Las campañas internacionales emprendidas para erradicar la poliomielitis en 2000 no alcanzaron su objetivo, pero redujeron a apenas unos centenares los nuevos casos que se producen por año.
La comunidad internacional se propone ahora interrumpir a corto plazo la transmisión del virus de la poliomielitis y certificar a fines de 2005 que todas las regiones del mundo han sido libradas del flagelo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció que no fue alcanzado el objetivo de eliminar la enfermedad a fines de 2000, como se propusieron los ministros de salud de todas las naciones en 1988.
Pero la poliomielitis, que en 1988 era endémica en los cinco continentes, ha quedado ahora confinada a solamente 10 países de Africa y Asia, puntualizó Fadéla Chaib, portavoz de la OMS.
De 350.000 casos que aparecieron en 1988 se pasó a los 483 de 2001. En el mismo período, el número de países afectados descendió de 125 a 10.
Las naciones donde todavía se presentan nuevos casos de poliomielitis se dividen en dos grupos. El primero, en el que existen áreas de alta intensidad de tranmisión, está integrado por India, Pakistán, Afganistán, Nigeria y Níger.
En esos países se registraron 85 por ciento de los 483 casos identificados en 2001. Se caracterizan por tener ciertas áreas muy populosas y reducida cobertura de inmunización. También carecen de atención sanitaria óptima y presentan una amplia distribución geográfica del virus.
El otro grupo, con contagio de intensidad reducida, está formado por Somalia, Sudán, Etiopía, Angola y Egipto. En los países de este grupo, que presentaron 15 por ciento de los nuevos casos de 2001, la densidad de población es baja y la transmisión de la poliomielitis se concentra en áreas específicas.
La poliomielitis afecta principalmente a niños menores de cinco años. Se trata de una enfermedad sumamente contagiosa, causada por un virus que invade el sistema nervioso y puede ocasionar una parálisis total en cuestión de horas.
La boca es el conducto elegido por el virus para penetrar en el organismo, pero se reproduce en los intestinos. Los síntomas de su presencia son fiebre, cansancio, cefalea, vómitos, rigidez en el cuello y dolores en los miembros.
En uno de cada 200 casos sobreviene una parálisis irreversible, por lo general en las piernas. El riesgo de muerte para los pacientes afectados por la parálisis oscila entre cinco y 10 por ciento. El deceso se precipita cuando los músculos de la respiración quedan inmovilizados.
La iniciativa para la erradicación lanzada en 1988, cuando se registraron unos 350.000 casos, consiguió consiguió una reducción abrupta de 99,8 por ciento en 14 años, hasta llegar a los 483 enfermos de 2001.
La OMS certificó en 1994 que la región de América, que abarca 36 países incluyendo a las naciones del Caribe, se encontraba libre del mal. En la misma época se declaró la erradicación total de la región del Pacífico occidental, que engloba a 37 países, incluída China.
Europa, con 51 países, obtuvo la certificación en 2000. Progresos notables se verificaron entre 2000 y 2001, con una disminución de 20 a 10 del número de países de presencia endémica de la enfermedad y de 80 por ciento de los casos, que pasaron de 2.979 a 483.
En ese período se anotó la desaparición de la enfermedad en Bangladesh y la República Democrática del Congo (RDC), que habían sido focos tradicionales del virus.
De ese modo se demostró la eficacia de las estrategias de erradicación de la poliomielitis en países de elevada densidad de población, como Bangladesh, o afectados por conflictos, como la RDC.
La política de la OMS para acabar con el flagelo se basa inicialmente en el aspecto financiero. La institución estima que se requieren unos 1.000 millones de dólares para lograr la certificación definitiva en 2005.
De esa suma, 725 millones han sido prometidos o figuran en los planes de los donantes.
La agencia sanitaria de la Organización de las Naciones Unidas busca ahora los restantes 275 millones. Pero advierte que si el virus se mantiene endémico todavía en 2003, habrá que agregar 150 millones de dólares a las necesidades financieras.
Otra meta de la OMS es incorporar a todos los niños menores de cinco años a las campañas de vacunación, incluidos los menores que viven en zonas alejadas y en áreas de conflicto.
También es imprescindible la voluntad política de los dirigentes de los países donde la enfermedad persiste, recalcó Chaib.
La portavoz de la OMS advirtió que el virus puede ser trasladado a un país libre de la enfermedad y diseminarse rápidamente.
Mientras un solo niño permanezca infectado por poliomielitis, los demás niños de todo el mundo corren el riesgo de contraer la enfermdad, señaló. (FIN/IPS/pc/ff/he/02