COLOMBIA: Exitoso programa de pasantías universitarias

Un programa de pasantías para estudiantes universitarios de Colombia brinda desde hace 11 años beneficios a gobiernos locales y a jóvenes que aprenden a aplicar sus conocimientos académicos en la realidad del país.

Los voluntarios de Corporación Opción Colombia (COC) ayudan a municipios a mejorar la gestión institucional, trazar vías, evitar la contaminación de ríos o mejorar la calidad de la educación, entre otros servicios técnicos.

El municipio de Sucre, en el septentrional departamento caribeño del mismo nombre, contó durante cinco semestres consecutivos con servicios de estudiantes mediante la COC, y en 2000 la gobernación de ese departamento lo declaró el de mejor gestión de recursos para proyectos de infraestructura.

En el municipio de San Miguel, del meridional departamento de Putumayo, estudiantes de distintas disciplinas han diseñado y acompañado proyectos cuya ejecución suma casi 370.000 dólares anuales.

Desde el comienzo del programa, 3.500 universitarios de 93 universidades se han trasladado a 895 municipios para cumplir un semestre de práctica en su área de estudio y ”acortar la distancia entre el aula académica y la realidad nacional”, dijo a IPS la diseñadora industrial Dilia Lucía Prieto.

Prieto, formada en la Universidad Nacional de Bogotá, asistió a un Taller de Constructores de País de cinco fines de semana de la COC en 1996, cuando era estudiante, y en la actualidad integra el Comité Ejecutivo de esa organización.

”Si usted es universitario, le inquieta la realidad de nuestras comunidades y quiere encontrar un espacio en el que pueda confrontar sus conocimientos académicos con otros estudiantes”, inscríbase, indican los carteles que convocan a realizar esos talleres.

La primera experiencia de Prieto con la COC fue la participación en un proyecto de seguimiento de la estatal red de Solidaridad Social de apoyo a la población desplazada y en condiciones de vulnerabilidad en Yarumal, en el noroccidental departamento de Antioquia.

Durante cinco meses, la entonces estudiante vivió en tres municipios que antes no conocía, y trabajó en proyectos de vivienda, de subsidio para la tercera edad y de servicios a la infancia. Luego regresó a Bogotá para terminar sus estudios, y se mantuvo vinculada con la COC.

”Opción Colombia es un espacio de formación profesional y de vida, y una oportunidad para pulir las habilidades de gestión y liderazgo ”, afirmó.

Las mujeres son más sensibles ante la convocatoria del programa, y constituyen 65 por ciento de quienes participan en él, resaltó Prieto.

El origen de la COC fue una iniciativa en los años 80 de un grupo de estudiantes de abogacía, ingeniería industrial y administración de empresas de la Universidad de Los Andes, de Bogotá, con apoyo de algunos profesores.

Esos estudiantes se cuestionaron la ausencia del Estado en muchas regiones del país, y la distancia que separaba a la Universidad de los municipios y la realidad nacional, en el marco de la violencia vinculada con el narcotráfico y otros conflictos sociales y políticos que persisten, señaló Prieto.

La primera experiencia fue respaldada por la alcaldía del municipio de Tabio, en la periferia de Bogotá, y mostró que la práctica no debía ser simultánea a las clases, sino realizarse en periodos especiales de cuatro a seis meses, y se decidió constituir la COC, explicó.

En los 11 años de historia de esa institución, los participantes han sido estudiantes de más de 115 carreras, relacionadas con administración, agricultura, artes, ciencias biológicas, ciencias económicas, ciencias sociales e ingeniería, entre otras áreas.

La incorporación de estudiantes a proyectos locales se implementa mediante convenios de la COC con organismos nacionales, regionales o locales, como ministerios, institutos descentralizados o municipalidades.

Cada estudiante recibe cobertura de salud y dos salarios mínimos mensuales, o sea unos 230 dólares, de los cuales 15 por ciento se destina a gastos de administración de la COC.

En zonas de conflicto, los voluntarios aplican la filosofía de la COC de ”neutralidad activa”, que implica abstenerse de expresar en público opiniones sobre ”la guerra y la paz”, indicó Prieto.

”Hemos sido muy cautos y cuidadosos al presentar a Opción Colombia frente a los actores en el conflicto armado”, destacó.

De eso da testimonio Giovanni Redondo, quien recibió información sobre la COC cuando comenzó estudios en la Universidad Nacional con la intención de ser sociólogo, pero ingresó al programa varios años después, cuando ya había cambiado de carrera para estudiar psicología.

Redondo recordó su ”fascinante” experiencia de trabajo en pedagogía y cultura de paz con el Programa Presidencial para la Reinserción de excombatientes de organizaciones insurgentes, en la septentrional ciudad de Santa Marta, del caribeño departamento de Magdalena.

Una de sus experiencias más gratificantes fue enseñar a leer y escribir a Juan, un ex guerrillero, quien ”había llegado a la guerrilla engañado”, y entendió que la lectura y la escritura eran ”herramientas para enfrentarse a la vida”, destacó.

”La ganancia” para los beneficiarios de los programas es ”el empoderamiento de su papel como ciudadanos, gestores de paz y promotores de desarrollo”, opinó.

La COC recibió este año el Premio Nacional a la Solidaridad que otorga la Fundación Alejandro Angel Escobar.

”Quienes trabajan en procesos sociales salen de su mundo y entran en otros mundos con el corazón abierto y la solidaridad como premisa”, afirmó la antropóloga Lycy Wartenberg al entregar la distinción.

La experiencia de la COC será evaluada en el Encuentro de la Juventud Andina, convocado por organizaciones de jóvenes voluntarios venezolanos, que se realizará en octubre en Caracas.

En esa ocasión se expondrán también experiencias de los países que participan en Opción Latinoamérica, un programa regional que empezó a conformarse en 1996, a partir de la experiencia de estudiantes colombianos que viajaron a Costa Rica para desempeñarse como guardianes de parques nacionales naturales.

Dos años después, la Organización de Estados Americanos aportó 30.000 dólares para financiar cinco intercambios de pasantes entre Colombia y otros países de América Latina. Desde entonces, 69 estudiantes han participado en esos intercambios, y Opción Latinoamérica tiene filiales en Brasil, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Guatemala, México y Chile. (FIN/IPS/yf/mp/dv ed/02

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