El gobierno y la oposición de España se enfrentaron este miércoles, el primero apoyando el eventual ataque militar de Estados Unidos a Iraq y la segunda reclamando un mandato previo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El presidente del gobierno, José María Aznar, dijo ante el Congreso de Diputados que España apoyará a Estados Unidos si ese país decide atacar a Iraq para evitar otro 11 de septiembre, en alusión a los atentados del año pasado en Nueva York y Washington.
El secretario general del opositor Partido Socialista Obrero Español, José Luis Rodríguez Zapatero, respondió que no respaldará ninguna acción contra Iraq que no sea avalada por la ONU. Además, reclamó que el gobierno consulte a la cámara de Diputados cada paso que se proponga avanzar.
Fuentes gubernamentales reconocieron el martes que ese mismo día Aznar habló telefónicamente con el presidente de Estados Unidos, George W. Bush.
Aznar comunicó a Bush que respaldará una acción militar contra Iraq, incluso sin mandato de la ONU, si fracasan las vías diplomáticas para que el gobierno de Saddam Hussein acepte el regreso de los inspectores internacionales de armas de destrucción masiva.
Saddam Hussein expulsó en 1998 a los inspectores designados por la ONU para verificar que Iraq no dispusiese de armas de destrucción masiva, o que no las estuviese fabricando o importando.
La expulsión se produjo días después de que el estadounidense Scott Ritter, jefe del grupo de inspectores, renunciara a su cargo y acusara a Washington de utilizar su trabajo para nutrir de información al servicio de inteligencia.
Washington ha expresado sin ambigüedades su objetivo de derrocar a Sadam Hussein por considerarlo parte del eje del mal que supuestamente apoya actos terroristas en todo el mundo.
Bush expondrá su posición ante Iraq este jueves en la Asamblea General de la ONU. China y Rusia, integrantes del Consejo de Seguridad del foro mundial, se han manifestado contra la intervención en Iraq, al igual que el mundo árabe.
El presidente de Estados Unidos tiene el respaldo del primer ministro británico Tony Blair, pero Francia -miembro también del Consejo de Seguridad- y Alemania, se pronunciaron contra un ataque al margen de la ONU.
No respaldaremos que su gobierno apoye la implicación de España en una acción militar unilateral de Estados Unidos contra Iraq, si no hay respaldo del Consejo (de Seguridad) de Naciones Unidas y de la comunidad internacional democrática, le dijo este miércoles Rodríguez Zapatero a Aznar.
Aznar respondió que desde hace tiempo el régimen iraquí intenta por todos los medios proveerse de armas de destrucción masiva, además de dar cobertura al terrorismo y vulnerar sistemáticamente las resoluciones de la ONU.
También declaró que espera y desea una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, pero subrayó que el regreso de los inspectores a Iraq tiene que ser incondicional.
Añadió que España estará siempre al lado de quienes luchan contra el terrorismo e instó a quienes crean lo contrario a decir si están dispuestos a esperar otro atentado como los del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono.
Para el gobierno español, lo importante y determinante es terminar con la amenaza que el terrorismo supone para todos, dijo.
Aznar apoyó expresamente la campaña militar que Estados Unidos lanzó en Afganistán como respuesta a los atentados en su territorio y se unió a la condena universal al terrorismo.
Dentro de la Unión Europea logró entonces uno de sus mayores objetivos, al conseguir la extradición de varios miembros de la organización ilegal ETA detenidos en Francia.
También después del 11 de septiembre de 2001, el gobierno español logró que Estados Unidos se comprometiese en la lucha contra ETA, en especial en el campo de la información satelital.
En cuanto al apoyo a un posible ataque contra Iraq, fuentes gubernamentales descartaron el envío de tropas terrestres españolas. Ese respaldo sería político, en primer lugar y logístico en segundo término.
Lo más importante del apoyo logístico es la utilización de las bases militares de uso estadounidense de Rota y Morón, ubicadas en el sur de España.
Durante la Guerra del Golfo (1991), también contra Iraq, el entonces jefe del gobierno español, Felipe González, informó al Congreso que los aviones estadounidenses realizaron desde esas bases unos 20.000 vuelos de ida y vuelta a la zona del conflicto.
Asimismo, en 1997 y 1998, ya con Aznar en el gobierno, se registraron 487 operaciones de tránsito para las acciones de represalia realizadas por Estados Unidos y Gran Bretaña contra Iraq. Hay en la actualidad 5.000 infantes de marina estadounidenses en la base de Rota, llegados en las últimas semanas. (FIN/IPS/td/ip/02