BOSNIA-HERZEGOVINA: Cascos azules de la ONU se retiran

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) anunció este miércoles que su misión de paz en Bosnia- Herzegovina se retirará formalmente de ese país a fines de año, luego de siete años de labor.

El representante especial de la ONU para Bosnia-Herzegovina, Jacques Paul Klein, dijo que las tareas de mantenimiento de la paz a cargo del foro mundial en ese problemático país está por llegar a su fin.

”Creo que una evaluación objetiva demostraría que los resultados” de la Misión de la ONU en Bosnia-HerzegovinA ”no fueron desastrosos”, sino ”un éxito”, dijo Klein a la prensa este miércoles.

El largo esfuerzo de la ONU, iniciada tras la guerra civil de la antigua Yugoslavia entre 1991 y 1995, tuvo como saldo la muerte de 272 cascos azules Se prevé que el fin del mandato de la misión, fijado para el 31 de diciembre, no se prorrogará.

La mayoría de las misiones de paz de la ONU sufren numerosos problemas políticos, financieros y militares. En los últimos años, esas operaciones se caracterizaron por su débil mandato, la falta de fondos, el mal entrenamiento de sus soldados, la lentitud de las tropas y la carencia de equipo militar básico.

La ONU considera exitosas sus misiones de paz en El Salvador, Eslovenia oriental, Macedonia, Mozambique, Namibia y República Centroafricana, y, al menos parcialmente, en Camboya.

Pero los fracasos —entre ellos los de Angola, Haití, Ruanda y Somalia— fueron trágicos. La presencia de militares de la ONU no impidió que se cometiera en Ruanda un genocidio en 1994, en que murieron casi un millón de personas.

Klein consideró que en Bosnia-Herzegovina, en cambio, se celebraron elecciones con ”éxito”, regresó el imperio de la ley y se alcanzó una criminalidad inferior a la de la mayoría de los países de Europa occidental.

Además, el país no es más la principal puerta de entrada de inmigrantes ilegales a Europa. La afluencia de emigrantes clandestinos detectados en el país se redujo de casi 25.000 en 2000 a unos pocos cientos este año, agregó.

”En otras palabras, nuestro éxito no es abstracto: hay resultados reales en el terreno y en una zona más amplia” que incluye la antigua Yugoslavia, sostuvo.

La policía bosnia se redujo a 17.000 agentes, todos ellos entrenados de acuerdo con los criterios internacionales, y la responsabilidad por la suprevisión de la fuerza se transferirá en enero a la Misión Policial de la Unión Europea.

Todas las instituciones judiciales y policiales fueron despolitizadas, de acuerdo con las normas y procedimientos europeos.

Además, el combate contra el tráfico de mujeres derivó en el cierre de la mitad de los burdeles del país y la repatriación de más de 200 víctimas de redes de proxenetas.

La mejoría de la seguridad interna dio a los refugiados y a los desplazados la oportunidad de regresar a sus hogares. En la primera mitad de 2002 regresaron 60.000 personas, más que en los dos años anteriores sumados.

Pero a pesar de esos logros, Bosnia-Herzegovina se enfrenta con una crisis económica. Con una población de cuatro millones de personas, tiene un desempleo de 40 por ciento y un ingreso por persona de 1.000 dólares anuales, cuando en 1991 esa cifra era de 2.500.

El Alto Representante de la ONU para Bosnia-Herzegovina, Paddy Ashdown, pidió ante el Consejo de Seguridad del foro mundial este miércoles urgentes reformas económicas, pues la asistencia exterior desciende, la deuda pública crece y la inversión extranjera no es suficiente para llenar las necesidades.

La situación es ”entre seria y crítica”, afirmó Ashdown.

Casi la mitad de la población vive por debajo de la línea de pobreza. La situación ”resulta en la aparentemente irrefrenable hemorragia de los jóvenes y talentosos” que deciden abandonar el país, agregó. La mayor exportación del país es su futuro, dijo el funcionario.

Entre 1996 y 2002, casi 92.000 bosnios abandonaron el país, y las encuestas indican que más de 60 por ciento los seguiría si tuvieran posibilidades de hacerlo.

La región es aún frágil, y ciertas áreas podrían caer en crisis. ”El progreso en los Balcanes con frecuencia es frustrante: dos pasos adelante, uno atrás. Pero debemos tener cuidado de no confundir avance lento con avance nulo”, concluyó. (FIN/IPS/tra- eng/td/mj/ip/02

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