La amplia ventaja lograda por el ex líder sindical Luis Inácio Lula da Silva en las elecciones del domingo en Brasil, que lo puso a pocos votos de la presidencia, confirma a la izquierda como una de las primeras fuerzas políticas en América Latina.
Los partidos izquierdistas latinoamericanos expresaron satisfacción por el buen resultado alcanzado por Lula, aunque algunos expertos señalaron dudas sobre su capacidad para gobernar en medio de la presión de los organismos multilaterales de crédito, la inestabilidad del mercado financiero y las exigencias de sus votantes.
Lula, al frente de una coalición encabezada por el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), obtuvo el domingo 46,5 por ciento de los votos positivos (excluyendo los nulos y en blanco), el doble de lo conseguido por su único contendiente en la segunda vuelta anunciada para el 27 de este mes, José Serra, el candidato respaldado por el gobierno.
Lula tendrá un Congreso contrario que le va a poner limitaciones, a menos que logre coaliciones, y, aunque las logre, siempre tendrá un contrapoder fuerte, señaló a IPS el director de la División de Estudios Políticos del Centro de Investigación y Docencia Económica de México, Benito Nacif.
Más optimista se manifestó el líder histórico del izquierdista Partido de la Revolución Democrática, de México, Cuauhtémoc Cárdenas, quien dijo que se está nada menos que ante la oportunidad histórica de contruir la Patria Grande.
Brasil en este momento es el punto de partida y un cimiento sólido para llegar hasta ahí.
Cárdenas compitió por la presidencia de México en 1988, 1994 y 2000, y sus allegados sostienen que el triunfo de Lula lo animará a presentarse otra vez como candidato en 2006.
La holgada distancia entre Lula y Serra revela un cambio en el modelo analítico entre política y economía que caracterizó a América Latina en los años 90, dijo al diario argentino Página/12 Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Nueva Mayoría, de Argentina.
En aquellos años ganaba el candidato más racional para la economía y los partidos de izquierda eran considerados inexpertos, indicó Fraga.
El jefe de gobierno de la capital argentina, el centroizqueirdista Aníbal Ibarra, que siguió la elección desde el mismo centro de campaña del PT, en Sao Paulo, destacó que Lula es una gran posibilidad para la región y quizás el comienzo de otro tipo de relación con los organismos financieros mundiales.
Por su parte, el Partido Socialista Democrático de la Ciudad de Buenos Aires señaló que el resultado del domingo en Brasil marca un giro en la situación latinoamericana y un freno al modelo neoliberal, que también ha colapsado en Argentina.
Asimismo, la izquierda chilena recibió con alegría el triunfo de la coalición Lula Presidente en la primera vuelta electoral. El líder del PT tiene fuertes nexos con varios políticos de Chile gracias al grupo de Marbella (balneario en el norte chileno), que reúne a dirigentes izquerdistas de América.
El triunfo de Lula es un tremendo avance de las luchas democráticas, al tiempo que abre un gran desafío al progresismo a nivel internacional, afirmó el senador chileno Carlos Ominami, del cogobernante Partido Socialista.
El presidente chileno, Ricardo Lagos, aseguró en Budapest, donde cumple una visita oficial, que trabajará tan estrechamente con el nuevo mandatario (brasileño) como lo ha hecho hasta ahora con su par Ferando Henrique Cardoso, y expresó confianza en que Brasil seguirá apoyando la integración de la región.
Lula se ha manifestado partidario de profundizar el Mercado Común del Sur (Mercosur), conformado por Brasil, Argentina, Pargauay y Uruguay, y que tiene como asociados a Chile y Bolivia.
En Uruguay, el senador Reinaldo Gargano, del izquierdista Frente Amplio-Encuentro Progresista (FA-EP), señaló que el cambio (hacia los sectores progresistas) está en proceso en toda América Latina.
Una encuesta divulgada la semana pasada en Montevideo otorgó al FA-EP 52 por ciento de la intención de voto de los uruguayos con vistas a las elecciones de 2004.
En tanto, el secretario general de la Confederación General de Trabajadores Democráticos de Colombia, Julio Gómez, señaló que tomaba el triunfo de Lula como propio, porque es un trabajador el que puede llegar a la presidencia del país más grande de América Latina.
Gómez señaló que con Lula en la presidencia se podría pensar que varios países latinoamericanos inicien el proceso de una renegociación conjunta de la deuda externa.
El triunfo de Lula en la segunda vuelta del día 27 significará para América Latina una mejor concertación política regional y una estabilidad en la integración económica, sostuvo el analista político Virgilio Gómez, de la Universidad Central de Ecuador.
El movimiento indígena ecuatoriano Pachakutik festejó con una marcha este lunes en Quito el resultado de la primera vuelta en los comicios brasileños. Pachakutik considera que un gobierno de Lula tendrá un efecto importante en las fuerzas que realmente buscan cambios en América del Sur.
Mientras, la prensa cubana siguió de cerca las elecciones en Brasil. El semanario Trabajadores publicó que Lula necesitará un sólido consenso interno para poder resistir los seguros embates en su contra de parte del imperialismo norteamericano y de los guardianes del neoliberalismo en todo el planeta.
A su vez, el decano de la facultad de Economía de la Escuela Colombiana de Ingeniería, Eduardo Sarmiento, advirtió que Lula, de llegar a la presidencia de Brasil, deberá enfrentar por un lado la presión de los mercados y por otro la de sus electores, que le recordarán su promesa de cambiar el modelo económico.
Pero, mientras el resultado del domingo en Brasil despertó ilusiones en la izquierda latinoamericana, volvió a generar incertidumbre en los mercados y temores en Estados Unidos.
El mercado financiero y de cambios en Brasil operó con fluctuaciones este lunes.
Para el mercado lo que cuentan son las definiciones y certidumbres, lo más claras y rápido posible. Con una segunda vuelta, retornan las indefiniciones al sector, explicó Roberto Troster, economista jefe de la Federación de Asociaciones de Bancos de Brasil.
En Washington, 10 legisladores el gobernante Partido Republicano enviaron una carta al presidente George W. Bush expresando preocupación por el posible triunfo de Lula en la segunda vuelta presidencial.
Los legisladores subrayaron que el líder del PT fue uno de los fundadores del Foro de Sao Paulo, que reúne a partidos de izquierda de América, y que tiene estrechas relaciones con el dictador comunista Fidel Castro.
Sin embargo, el director del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown, de Estados Unidos, Arturo Valenzuela, entiende que la relación de Washington con un eventual gobierno de Lula será mejor que la que mantiene con el gobierno venezolano de Hugo Chávez.
A Lula se lo ve de una forma muy distinta a Chávez. Lula tiene un cierto nacionalismo o una posición económica más estatista, pero no un discurso abiertamente hostil como Chávez, afirmó Valenzuela, ex asesor en asuntos latinoamericanos del ex presidente estadounidense Bill Clinton (1993-2000). (FIN/IPS/ip/dm/02
