Las negociaciones intergubernamentales para un convenio internacional sobre control del tabaco se reanudarán la semana próxima, en medio de presiones de la comunidad sanitaria y de organizaciones independientes, que reclaman acciones enérgicas en defensa de la salud pública.
Delegados de los 192 estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) examinarán entre el 14 y el 25 de este mes en Ginebra el borrador de un convenio presentado en julio por el presidente del órgano de negociación intergubernamental, el representante brasileño Luis Felipe de Seixas Correa.
La iniciativa, cuestionada por un puñado de compañías que controlan la industria tabacalera en el mundo y por cultivadores de algunos países, se propone dictar normas internacionales para poner freno a la publicidad, la promoción, la venta y el contrabando de los productos del tabaco.
Pero algunas organizaciones no gubernamentales, como la Red por la Responsabilidad de las Transnacionales del Tabaco (NATT), han calificado de demasiado débil al texto presentado por el negociador de Brasil.
La NATT, con sede en la nororiental ciudad estadounidense de Boston, demandó el fortalecimiento definido del texto antes de su aprobación, que debería producirse en la próxima Asamblea Mundial de la Salud, a realizarse en mayo de 2003.
La directora general de la OMS, Gro Harlem Brundtland, advirtió que las negociaciones se encuentran en un momento crítico. Los trabajos técnicos se han completado y ha llegado la hora de que todos los países demuestren su determinación de contener la epidemia de tabaquismo, precisó.
El consumo de los productos del tabaco es responsable de la muerte de 4,9 millones de personas por año en el mundo. Por eso un convenio vigoroso puede salvar muchas vidas, pero, cuanto más se tarde, las defunciones aumentarán y más niños adquirirán el hábito de fumar, previno Brundtland.
Con las tasas actuales de consumo se proyecta un número de decesos anuales de 10 millones para 2020. Sin embargo, el director ejecutivo de la OMS, Derek Yach, opinó que esa cifra puede subestimar la gravedad del fenómeno.
Las tendencias de las tasas de mortalidad relacionadas con el tabaco se basan en los patrones de consumo vigentes entre 10 y 20 años atrás. Las dos variables principales para determinar la tendencia son los indicadores de consumo en la juventud y los de abandono del hábito de fumar entre los adultos, explicó Yach.
En China, donde fuman 320 millones de personas y muere un millón cada año como consecuencia del consumo del tabaco, la cantidad de abandonos entre los adultos es muy inferior que en Europa y América Latina.
Sin embargo, el gobierno de China ha adoptado decisiones correctas, mediante la aprobación de diferentes proyectos, como la iniciativa de las escuelas libres del tabaco, observó el funcionario de la OMS.
Los juegos olímpicos de 2008, que se celebrarán en Beijing, serán un certamen también libre del tabaco, precisó.
La mayoría de los deportes se han plegado de manera paulatina a las campañas contra el tabaco. El fútbol y el voleibol figuran entre los pioneros de esa iniciativa, mientras que las carreras de automóviles de la categoría Fórmula Uno renunciarán a la publicidad del tabaco a partir de 2006, citó Yach.
Precisamente, una de las críticas de las organizaciones no gubernamentales al proyecto de convenio intergubernamental apunta a la ausencia de una prohibición expresa de la publicidad, la promoción y el patrocinio que efectúan las compañías tabacaleras.
Los representantes de los estados miembros de la OMS se concentrarán en las dos semanas de negociaciones en las principales divergencias en torno a la publicidad, la promoción y el patrocinio, además de la prioridad de la salud pública sobre los intereses comerciales.
La NATT, que agrupa a más de 70 instituciones independientes de 50 países, observó que suman decenas las naciones que han reclamado una prohibición mundial de la publicidad del tabaco.
Yach citó los casos de Brasil y de Sudáfrica, donde las tasas de consumo han disminuido después de la aplicación de restricciones a la publicidad.
En ese sentido, la negociación del convenio comenzó a arrojar frutos aún antes de la sanción del tratado. El proceso de discusión ha sido casi más importante que su propio resultado, sintetizó.
Numerosos países fortalecen sus legislaciones en respuesta al problema del tabaquismo, revisan sus sistemas de cargas impositivas a los productos del tabaco y adoptan disposiciones comunitarias que nunca se habían visto.
Un ejemplo de ello es Alemania, donde el parlamento estudia proyectos para restringir el consumo de tabaco en los lugares de trabajo. Nuevas normas del mismo tipo se elaboraron en Pakistán y en India, mientras Malasia implantará la prohibición de la publicidad a partir de enero de 2003.
Pero el mercado mundial de los productos del tabaco se desplaza en forma paulatina hacia los países en desarrollo, para compensar el estancamiento de las ventas en Europa y Estados Unidos.
Las empresas tabacaleras han orientado sus estrategias de mercadotecnia y de venta hacia los países en desarrollo y a los mercados que anteriormente se encontraban cerrados, explicó el funcionario de la OMS.
La incorporación de China a la Organización Mundial del Comercio (OMC) determinó que el nuevo miembro adapte su legislación a las normas liberales del sistema multilateral.
La firma transnacional British American Tobacco (BAT) ya comenzó a instalar sus fábricas procesadoras en China y, amparada en los acuerdos de la OMC, puede importar materia prima a precios inferiores a los de la producción local, con riesgo de serios perjuicios para los cultivadores chinos, comentó Yach.
La red NATT cuestionó el borrador del convenio, porque no consagra la prioridad de la salud pública sobre el comercio y deja subordinadas las disposiciones de ese tratado eventual a las normas de la OMC. (FIN/IPS/pc/dm/he/02
