CUBA-EEUU: Castro espera más apoyo en ONU

Cuba espera aumentar el mes próximo el apoyo internacional a su campaña contra el embargo que le impone Estados Unidos, cuando lleve el caso por undécimo año consecutivo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

”Creemos que más países se sumarán este año y votarán a favor de nuestro proyecto de resolución”, dijo este miércoles en conferencia de prensa el canciller cubano, Felipe Pérez Roque.

La Habana presentará este punto una vez más en noviembre en la Asamblea General de la ONU, que el año pasado ya se pronunció por el levantamiento del embargo impuesto por Estados Unidos con el voto a favor de 167 estados.

El texto de resolución que será sometido a votación el 12 de noviembre insta a Estados Unidos a tomar, ”en el plazo más breve posible”, las ”medidas necesarias” para derogar las medidas restrictivas contra Cuba.

También se especifica que la llamada Ley Helms-Burton, aprobada por el Congreso estadounidense en 1996 para reforzar las restricciones contra Cuba, tiene ”efectos extraterritoriales que afectan a la soberanía de otros estados”.

Al presentar el proyecto ante la prensa, Pérez Roque insistió en que las sanciones de Washington, que Cuba denomina ”bloqueo”, no son un ”asunto exclusivamente bilateral”, pues persiguen también a connacionales de otros países que intentan relacionarse con la isla.

No sólo pensamos en Cuba y en el pueblo estadounidense sino también en empresarios y ciudadanos de otros países, cuyas actividades son afectadas por el bloqueo, señaló Pérez Roque.

En ese sentido, un informe cubano sobre el impacto del embargo precisa que las empresas Sherrit Internacional, de Canadá, y el grupo israelí BM continúan sancionados por la ley Helms-Burton.

El documento, que calcula en 643 millones de dólares las pérdidas causadas por el embargo a la economía cubana en 2001, indica, además, que la prohibición de comerciar con Cuba lesiona los intereses de empresarios estadounidenses.

”Si Cuba pudiera desarrollar el comercio con Estados Unidos bajo condiciones normales”, las compras de alimentos a los agricultores podrían llegar a más de 500 millones de dólares por encima de las que se han realizado mediante las licencias en vigor, consideró el texto.

Esas licencias fueron aprobadas por Washington para que empresas estadounidenses pudieran vender alimentos a Cuba tras el desastre causado por el huracán Michelle, que en noviembre último azotó casi la mitad de la isla.

Hasta el momento, el valor total de los productos contratados superan los 200 millones de dólares.

No obstante, el informe descartó que esas transacciones signifiquen una ”flexibilización” en la política hostil del gobierno estadounidense de George W. Bush.

”Las compras tuvieron que efectuarse bajo condiciones de estrictas restricciones y superando numerosos obstáculos”, además de que el propio Bush ”ha declarado que el bloqueo sigue en pie….y será reforzado”, añadió el documento.

La legislación estadounidense vigente desde 2000 autoriza la venta a Cuba de alimentos y medicinas, pero no permite el financiamiento público o privado para las operaciones.

Esas transacciones deben hacerse en efectivo y en barcos de Estados Unidos o de terceros países, además de que no incluyen importaciones cubanas.

Pérez Roque señaló que el embargo ”no sólo (hace sufrir) a nuestro pueblo”, sino a la mayoría de los cubanos que viven en Estados Unidos, cuyas relaciones con sus familiares en Cuba se ven afectadas por las prohibiciones.

Se estima que 1,2 millones de ciudadanos de origen cubano y sus descendientes residen actualmente en Estados Unidos.

A juicio del canciller, el proyecto de resolución contribuirá a los esfuerzos de amplios sectores de la sociedad estadounidense a favor de un cambio en la política de Washington hacia La Habana.

Creemos que ”el levantamiento del bloqueo sería también un elemento de distensión regional”, pues las sanciones ”interfieren en las relaciones normales de otros países latinoamericanos con Cuba”, comentó Pérez Roque.

El canciller sostuvo que el fin de las restricciones de Estados Unidos no afectará en ningún caso intereses económicos de terceros. ”Cuba cree que para los empresarios europeos será bueno que el bloqueo se levante”, apuntó Pérez Roque.

Asimismo, la eventual apertura del flujo turístico estadounidense hacia Cuba tampoco lesionará a otros países caribeños, añadió.

El gobierno cubano trabaja para fortalecer los destinos turísticos múltiples en el Caribe y no permitirá que se afecte la economía de las naciones vecinas, sostuvo el canciller.

Proyecciones de la organización estadounidense American Society for Travel Agencies señalan que un millón de ciudadanos de Estados Unidos viajarían a Cuba en el primer año posterior al levantamiento del embargo.

De acuerdo a la misma estimación, cinco años después del fin del bloqueo, cinco millones de turistas estadounidenses visitarían Cuba, señala el documento elevado a la ONU por el gobierno cubano.

Cuatro décadas de aplicación del embargo provocaron pérdidas de 70.000 millones de dólares a Cuba, según cálculos oficiales.

La Asamblea General de la ONU ha aprobado resoluciones contrarias al embargo desde 1992, cuando la moción cubana obtuvo 59 votos a favor, tres en contra y 71 abstenciones.

En 2001, sólo tres países votaron contra la resolución ”Necesidad de poner fin al bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos contra Cuba”, presentada por La Habana. (FIN/IPS/pg/dm/dcl/ip/if/02

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