El gobierno de Argentina postergará este miércoles la cancelación de una deuda ante el Banco Mundial y de ese modo pondrá en marcha la cuenta regresiva hacia un eventual cese de pagos a los organismos multilaterales.
El jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, anunció este martes que el gobierno no volverá a utilizar las reservas internacionales para atender vencimientos de deuda, por lo que se pospone el pago de 250 millones de dolares al Banco Mundial.
El reglamento del Banco Mundial concede a Argentina un plazo adicional de 30 días para efectuar la transferencia antes de declararse formalmente la falta de pago.
Argentina declaró en diciembre el cese de pagos a los acreedores privados. Pero mantuvo el cumplimiento de sus compromisos ante el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y obtuvo la postergación de algunos vencimientos.
La deuda pública argentina supera los 140.000 millones de dolares y más de la mitad está comprometida en bonos cuyos titulares, la mayoría residentes en Estados Unidos, Union Europea y Japón, amenazan con juicios multimillonarios al estado.
El presidente Eduardo Duhalde aseguró este martes que hay 80 por ciento de probabilidades de que se llegue a un acuerdo con el FMI, que evitaría el nuevo cese de pagos.
El acuerdo, postergado hace nueve meses, resulta trabajoso porque en todo el año Argentina no aceptó realizar un ajuste estructural, dijo Duhalde.
Los organismos multilaterales recomiendan políticas de ajuste que no dan resultados y en lugar de integrar a los países al mundo los aislan, afirmó el presidente.
Una delegación del Ministerio de Economía de Argentina negocia hace una semana en Washington el borrador de una carta de intención para un acuerdo que postergaría los pagos de este y del próximo año a los organismos multilaterales, que suman 18.000 millones de dólares, para permitir la reactivación económica.
La recesión comenzada a fines de 1998 se convirtió en diciembre último en una de las peores crisis de la historia de Argentina. El desempleo llega a 21,4 de la fuerza de trabajo y la pobreza alcanza a más de 50 por ciento de la población.
El gobierno declaró el cese de pago de los bonos de deuda en diciembre, al estallar la última etapa de la crisis.
Los tenedores de esos títulos están a la espera de un acuerdo de Argentina con el FMI para comenzar a negociar los plazos de recuperación de sus inversiones, y en la medida en que se demora el convenio aumenta su malestar.
Argentina advirtió en las últimas semanas que se abstendrá de saldar los proximos vencimientos ante los organismos multilaterales con reservas internacionales que este año cayeron de 15.000 a 8.900 millones de dólares.
El FMI aplazó algunos vencimientos de los últimos meses, pero sus estatutos impiden al Banco Mundial y al BID aceptar postergaciones.
El ministro de Economía, Roberto Lavagna, señaló que el gobierno argentino debe otorgar prioridad a los planes sociales, al fortalecimiento de las reservas monetarias, para evitar una nueva devaluación del peso, y al financiamiento de la recuperación económica. (FIN/IPS/mv/ff/if/02


