La huelga general que mantiene casi paralizada la producción de petróleo de Venezuela llevó esta semana los precios del crudo a su punto más alto en dos años y ahondó la preocupación internacional por este proveedor estratégico de Estados Unidos.
El crudo Brent del mar del Norte se transó este viernes en el mercado de Londres entre 29,96 y 31,39 dólares por barril de 159 litros, y el promedio de la semana fue de 30,02 dólares por barril, informó el Ministerio de Energía de Venezuela.
En Nueva York, el crudo West Texas Intermediate (o crudo dulce ligero) se vendió durante la jornada a 32,31 dólares por barril, tras haber alcanzado el jueves 32,49 dólares, con un promedio semanal de 31,08 dólares por unidad.
La canasta de siete crudos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) alcanzó durante la semana un promedio de 29,95 dólares por barril.
Estos valores son los máximos registrados desde enero de 2001. El Brent traspasó incluso el pico de 31,05 dólares por barril que había alcanzado tras los atentados terroristas contra Estados Unidos el 11 de septiembre del año pasado.
Los precios elevados responden asimismo a la posibilidad de una guerra de Estados Unidos contra Iraq, que exporta más de dos millones de barriles diarios, y por el avance del invierno boreal en la región nororiental estadounidense, que aumenta el valor del combustible para calefacción.
Venezuela, único miembro latinoamericano de la OPEP, producía antes de la huelga 2,8 millones de barriles por día, equivalentes a 3,7 por ciento de la demanda mundial, y exportaba 2,4 millones de unidades, destinando 1,5 millones de barriles diarios a Estados Unidos.
El suministro venezolano representa aproximadamente 10 por ciento del consumo y 15 por ciento de las importaciones estadounidenses de petróleo.
La huelga general lanzada el 2 de este mes por la federación empresarial Fedecámaras y la Central de Trabajadores de Venezuela para deponer al presidente Hugo Chávez, cuenta con la adhesión de cientos de gerentes y técnicos de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
De acuerdo a su presidente, Alí Rodríguez, Pdvsa produce apenas 700.000 barriles por día, y según el huelguista sindicato de gerentes Gente de Petróleo, la producción diaria es inferior a 200.000 barriles.
El ministro venezolano de Energía, Rafael Ramírez, sostuvo que trabajamos día y noche para superar las acciones de sabotaje y restablecer la normalidad en la industria, especialmente en las refinerías orientadas al mercado interno de gasolina y gas.
Ramírez admitió que la huelga llevó la industria al borde del colapso, con pérdidas estimadas de 1.400 millones de dólares, aunque la pérdida mayor es de la reputación de Venezuela como seguro proveedor de sus clientes, añadió.
Pdvsa tiene en sus depósitos más de 10 millones de barriles de crudo, que necesita vaciar para que reciban nuevas extracciones de los pozos, y permitir la producción del gas asociado al petróleo.
Pero hasta ahora, la empresa sólo ha podido despachar unos pocos buques hacia Estados Unidos y otros mercados, porque también los capitanes y oficiales de la marina mercante sostienen la huelga.
Empresas navieras internacionales y algunas petroleras habrían instruido a sus buques para que no carguen hidrocarburos venezolanos, presuntamente para apoyar el conflicto o por temor a maniobras en puertos no cubiertos por sus primas de seguro, ya que operadores portuarios también participan de la huelga.
El gobernador del oriental estado de Sucre, Ramón Martínez, dijo tras dirigir el abordaje de uno de los barcos rebeldes, que trasnacionales como (las estadounidenses) Exxon y Phillips ordenaron a sus buques no cargar petróleo venezolano.
Martínez mencionó los cargueros Germar Ajas, de Phillips Petroleum, y Antipolis y Nord Ocean, de Exxon Mobil, que navegan frente a puertos del oriente venezolano.
Las refinerías de la empresa Citgo, propiedad de Pdvsa en Estados Unidos, debieron comprar esta semana a terceros más de un millón de barriles de crudo, pues desde Navidad sólo un buque- tanque, el Zeus, zarpó desde Venezuela para llevar a la filial un cargamento de 600.000 barriles.
El legislador del gobernante Partido Republicano de Estados Unidos, Billy Tauzin, presidente del Comité de Energía de la Cámara de Representantes, sugirió al gobierno de George W. Bush que estudie recurrir a las reservas estratégicas ante el pronunciado impacto de la crisis de Venezuela en la economía estadounidense.
Fuentes del Departamento (ministerio) de Energía estadounidense aseguran que aún no se considera esa posibilidad.
Hay precios altos, pero no una crisis petrolera, explicó por su parte Ron Planting, del Instituto Estadounidense de Petróleo (API, por sus siglas en inglés).
Las reservas petroleras de Estados Unidos son de unos 600 millones de barriles y de sus grifos pueden salir hasta cuatro millones de barriles por día.
Entre 1990 y 1991 Estados Unidos utilizó 21 millones de barriles de sus reservas para aliviar el mercado, tras la invasión iraquí a Kuwait.
En 1996 y 1997, Washington empleó 28 millones de barriles para pagar operaciones gubernamentales, y en 2000 destinó 30 millones de barriles para deprimir los precios, que crecieron al conjuro de las huelgas de transportistas en Europa.
Gobierno y oposición mantienen en Venezuela su áspera confrontación, mientras sindicatos de petroleros, empresarios y trabajadores reclaman la renuncia de Chávez.
El mandatario echa mano a importaciones de gasolina desde Brasil y Trinidad-Tobago, en su empeño por reactivar las refinerías e intentar quebrar la huelga.
El embajador de Estados Unidos en Venezuela, Charles Shapiro, se reunió este viernes con Chávez y sostuvo luego que seguimos sugiriendo a las partes que lleguen pronto a una solución negociada, pacífica, democrática y electoral, en beneficio de Venezuela, de los países vecinos y de los países socios como nosotros. (FIN/IPS/hm/dcl/if/ip/02