IRAQ: Eventual ataque de EEUU pone a Japón ante encrucijada

El gobierno de Japón no desea apoyar un ataque estadounidense contra Iraq, que es resistido por la opinión pública del país, y eso lo pone en una delicada situación diplomática ante Wahington, su aliado más firme por casi seis décadas.

El primer ministro Junichiro Koizumi deberá afrontar ese problema la semana próxima, cuando visite Estados Unidos para participar junto con el presidente de ese país, George W. Bush, en la conmemoración del primer aniversario de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.

Bush respondió a esos ataques con una campaña internacional antiterrorista, que comenzó en Afganistán en 2001, y en la actualidad considera la posibilidad de continuarla en Iraq sin que medie autorización del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Tradicionales aliados de Washington occidentales y musulmanes de Washington se oponen a ese plan, que también es criticado por políticos estadounidenses, incluso del gobernante Partido Republicano.

Koizumi no ha expresado aún una posición oficial sobre la cuestión, pero declaraciones políticas y encuestas de opinión pública muestran poco entusiasmo por la idea de un ataque para derrocar al gobernante iraquí, Saddam Hussein, y todo indica que el primer ministro no desea remar contra la corriente.

”Japón debe reaizar un temible acto de equlibrismo” en este asunto, comentó l profesor de relaciones internacionales Takeshi Inoguchi, de la Universidad de Tokio.

Tokio fue criticado por brindar un apoyo acotado a la Guerra del Golfo contra Iraq de 1991, conducida por Estados Unidos, aunque el gobierno japonés de ese momento aportó 11.000 millones de dólares a esa campaña militar.

En esta ocasión, incluso un aporte de dinero puede ser resistido por el público japonés, debido a la difñicil situación económica del país, comentó el profesor Ruyji Tateyama, de la Academia Japonesa de Defensa.

Muchos políticos japoneses comparten el temor a las consecuencias de un nuevo ataque contra Iraq expresado por otros aliados de Washington, incluyendo a los gobiernos occidentales de Alemania y Francia, y a los musulmanes de Arabia Saudita y Pakistán.

El ex presidente sudafricano Nelson Mandela afirmó el martes, durante la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible realizada en la ciudad de Johannesburgo, al noreste de Sudáfrica, que sería ”espantoso” lanzar ese ataque sin autorización de la ONU.

El diario japonés Asahi Shimbun publicó este miércoles los resultados de una encuesta realizada por teléfono en la cual 77 por ciento de los consultados expresaron oposición a una ofensiva estadounidense contra Iraq, y sólo 14 por ciento la apoyaron.

Cuando se preguntó a los entrevistados si Japón debería apoyar ese ataque, 69 por ciento de ellos respondieron que no, y sólo 20 por ciento que sí.

En octubre de 2001, 46 por ciento de los consultados en una encuesta del mismo diario apoyaron la campaña en Afganistán, y 43 por ciento expresaron oposición a la misma. En febrero de 1991, 51 por ciento de los consultados en otra encuesta del Asahi Shimbun expresaron respaldo a la Guerra del Golfo, y 35 por ciento se opusieron a ella.

”Koizumi no ha dicho con claridad que haría si Estados Unidos ataca a Iraq, pero los resultados de la encuesta sugieren que la población ya tiene una posición firme sobre el asunto”, comentó el Asahi Shimbun.

Inoguchi opinó que la resistencia contra un ataque a Bagdad indica un cambio en la percepción del público sobre el papel que debe desempeñar el país en la comunidad internacional, y el tipo de vínculos que debe mantener con Estados Unidos y otras potencias.

En el caso iraquí, Koizumi está entre dos fuegos: apoyar un ataque sería adecuado en el marco de su actual estrategia de reforzar el vínculo con Estados Unidos, para contrapesar el creciente poder regional de China, pero también tendría importantes costos políticos internos, señaló el experto.

Una de las más claras expresiones de rechazo a la ofensiva contra Bagdad fue la declaración emitida el martes por el gobernante Partido Liberal Democrático (PLD), tras la visita al país del subsecretario de Estado estadounidense, Richard Armitage.

Armitage estuvo en Tokio a fines de agosto, en busca de apoyo gubernamental al eventual ataque contra Iraq, y el PLD pidió que Washington ”presente a la comunidad internacional pruebas de la maldad del gobierno de Saddam Hussein”, en un documento firmado por el portavoz del partido, Takuji Yamazaki.

Yamazaki alegó que apoyar una acción militar unilateral contra Iraq tendría efectos negativos, entre ellos el fortalecimiento de sentimientos antiestadounidenses, y aseveró que la única opción aceptable para Japón es alinearse con los gobiernos que han criticado ese eventual ataque.

Tokio sólo podría respaldar a Washington en el marco de la Ley Antiterrorista aprobada tras el 11 de septiembre, que disminuyó restricciones a la actividad militar impuestas tras la segunda guerra mundial, pero sólo permitiría apoyo logístico, por ejemplo abastecer de combustible a buques de guerra estadounidenses, añadió el portavoz.

”El actual dilema de Koizumi es probablemente el peor que ha afrontado”, sostuvo Tateyama .

Las acusaciones de Washington contra Bagdad no tienen base firme, no hay pruebas de que Saddam Hussein tuviera algún vínculo con los atentados del 11 de septiembre, alegó el profesor Masayuki Yamauchi, de la Universidad de Tokio y asesor del gobierno.

Tampoco es claro que una invasión pueda establecer la democracia en Iraq, como parecen pensar los ”neoimperialistas”, añadió.

Por otra parte, Japón depende mucho de la importación de petróleo, y 85 por ciento de la misma proviene de Medio Oriente, de modo que un ataque contra Bagdad resistido por productores árabes puede tener graves consecuencias para el país, indicó el jefe del equipo de asesores de Koizumi, Yukio Okamoto. (FIN/IPS/tra-eng/sk-js/js/mp/ip/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe