El producto bruto mundial crecerá poco hasta fines de 2003, debido a la probabilidad de un ataque de Washington a Iraq, lenta recuperación de la economía de Estados Unidos, creciente precio del petróleo e inestabilidad de mercados emergentes, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Es probable que el crecimiento económico mundial en 2002 sea 2,8 por ciento, como había previsto el propio FMI en abril, pero el pronóstico para 2003 realizado hace cinco meses se ajustó a la baja, de cuatro a 3,7 por ciento, y podría ser menor, señaló el Fondo el miércoles, en su informe semestral Perspectiva Económica Mundial.
Ese informe se dio a conocer en vísperas de la reunión anual de otoño (boreal) del FMI y el Banco Mundial, que se llevará a cabo este fin de semana en Washington, en el marco de protestas convocadas por organizaciones de la sociedad civil que critican las políticas de ambas instituciones para el mundo en desarrollo.
El riesgo para las inversiones en mercados emergentes ha aumentado y puede crecer aun más, en especial en América del Sur y Turquía, afirmaron los especialistas del Fondo, cuyas orientaciones contribuyeron a causar las crisis latinoamericanas, según los críticos.
Los organismos financieros internacionales llaman mercado emergente al de un país en desarrollo que sus especialistas consideran dispuesto a aplicar políticas de libre mercado.
La posibilidad de un amplio impacto adverso para la inversión en mercados emergentes, incluyendo préstamos bancarios internacionales, aumentará en forma significativa si los problemas en América del Sur se intensifican, y en especial si son acompañados por menor crecimiento en países industrializados, afirmaron los autores del informe del FMI.
Las perspectivas para los mayores mercados emergentes son cada vez más diversas, señalaron.
En América Latina, la situación se ha deteriorado en forma grave, el producto bruto en el primer trimestre de 2002 fue 2,5 por ciento menor que en el último trimestre del año pasado, y se espera que ese indicador caiga este año 0,6 por ciento en relación con 2001, apuntaron.
Los riesgos de alta inflación han aumentado mucho en varios países latinoamericanos, y en especial en Argentina, cuya economía está cerca del colapso y donde aún no se ha logrado establecer un marco monetario sustentable, aseveró el FMI.
Uruguay afronta importantes dificultades, y las perspectivas se han deteriorado en forma marcada en los casos de Brasil, Venezuela y varios países más pequeños, sostuvo.
Pero el Fondo resaltó que el crecimiento económico se acelera en México, y que se espera el mismo fenómeno en Chile, ya que ambas naciones tienen economías relativamente abiertas y alta calificación crediticia, o sea que siguen las orientaciones del FMI para promover el libre mercado.
Los autores del informe señalaron que el crecimiento del producto bruto africano se mantiene sorprendentemente bien, debido a mejores políticas macroeconómicas, menos conflictos y alivio del endeudamiento externo de países del continente, en el marco de la iniciativa del propio FMI para países pobres fuertemente endeudados.
La economía de Africa crecerá 4,2 por ciento en 2003, por encima del promedio mundial, debido a mejores precios de productos básicos, pero hay graves problemas en algunas regiones de ese continente, y en especial la creciente hambruna en su región austral, indicaron.
La recuperación de algunos mercados emergentes asiáticos ha sido mayor que la esperada, debido a aumento del comercio internacional, incipiente recuperación de la industria informática, y crecimiento de la demanda interna en algunos países, en especial China, India y Corea del Sur, indicaron.
El Fondo espera que el producto bruto asiático aumente este año seis por ciento en relación con 2001, y que ese incremento se repita en 2003 en relación con 2002, pero advitió que eso dependerá ante todo de la demanda externa, que puede ser menor que la prevista.
Los pronósticos para Medio Oriente son básicamente los mismos que los realizados en abril, pese a la perspectiva de aumento de los precios del petróleo, debido a la difícil situación en materia de seguridad, que afectará el crecimiento en Israel y sus vecinos, según el informe.
Las perspectivas previstas para las llamadas economías en transición (del comunismo al capitalismo) son tan buenas como en abril, impulsadas por fuerte crecimiento del producto bruto en Rusia, Ucrania y países de Europa central y oriental, y por importante incremento de la inversión extranjera directa.
El FMI advirtió que los precios del petróleo pueden aumentar en forma abrupta, si se deteriora aun más la situación de seguridad en Medio Oriente, en alusión a la probabilidad de un ataque estadounidense contra Iraq.
El impacto negativo para la economía mundial de ese aumento de precios petroleros dependerá de su monto y duración, pero puede ser significativo, no sólo en forma directa sino también indirectamente, por deterioro de la confianza, y aumentar la probabilidad y gravedad de otras perspectivas negativas, afirmó.
Otra amenaza percibida es una mayor caída de los mercados de capitales, cada vez más relacionados entre sí, en especial en el mundo industrializado.
Es posible que ya haya sido eliminada una considerable porción de la irracional exuberancia que caracterizó a los valores bursátiles a fines de los años 90, pero recientes escándalos relacionados con fraudes en contabilidad y auditorías han debilitado mucho la confianza de los inversores, según el Fondo.
Los críticos del FMI acusan desde hace años a esa institución de realizar el seguimiento de la evolución económica mundial con torpeza e intencionalidad política, para impulsar sus propios lineamientos en materia de política económica.
En octubre de 1997, en plena crisis financiera asiática, el Fondo pronosticó que el producto bruto mundial crecería 4,3 por ciento en el siguiente año, pero ese indicador cayó 2,5 por ciento en 1998.
Otros críticos insisten en que el organismo financiero internacional es obsesionado por los mercados financieros y los datos macroeconómicos, pero cuenta con escasa información sobre los hogares, las granjas y las fábricas que son la base de la actividad económica. (FIN/IPS/tra-eng/em/ml/mp/if/02