ELECCIONES-BRASIL: Entre el miedo y la esperanza

El casi seguro triunfo del ex líder sindical Luiz Inácio Lula da Silva en la segunda y definitiva vuelta de las elecciones en Brasil despierta a la vez temor y esperanza, tanto en el país como en el exterior.

Un gobierno de Lula puede precipitar en Brasil una crisis como la que viven Argentina y Venezuela, aseguró el aspirante oficialista José Serra, que intenta reducir la abultada mayoría que las encuestas otorgan al candidato del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).

Lula, que en la primera vuelta, el 6 de este mes, logró una considerable ventaja sobre sus adversarios, tiene todos los pronósticos a su favor para imponerse al oficialista Serra, su único rival, en la segunda ronda, el día 27.

Las últimas encuestas otorgan a Lula el apoyo de dos tercios de los consultados. La proyección de ese sondeo a la totalidad del cuerpo electoral, compuesto por 115 millones de personas, se traduce en una ventaja de casi 30 millones de votos a favor del candidato del PT.

En opinión de Serra, Lula puede ser comparado con el presidente venezolano Hugo Chávez, cuyo ”populismo” sería la causa de la inestabilidad política de su país, o con al ex mandatario argentino Fernando de la Rúa, a quien el colapso del sistema financiero lo llevó en diciembre a renunciar.

Las comparaciones abundan en relación al candidato de la izquierda. Nelson Mandela, el líder sudafricano cuyo gobierno acabó con el régimen racista del ”apartheid”, es el ejemplo que más aprecian algunos dirigentes del PT.

Pero oponentes más radicales recuerdan, ante la inminencia del triunfo de Lula, el trágico fin de la experiencia socialista de Salvador Allende en Chile, en 1973, o el derrocamiento de Joao Goulart en Brasil en 1964. Dos duras y largas dictaduras siguieron a la caída de Allende y Goulart.

Lula, que sólo cursó los primeros cuatro años de enseñanza primaria, fue obrero metalúrgico y perdió el dedo meñique izquierdo en un accidente laboral, es también comparado con Lech Walesa que, presidente de Polonia de 1990 a 1995, no pudo acabar con las dificultades de la transición del socialismo al capitalismo.

Para quienes reconocen una vocación socialdemócrata en el PT, el programa y el discurso moderados de la actual campaña revelarían en el partido y en Lula una evolución similar a la del laborista Tony Blair, en Gran Bretaña, o del socialista Felipe González, en España.

Pero en este final de campaña, los llamados a la esperanza se confunden con expresiones de temor ante el futuro gobierno de un obrero que no siguió estudios regulares. La incertidumbre y la inestabilidad financiera que acosan a Brasil favorecen la estrategia del oficialismo.

Es un problema de capacidad, simplifica Serra, destacando que su adversario no tuvo ninguna experiencia de gobierno hasta ahora, ya que nunca desempeñó cargos ejecutivos y sólo fue diputado en un período, a fines de los años 80.

Serra, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña, es economista y fue ministro de Planificación y luego de Salud junto a Fernando Henrique Cardoso, que comenzó su primer mandato presidencial en 1995 y en enero finalizará el segundo.

La conocida actriz de telenovelas Regina Duarte se refirió en un espacio de propaganda electoral al miedo al fracaso y al eventual regreso de la inflación en caso de que Lula llegue al poder.

Le respondió de modo contundente otra actriz, Paloma Duarte, (que no tiene parentesco con la primera). Explotar el miedo es ”terrorismo electoral, indigno de un candidato serio” a la presidencia, dijo.

La mayoría de los artistas son simpatizantes de Lula, cuya condición de gran favorito es causa de la inestabilidad cambiaria, según varios analistas. El real cede terreno ante el dólar desde mayo.

El gobierno y el mercado financiero presionan al PT y a Lula para que detallen su programa e identifiquen las primeras medidas en el area económica, incluso con una rápida designación del futuro presidente del Banco Central.

Analistas económicos de bancos internacionales e inversionistas como el húngaro-estadounidense George Soros han afirmado que Brasil está al borde del cese de pagos, debido a los altos intereses que abona para mantener el crédito externo y al crecimiento explosivo de la deuda interna, fijada en gran parte en dólares.

”Voto por la esperanza”, manifestó, en contrapartida, el obispo Mauro Morelli, un conocido líder de las corrientes progresistas del clero católito brasileño y de participación activa en los programas sociales, especialmente en el combate contra el hambre.

Al confirmarse que Lula tiene casi garantizado el triunfo en las elecciones del 27, las preocupaciones se han concentrado en las posibilidades de éxito o fracaso de su gobierno.

El desafio es enorme, dados el estancamiento económico que han provocado una serie de crisis financieras y el seguro aumento de las demandas sociales ante un gobierno de izquierda. (FIN/IPS/mo/ff/ip/02

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