REFUGIADOS: Prensa y políticos denigran a solicitantes de asilo

La actitud denigratoria de algunos políticos y medios de comunicación hacia los refugiados y solicitantes de asilo preocupa al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

El Alto Comisionado, Ruud Lubbers, señaló que esos sectores realizan, en particular durante las campañas electorales, una campaña de descrédito contra los extranjeros que buscan protección en el país del caso.

Ese tipo de actitudes han debilitado en el mundo el apoyo de las poblaciones a los refugiados y solicitantes de asilo, corroboró Lubbers al hacer un resumen de su trabajo, en la apertura de la sesión anual del comité ejecutivo de Acnur.

Los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington también dejaron secuelas en el sistema de protección a los refugiados, apuntó.

En tanto, algunos países han reforzado las disposiciones para combatir contra la inmigración indocumentada y el abuso de los sistemas de asilo, en respuesta al problema creciente del tráfico y contrabando de seres humanos.

Pero en algunos casos, las disposiciones indiscriminadas han conducido al rechazo de las solicitudes, a negar el acceso a los procedimientos de asilo e, inclusive, a incidentes de expulsiones, puntualizó Lubbers.

El aspecto que más inquieta al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados es el creciente problemas de la detención de los solicitantes de asilo.

Lubbers añadió que, aunque algunos estados han sido capaces de manejar sus sistemas de asilo sin recurrir a las detenciones, es preocupante la existencia de una tendencia general hacia el uso de ese mecanismo, a menudo con un sentido discriminatorio.

Los representantes de los 61 países que integran el comité ejecutivo de Acnur escucharon también las advertencias respecto de los riesgos de un nuevo conflicto entre Estados Unidos e Iraq, descriptos por el secretario general de la Liga de Estados Arabes, Amre Moussa.

Una posible acción militar estadounidense contra Iraq provocará un flujo enorme de refugiados de ese país hacia territorios vecinos, advirtió el dirigente árabe.

Los países ricos, en caso de desatarse un conflicto en el Golfo, tendrán que asumir el costo de ese nuevo éxodo, insistió Moussa.

El dirigente árabe señaló, además, que existe un doble discurso respecto de Medio Oriente. Moussa mencionó los ”llamados al odio contra los musulmanes” y los enfrentamientos que podrían desatar las nuevas olas de refugiados.

El panorama presentado por Lubbers incluyó también aspectos positivos, en particular la disminución de la cantidad de refugiados en el mundo, una tendencia que se repite este año.

El funcionario de la Organización de las Naciones Unidas indicó que ha aumentado el volumen de personas que deciden retornar a sus países de origen. La cantidad de refugiados en el mundo bajó de 21,8 millones en 2000 a 19,8 millones en 2001.

En Afganistán, por ejemplo, han regresado a sus hogares más de dos millones de personas desde marzo, 1,7 millones de las cuales eran refugiados. Sin embargo, Lubbers manifestó su preocupación por los malos tratos que sufren algunas minorías de la etnia pashtun, en el norte de ese país.

Otro lugar donde se anticipa el retorno de numerosos refugiados y de desplazados internos es en Angola, gracias al proceso de paz. En tanto, en el Cuerno de Africa, la mayoría de los eritreos que se encontraban en Sudán han regresado a su país.

La pacificación exitosa de Sierra Leona, que incluyó el desarme de los ex combatientes, permitió el regreso de unos 190.000 refugiados. En la República Democrática del Congo ha comenzado el retiro de las tropas extranjeras y el diálogo entre los sectores congoleños puede abrir el camino para el regreso de unos 400.000 ciudadanos.

Lubbers mencionó, como contracara de la anterior realidad positiva, los ataques de grupos armados contra los campamentos de refugiados en Uganda y también el regreso forzado impuesto por Ruanda a los refugiados congoleños.

A su vez, la inestabilidad ha vuelto a Liberia, donde más de 70.000 ciudadanos han debido trasladarse a Guniea, Costa de Marfil y Sierra Leona.

Los grupos armados liberianos han atacado a civiles, incluidos refugiados y desplazados internos, y también a personal humanitario, como las cinco monjas colaboradoras de Acnur que fueron retenidas como rehenes durante más de dos meses.

El Alto Comisionado se refirió también a los denunciados casos de explotación sexual de niños y mujeres refugiadas, atribuidos a trabajadores humanitarios de Africa occidental. Esas denuncias se conocieron el año pasado.

El informe de la investigación de esos abusos, elaborado por funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas, ya ha sido entregado al secretario general del foro mundial, Kofi Annan, y será divulgado a corto plazo, precisó Lubbers.

Acnur afronta enormes desafíos también en Colombia, donde hay más de dos millones de personas que han debido dejar sus hogares y numerosos solicitantes de asilo en naciones vecinas, refirió el funcionario, que visitará ese país en octubre. (FIN/IPS/pc/dm/hd pr/02

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