajas diarias de Coca-Cola y otras bebidas gaseosas – – , se mudó a ese sitio tras haber agotado los manantiales de Soyapango, donde comenzó a funcionar su primera envasadora en 1979, aseguró el director del Centro de Estudios de Tecnología Apropiada, Ricardo Navarro.

En los municipios de Soyapango, Ilopango y San Marcos, el servicio de agua potable cubre apenas ocho horas diarias y la calidad del agua no asegura la salud de los residentes, lo que alienta el crecimiento del mercado de agua envasada, reveló el Informe de Desarrollo Humano 2001 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Unos 350.000 residentes de Soyapango son abastecidos con agua procedente de las reservas subterráneas de Nejapa, pues los ríos cercanos están contaminados, se secaron o desaparecieron debido a la urbanización intensiva.

Navarro lamentó que las autoridades no cuenten con recursos para medir la cantidad de agua que extrae la empresa. ”Primero hay que garantizar que la gente tenga agua. La Coca-Cola, como bebida, no es más importante”, dijo el ecologista.

Las leyes salvadoreñas no obligan a pagar derechos de explotación, usufructo o compensación por el uso de fuentes hídricas.

Grupos ambientalistas aseguran que las trasnacionales de refrescos contribuyen a la crisis global del agua.

En dos o tres décadas más no habrá agua suficiente en el planeta para cubrir las necesidades humanas y a esa catástrofe contribuyen al menos 10 compañías trasnacionales, incluida Coca- Cola, señalan los canadienses Maude Barlow y Tony Clarke en su libro ”Blue Gold”.

Pero Embosalva asegura que obtuvo en 2002 la certificación ISO 14001, que garantiza la adhesión de una firma a las normas ambientales internacionales vigentes.

En 18 meses construyó una planta de tratamiento de líquidos residuales, a un costo de 1,5 millones de dólares.

”Nos preocupamos por preservar los recursos naturales. Somos la primera empresa salvadoreña y la primera embotelladora de Coca- Cola de la división Norte, que abarca desde México hasta Colombia y el Caribe, en cumplir con la norma ISO 14001”, afirmó José Carlos Bonilla, presidente de Embosalva.

La compañía cuenta con programas de reforestación, dispone de un vivero que obsequia especies arbóreas durante las campañas ”Misión planeta”, y auspicia jornadas de recolección de desechos plásticos.

De esa forma, destacó Bonilla, la empresa aplica una política de responsabilidad hacia el medio ambiente.

* Publicado originalmente el 25 de enero por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica. (

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