La iniciativa de Estados Unidos para impulsar con asistencia financiera la democracia en Medio Oriente es insultante, deshonesta y antidemocrática, advirtieron analistas en la región.
Observadores consideraron que la propuesta del secretario de Estado (canciller) estadounidense Colin Powell se entromete en los asuntos internos y viola la soberanía de los países árabes. Egipto, Jordania y Qatar, firmes aliados de Washington, recibieron la iniciativa con reservas.
Powell anunció el sábado una ambiciosa iniciativa para promover la democracia, la educación y el libre mercado en Medio Oriente, y prometió un paquete de 29 millones de dólares para invertir en proyectos de educación, de participación política y de promoción a pequeñas empresas.
El anuncio responde a las acusaciones contra Washington de querer el establecimiento en la región de gobiernos autoritarios y proestadounidenses para asegurarse la oferta del petróleo y garantizar la seguridad de Israel, según analistas.
Powell indicó que el gobierno George W. Bush pedirá en 2003 al Congreso legislativo más dinero para el plan, denominado Iniciativa para la Alianza entre Estados Unidos y Medio Oriente.
El proyecto había sido ideado luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Washington y Nueva York, pero su formulación sufrió varias postergaciones, en especial debido a la situación en Iraq y en Palestina.
La iniciativa tiene la finalidad de brindar financiamiento a los gobiernos y pueblos árabes para crear una red con Estados Unidos que trabaje en pro de oportunidades económicas, políticas y educativas.
El proyecto, que incluye la participación de dirigentes políticos, periodistas y sindicalistas, ofenderá al pueblo y a los gobiernos árabes si no es puesto en práctica con cuidado y con prudencia por el gobierno de Bush, advirtieron analistas árabes.
Muchos también consideran que éste no es el momento apropiado para lanzar la iniciativa, dado el creciente sentimiento antiestadounidenses en la población árabe e islámica.
Cuando hablamos de democracia en el mundo árabe, el sistema de gobenanza se vuelve un concepto más importante que la noción de democracía en sí, subrayó la directora de la Oficina Regional de Países Arabes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Rima Khalaf Hunaidi.
Occidente también tiene que entender que la democracia como mecanismo no es tan importante como lo es su sistema de valores, añadió Hunaidi. La cultura islámica no es un obstáculo para el crecimiento de la democracia en el mundo, aseguró.
Estamos siendo testigos de un lamentable proceso de pérdida de soberanía por parte de los países árabes, dijo el columnista del diario jordano Jordan Times, Rami G. Khouri, al periódico The Gulf Today, de Emiratos Arabes Unidos.
Se trata de un proceso por el cual los gobiernos árabes pierden su capacidad de hacer elecciones políticas de acuerdo con su propios intereses, y cada vez deben tomar más decisiones que reflejen la línea preferida por Washington, añadió Khouri.
Al ofrecer dinero en efectivo y grandes promesas para promover la democracia y el pluralismo en el mundo árabe, Estados Unidos fomenta precisamente lo opuesto: un ambiente político más represivo y restrictivo, sostuvo el analista.
La ayuda financiera es insultante. ¿Cómo puede el plan ser democrático cuando los árabes no son consultados? Algunas ideas habrían sido mejor recibidas que el dinero, afirmó la analista política Assia Trabelsi.
Algunos observadores consideran que la idea de Estados Unidos es buena y que ayudará a promover el desarrollo general de la región, pero tienen temores respecto de las intenciones reales de Washington.
Primero, ¿por qué tanta urgencia para promover la democracia luego del 11 de septiembre? En segundo lugar, Estados Unidos intenta vender la idea de que promueve la democracia, pero no reconoce a Yasser Arafat como el presidente palestino, indicó Trabelsi.
Al anunciar el programa, Powell dijo que la reforma política de la Autoridad Nacional Palestina era la piedra fundamental para la paz en Medio Oriente, y reiteró el deseo del gobierno de Bush de que un nuevo líder reemplace a Yasser Arafat en la presidencia.
Powell, al anunciar la iniciativa, aplaudió las importantes reformas políticas iniciadas por Bahrein, Marruecos y Qatar, a las que denominó rayos de esperanza en la región.
El canciller de Egipto, Ahmed Maher, sostuvo que el programa estadounidense tiene algunos puntos positivos, pero no aborda el problema que es la raíz de todos los demás, advirtió, en referencia a la ocupación israelí de territorio palestino.
El rey Abdulá II de Jordania expresó el apoyo a la iniciativa estadounidense aun antes de que fuera anunciada oficialmente por Powell.
Es una iniciativa muy importante y refleja la fuerte alianza y estrechas relaciones que ambos queremos para el futuro, afirmó el rey jordano.
Es tiempo de que el gobierno de Estados Unidos ponga en práctica su visión y traduzca en pasos concretos las cifras y números contenidos en su iniciativa de alianza con el mundo árabe, señaló el periódico jordano Al Rai en su edición del domingo.
Mientras, Powell dijo que Arabia Saudita deberá buscar su propio camino.
Respeto la cultura (saudita), su herencia y tradiciones, pero creo que ahora deberían comenzar a examinar esas tradiciones y prácticas para ver si es apropiado o no introducir cambios, dijo Powell al periódico árabe Al Quds Al Arabi, editado en Londres.
Washington tiene problemas con Riyadh desde los atentados de 2001, en especial luego de que se divulgara que 15 de los 19 supuestos atacantes suicidas eran de nacionalidad saudita.
No le compete a Estados Unidos dictar cambios, pero sí podemos discutirlos con nuestros amigos. Depende de los sauditas decidir cómo desean transformar su sociedad de manera que puedan estar preparados para el siglo XXI, señaló Powell. (FIN/IPS/tra- eng/na/nj/js/rp/mj/ip/02