La música caribeña es cada vez más popular en la sudoriental ciudad estadounidense de Atlanta, donde miles de inmigrantes de las Indias occidentales tienen cada vez más influencia.
Atlanta, capital del estado de Georgia, al norte de Florida, es hogar de unos 70.000 descendientes de caribeños, muchos de los cuales se radicaron allí en busca de empleo, al igual que en grandes centros urbanos, como Washington, Nueva York y Chicago.
En los últimos cinco años, un gran número de restaurantes caribeños surgieron en el centro de esta ciudad de 435.000 habitantes, así como pequeñas estaciones de radio y sellos discográficos jamaiquinos que propagan la música y el estilo de vida del Caribe.
La ciudad además se convirtió rápidamente en sede de varios espectáculos de reggae y del llamado dancehall, entre ellos la serie de conciertos Las islas en el parque, lanzada en 1999 por la aerolínea Air Jamaica, y que ya había llegado a Nueva York, Miami y Washington.
Air Jamaica organizó los espectáculos con el objetivo de atraer a caribeños afincados en esas ciudades interesados en invertir en sus países de origen. Queríamos demostrar que las remesas ya no son suficientes, dijo el vicepresidente de la firma, Allen Chastanet.
Combiando la música con los negocios, la serie de conciertos al aire libre contaron con la presencia de importantes artistas, como los cantantes de reggae Maxi Priest y Freddie McGregor, el grupo de música soca Square One, de Barbados, la cantante Denyse Plummer, de Trinidad y Tobago, y el músico Shaggy, de Jamaica.
Uno de los principales promotores de la música caribeña en Atlanta es Jeremy Huskey, uno de los coordinadores del programa radial Más fuego, en la emisora WRAS 88.5 FM de la Universidad de Georgia.
Huskey, también propietario de una casa de venta de discos, trabaja en la estación de radio hace cuatro años, en los que ha promovido los últimos éxitos musicales de Jamaica, así como los clásicos de ska, el rock caribeño y el reggae.
El empresario señaló que los principales artistas del dancehall, como Bounty Killer, Beenie Man y Elephant Man, han visitado la ciudad al menos una vez al año, pero la audiencia quiere más.
Si los espectáculos fueran organizados de la forma adecuada el público los apoyaría más. Los conciertos no tienen éxito porque no cuentan con la debida promoción, afirmó Huskey.
El programa de Huskey cuenta con cada vez más audiencia, y se escucha en los estados cercanos de Tennesee, Alabama, Carolina del Norte y Carolina del Sur.
Los espectáculos también fueron una oportunidad para que varias empresas caribeñas presentaran sus productos al público estadounidense, desde alimentos hasta servicios de remesas.
Paul Weston, jefe de la oficina de publicidad de la compañía Ocho Ríos Atlanta, que distribuye productos jamaiquinos como agua de coco y frutas a las principales cadenas de supermercados, afirmó que el espectáculo Las islas en el parque estimuló a los empresarios caribeños en Atlanta.
Weston señaló que su compañía tiene una fuerte presencia en toda la ciudad, pero sus compradores siguen siendo en su mayoría caribeños.
Estamos intentando atraer no sólo caribeños, sino también a estadounidenses. Los espectáculos como estos ayudan a que los productos se difundan, señaló el empresario.
En el espectáculo se pudo ver a los propios empresarios bailar y saludar a viejos amigos.
Deberíamos tener este tipo de espectáculos todos los años, dijo Curtis Hernández, de Trinidad y Tobago, que vive hace seis años en Atlanta. (FIN/IPS/tra-eng/hc/ml/rp/mj/cr/02


