La Organización de las Naciones Unidas (ONU) muestra una tendencia esquizofrénica en el tratamiento de la reforma agraria, sostuvo el académico suizo Jean Ziegler, relator del foro mundial para el derecho a la alimentación.
Los programas de reforma agraria, después de más de dos décadas de olvido, retornaron al orden del día de la comunidad internacional a través de los compromisos asumidos en la declaración de la Cumbre Mundial de la Alimentación, realizada en 1996 en Roma.
Pero la declaración de la segunda cumbre de alimentación, concretada en junio también en la capital italiana, volvió a omitir el asunto, aunque dos agencias de la ONU respaldan modelos de reforma agraria.
Es el caso del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
En contraste, el Banco Mundial promueve modelos distintos de reforma agraria, que otorgan importancia al mercado y siguen la tendencia del Consenso de Washington, observó Ziegler en una declaración relacionada con la celebración, este miércoles, del Día Mundial de la Alimentación.
El relator de la ONU atribuye al Consenso de Washington, integrado por instituciones y gobiernos de orientación neoliberal, una intrínseca oposición a las políticas que tienden a lograr la equidad social.
Ziegler resaltó esa contradicción, que calificó de esquizofrenia del sistema de la ONU.
Sin embargo, esa supuesta disociación del foro mundial se extiende también a la actitud de varias de sus agencias ante el derecho a la alimentación, uno de los derechos humanos consagrados por el derecho internacional, sostuvo.
La mitad de la ONU, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y una gran canmtidad de estados miembros están en contra del derecho a la alimentación. Piensan que el mercado es el único que puede establecer el precio de los alimentos, refirió rcado es el único que puede establecer el precio de los alimentos, refi