Corea del Norte desafió esta semana a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), al anunciar que reanudará su programa nuclear y que podría expulsar a inspectores de armas del foro mundial, pero es poco probable que eso tenga consecuencias a corto plazo.
En la actualidad, Estados Unidos no desea que la atención del Consejo de Seguridad de la ONU se dirija a Corea del Norte y deje de centrarse en Iraq, acusado por Washington de desarrollar armas de destrucción masiva, dijo a IPS este viernes un embajador del mundo en desarrollo.
Sin embargo, el Consejo fue capaz de actuar con gran rapidez ante una potencial amenaza militar iraquí, y podría involucrarse también en la crisis norcoreana, comentó.
Pero no hay indicios de que el Consejo se proponga realizar una reunión formal para discutir la cuestión, dijo este viernes a IPS un portavoz de la ONU.
Esta semana, Pyongyang amenazó con expulsar a los dos inspectores de la ONU que supervisan sus instalaciones nucleares, y declaró que se propone poner en funcionamiento el reactor nuclear de su occidental complejo de Nyongbyong, cerrado en 1994 en el marco de un acuerdo con Washington.
El gobierno norcoreano alegó que eso apunta a resolver un urgente problema de escasez de energía eléctrica, debido a que Estados Unidos y otras naciones occidentales suspendieron sus envíos de petróleo a Corea del Norte.
Esa suspensión fue decidida tras informes de que el gobierno norcoreano realizaba en secreto esfuerzos para reanudar su programa de desarrollo de armas nucleares, en violación del acuerdo de 1994 con Estados Unidos.
Las instalaciones de Nyongbyong son irrelevantes para producir electricidad, aseveró el jueves Mohamed El Baradei, director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
La AIEA es un organismo intergubernamental de cooperación científica y técnica para el uso pacífico de la tecnología nuclear.
El Baradei criticó a Corea del Norte, miembro pleno de la ONU desde septiembre de 1991, por la decisión de reanudar el programa nuclear, y arguyó que ese país no puede en la actualidad usar plutonio para ningún objetivo legítimo.
Avanzar hacia el funcionamiento de instalaciones nucleares sin adecuadas medidas de seguridad y la producción de plutonio crea grave preocupación en relación con compromisos de no proliferación de armas nucleares establecidos en tratados internacionales, sostuvo.
Eso equivale a una política nuclear del borde del abismo, añadió El Baradei.
Funcionarios norcoreanos rompieron los precintos que impedían el acceso a tres instalaciones en Nyongbyongm, e impide el acceso a ellas de los inspectores de armas de la ONU, señaló la AIEA.
Esas acciones unilaterales han determinado que la agencia sea incapaz de verificar que no se ha producido desvío de material nuclear con fines bélicos, destacó en un borrador de informe.
El secretario de Defensa estadounidense Donald Rumsfeld advirtió el lunes con dureza al gobierno norcoreano que no intentara aprovechar la actual concentración de Washington en la cuestión iraquí para reanudar su programa de armas nucleares.
Estados Unidos es capaz de mantener y ganar dos guerras simultáneas, aseguró.
La AIEA se propone lanzar un nuevo informe sobre la situación norcoreana en la reunión de su Consejo Directivo que se llevará a cabo en la primera semana de enero, indicó El Baradei.
La crisis norcoreana es un peligro inmediato mayor para los intereses estadounidenses que (el presidente iraquí) Saddam Hussein, opinó el presidente saliente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, Joe Biden.
Cuando (los norcoreanos) rompan los sellos de esas latas, podrán construir en pocos meses cuatro o cinco armas nucleares, aseguró.
El gobierno estadounidense ha amenazado a Iraq con un ataque por su presunto desarrollo de armas de destrucción masiva, pero no hace lo mismo en el caso norcoreano por temor a represalias de Pyongyang contra sus vecinos Japón y Corea del Sur, dos estrechos aliados de Washington, según expertos.
Estados Unidos mantiene desplegados en territorio sudcoreano a unos 37.000 soldados, vulnerables a un ataque de Corea del Norte.
El senador Richard Lugar, sucesor de Biden, opinó que un ataque preventivo estadounidense contra Corea del Norte podría provocar un devastador contraataque contra Seúl.
Mi mayor preocupación es la eventual proliferación de armas nucleares en toda la península coreana y en Japón, lo cual sería muy inconveniente para Estados Unidos y el resto del mundo, añadió. (FIN/IPS/tra-eng/td/mp/ip/02