La imaginación llegó a la oferta de turismo de Cuba como una opción más para afrontar el contagio de la crisis mundial del sector, que sucedió a los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos.
La diversidad de ofertas y mercados, unidos a la imagen de seguridad que desde hace años promueve esta isla del Caribe, parecen ser las claves que permitieron al Ministerio del Turismo celebrar el 28 de julio el arribo del turista número Un Millón.
En 2001, Cuba alcanzó el millón de turistas en los primeros seis meses, mientras que este año lo hizo sólo en siete meses, comentó el ministro de Turismo, Ibrahim Ferradaz. Así y todo, dijo, es mejor de lo que pudo ser.
Fuentes oficiales aseguraron que el año pasado llegaron al país sólo 555 visitantes más que en 2000, un aumento de 0,03 por ciento entre ambos periodos, totalizando 1,7 millones de turistas, por debajo de los dos millones esperados.
Ahora, Cuba se prepara para la nueva temporada alta, que como norma se ubica entre noviembre y abril, sin abandonar en ninguno de estos meses una fuerte ofensiva de ventas.
Entre las nuevas opciones hay viajes por mar siguiendo las rutas del almirante Cristóbal Colón, excursiones en tren por antiguos ingenios azucareros, noches en las montañas y el llamado Búfalo Tur, un recorrido que incluye fiesta en establecimientos rurales y rodeos.
Aparece también un nuevo producto del Grupo Cubanacán SA y que por el momento está dirigido sólo al mercado de Canadá, el primer emisor de turistas hacia la isla con un crecimiento de más de 13 por ciento el año pasado.
Larga estancia, es el nombre del servicio que permitirá a los canadienses pasar desde 21 días hasta seis meses en instalaciones turísticas cubanas, con todos los trámites migratorios resueltos.
Cubanacán, el mayor grupo hotelero cubano, inició así una estrategia de desarrollo alternativa al turismo convencional priorizada por el Ministerio de Turismo, con el fin de abrir nuevos segmentos de mercado y eludir la estacionalidad.
El director comercial de Cubanacán, Joel Quesada Casanovas, especificó que el nuevo producto debe adecuarse a las necesidades de los clientes, quienes en su mayoría son personas ya jubiladas, entre los 50 y los 55 años.
El turismo canadiense va a Cuba desde la década del 70 en busca de un clima cálido para refugiarse de los duros meses de invierno de su país. En otras palabras, dejan la nieve para bañarse en el mar.
El ministro cubano de Turismo anunció el pasado día 29 que, ante la difícil situación económica, las autoridades del sector decidieron priorizar la diversificación de mercados y de las cadenas emisoras del producto Cuba.
La industria turística constituye uno de las principales fuentes de ingresos del país, junto a las exportaciones de azúcar y a las remesas que envían los emigrados a sus familiares en la isla.
La caída del flujo de visitantes tras los atentados de septiembre de 2001 en Estados Unidos obligó a las autoridades del sector a cerrar hoteles de modo temporario, adelantar vacaciones o reubicar a miles de trabajadores de los servicios y paralizar nuevas inversiones.
Aunque algunas instalaciones hoteleras se mantienen cerradas, las autoridades cubanas aseguran que buena parte de los trabajadores han vuelto a sus puestos de trabajo y que para fines de año se recuperará el proceso inversionista previsto para el sector.
Entre las medidas a implementar se encuentra también la extensión de la circulación del euro a los polos turísticos del sudoccidental Cayo Largo del Sur y el oriental Jardines del Rey, tras la experiencia iniciada el 1 de junio en el balneario de Varadero, ubicado a 140 kilómetros de La Habana.
La idea es estimular el flujo de turistas desde la Unión Europea, que aporta hoy más de 55 por ciento de los viajeros que visitan Cuba, principalmente España, Alemania, Italia, Francia y Gran Bretaña.
Una información divulgada el 18 de junio por la Organización Mundial del Turismo (OMT) aseguró que en la primera parte del año se ha hecho evidente que la recuperación (del sector en el mundo) está en marcha.
Sin embargo, la fuente añadió que la recuperación es más tangible en los viajes intrarregionales y en las regiones del océano Pacífico, Europa y Africa.
El secretario general de la OMT, Francesco Frangialli, advirtió que la situación no es aún completamente favorable, pues se mantiene la duda sobre la posibilidad de nuevos atentados como los ocurridos el 11 de septiembre en Nueva York y Washington.
Frangialli también mencionó como un desestímulo a los viajes la incertidumbre que provoca el actual conflicto entre Israel y Palestina y las tensiones crecientes entre India y Pakistán. (FIN/IPS/da/dm/if/02
