VENEZUELA: Movilización sindical para desplazar a Chávez

La principal central obrera de Venezuela, de activa participación en el preámbulo de la tentativa de golpe de abril, realizará desde este jueves una serie de protestas y paros que coronará con una huelga nacional para exigir la ”salida constitucional” del presidente Hugo Chávez.

Septiembre será un mes conflictivo, advirtió este miércoles el el presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Carlos Ortega. Agregó que la central obrera persigue ”la salida constitucional” de Chávez.

Sondeos de opinión atribuyen a Ortega la posibilidad de desempeñar la presidencia en un escenario político ”de transición poschavista”.

El líder sindical afirmó que las manifestaciones previstas por la CTV tienen por finalidad protestar por las ”medidas hambreadoras” del gobierno y por el retraso de la discusión de centenares de contratos colectivos entre los sindicatos y entidades del Estado.

”No tenemos un fin político”, aseguró Ortega, aunque identificó como objetivo de la central sindical la salida de Chávez del poder.

La CTV tuvo un papel de primer orden en abril. Junto con la principal organización empresarial, Fedecámaras, organizó y sostuvo una huelga general que, unida a un conflicto petrolero y a una gigantesca marcha opositora, contribuyó a crear las condiciones para la tentativa de golpe de Estado contra Chávez.

El diputado Tarek William Saab, del gobernante Movimiento V República (MVR), opinó que la CTV y otras organizaciones de oposición ”buscan reproducir las condiciones de abril que nos llevaron al golpe de Estado. La cúpula sindical está jugando al golpe”.

Ortega predijo ”un gran conflicto laboral”, pero se negó a indicar fecha y características del mismo. Otros portavoces de la CTV han insinuado que preparan una nueva huelga nacional, eventualmente apoyada por Fedecámaras, para fines de septiembre o principios de octubre.

”Fedecámaras y la CTV asumieron un rol político que nunca antes tuvieron”, observó el analista Eleazar Díaz Rangel, director del diario Ultimas Noticias.

”Hoy, el objetivo fundamental de uno y otro organismo es hacer una firme oposición al gobierno hasta lograr su desplazamiento”, dijo Díaz Rangel, para quien en la agenda de protestas no figuran reivindicaciones propias de las dos organizaciones.

El presidente de Fedecámaras, Carlos Fernández, predijo un estallido social por el impacto en los precios de la devaluación del bolívar y por la ampliación a 16 por ciento del impuesto al valor agregado y su aplicación a algunos rubros antes exonerados.

La economía de Venezuela cayó 9,9 por ciento en el segundo trimestre de este año, informó el Banco Central. Pero Chávez cree que todo se debe a una conspiración de empresarios para desalojarlo del poder.

El desempleo se ubicó en 16,2 por ciento de la población económicamente activa al finalizar el primer trimestre, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística. Hace un año llega a 13,3 por ciento, y desde entonces no ha dejado de aumentar, señaló el INE.

Al igual que la CTV, que realiza consultas ”con las bases” sobre la alternativa de paro nacional o huelga por tiempo indefinido, Fedecámaras ”está evaluando con sus cámaras de base la posibilidad de sumarse a un paro general”, comentó Fernández.

La asociación empresarial realizó un paro el 10 de diciembre de 2001 para exigir la derogación de un conjunto de leyes aprobadas por Chávez en uso de poderes especiales que le concedió el parlamento.

Posteriormente, entre el 8 y 11 de abril, Fedecámaras respaldó la huelga promovida por la CTV y el paro en la empresa estatal Petróleos de Venezuela.

El entonces presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona, se convirtió el 12 de abril en jefe de Estado de facto, cuando el mando militar detuvo a Chávez. Pero el presidente depuesto recuperó el poder el día 14.

Las dos organizaciones niegan que sus dirigentes aspiren a reemplazar a Chávez en la presidencia, aunque la debilidad y la fragmentación de la oposición política las convierte en los adversarios principales del gobierno.

Luis Martínez, un empleado administrativo, consideró que la movilización anunciada por la CTV ”no es la solución” para la difícil situación de Venezuela. Gobierno y oposición ”han ridiculizado las protestas, tomándolas a la ligera y sin proponer cosas serias”, agregó.

Para el técnico metalúrgico Fabio Hernández, ”no se puede seguir la pelea”. ”No hay un acuerdo de consenso para el bien de los trabajadores”, dijo.

Por su parte, el ingeniero Pedro Soto se declaró ”totalmente de acuerdo con el paro general, porque es la única salida que tenemos los venezolanos creyentes en la democracia para sacar a Hugo Chávez”.

El panorama político venezolano sigue polarizado y crispado. Chávez ha manifestado su disposición a someterse a un referéndum revocatorio de su mandato, pero sólo a la mitad de éste, en agosto de 2003.

Consultado sobre si esa posibilidad, de salida a la crisis política, Ortega la descartó tajantemente.

”Chávez debe irse ya, el país no aguanta hasta agosto del año que viene”. También manifestó que en cualquier opción ”debe contarse con todos los sectores, también con los militares”. (FIN/IPS/ac/ff/lb ip/02

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