La justicia argentina procesó con prisión este jueves al ex dictador Leopoldo Galtieri y otros 20 militares retirados por su participación en el secuestro, tortura y homicidio de 18 guerrilleros del movimiento Montoneros.
El juez federal Claudio Bonadío consideró que tiene suficientes pruebas contra los imputados por cometer violaciones de los derechos humanos durante la dictadura militar (1976-1983).
Bonadío había ordenado la detención hace dos meses por esta causa de Galtieri, que gobernó de 1981 a 1982, y de otros 40 ex miembros de las fuerzas de seguridad y civiles que actuaron entonces en la represión ilegal.
El magistrado también procesó y ordenó la prisión preventiva del ex jefe del ejército Cristino Nicolaides y de los generales retirados Guillermo Suárez Mason y Santiago Riveros, entre otros.
El fallo dispone, además, el embargo de bienes de los imputados por el equivalente en pesos argentinos de entre 110.000 dólares y más de un millón de dólares, según cada caso.
Los antiguos jefes militares eran responsables del área de inteligencia del ejército que apresó a varios dirigentes de Montoneros, que habían regresado del exilio en 1980 en una operación insurgente conocida como la contraofensiva, a cuatro años de instalada la dictadura.
Entre los 18 líderes montoneros torturados y asesinados se encontraba Lorenzo Viñas, hijo del escritor David Viñas, secuestrado en Brasil y trasladado a una prisión clandestina en el batallón 601, en las inmediaciones del predio militar de Campo de Mayo, en la central provincia de Buenos Aires.
Claudia Alegrini, viuda de Lorenzo Viñas, logró reunir pruebas sobre estos casos de secuestro a partir de documentos y testimonios de sobrevivientes, que le sirvió para iniciar una querella a mediados de los años 90.
Uno de los testimonios fundamentales para que la causa judicial cobrara fuerza fue el aportando Silvia Tolchinsky, la única sobreviviente de aquel grupo de guerrilleros.
Tolchinsky contó en 1994 a Alegrini lo que vio y vivió durante los meses en los que estuvo secuestrada junto a Viñas, y le confirmó su trágico destino.
Esta ex guerrillera está ahora casada con el militar Claudio Escagluzzi, un agente de inteligencia del batallón 601 en el momento de los secuestros y ahora detenido en España.
Además de Viñas, en esa operación represiva también fueron asesinados Julio Genoud, Horacio Campiglia, Marta Libenson, Mónica Pinus y el sacerdote católico José Adur, que según el juez Bonadío integraban de lo que se consideraba entonces la tropa especial de infantería de Montoneros.
El movimiento guerrillero peronista Montoneros, fue una organización de seguidores izquierdistas del ex presidente Juan Domingo Perón que logró la adhesión de varios miles de estudiantes a mediados de los años 70. En ese entonces era conducido por Mario Firmenich y Roberto Perdía.
Los investigadores judiciales creen que las 18 víctimas fueron entregadas a sus captores por los principales dirigentes de Montoneros, que permanecieron residiendo en el exterior y al parecer habían realizado acuerdos secretos con los militares que gobernaban Argentina.
Algunos de los 18 guerrilleros posteriormente asesinados fueron capturados en Argentina y otros secuestrados en Brasil, en una acción enmarcada en el Plan Cóndor, la coordinación represiva montada por las dictaduras del Cono Sur de América en los años 70 y 80.
Galtieri, de 76 años, permanece hospitalizado desde julio, poco días después de su arresto por esta causa. Sin embargo, aunque sea dado de alta, igual podría evitar ir a la cárcel ya que puede pedir prisión domiciliaria, un beneficio que los jueces están habilitados a otorgar a procesados con más de 70 años.
Muchos colegas de Galtieri acusados de perpetrar violaciones contra la humanidad en los años 70 gozar actualmente de esa prerrogativa.
Es el caso de Nicolaides, Suárez Mason y Riveros, quienes están detenidos en sus respectivos domicilios, imputados de haber participado en la sustracción y desaparición de menores y recién nacidos en cárceles clandestinas a las que habían sido llevadas sus madres.
Por esos mismos delitos también permanecen en prisión domiciliaria los ex dictadores Jorge Videla y Emilio Massera, mientras que otros militares que ocuparon menor jerarquía cumplen condena en cárceles.
Videla y Massera habían sido condenados a prisión perpetua a mediados de los años 80 por los crímenes contra la humanidad cometidos durante su gobierno de facto, pero luego fueron indultados por el presidente Carlos Menem (1989-1999)
Sin embargo ese indulto, dispuesto en 1989, no contempló la sustracción de menores.
También Galtieri fue indultado en 1989, pero de la condena a 12 años de prisión dictada en 1985 por su fallida conducción en 1982 de la invasión y guerra de las islas Malvinas, ocupadas por Gran Bretaña desde 1833 y cuya soberanía aún reclama Argentina.
Galtieri nunca había sido acusado antes de violación de los derechos humanos y es uno de los pocos jefes de la dictadura que aún no ha perdido su grado de militar en retiro, además de que es asiduo concurrente a las celebraciones y actos protocolares del ejército.
Ahora, el ex dictador deberá permanecer detenido, probablemente en su domicilio si se acoge al beneficio legal. (FIN/IPS/mv/dm/hd/02
