SALUD-PERU: Enfermos de sida en la calidez del hogar

Enfermos de sida de Perú serán atendidos en su domicilio y por sus propios familiares, que recibirán entrenamiento especial del Ministerio de Salud y la organización no gubernamental Vía Libre.

El programa se propone mejorar la calidad de vida de los pacientes de sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), en particular en la fase terminal, y, a su vez, reducir los gastos para volcar más recursos en el tratamiento médico brindado en las instituciones estatales.

”Vivir con una persona infectada con sida no es fácil. Con frecuencia los parientes de un enfermo se asustan y lo llevan a un centro de salud ante cualquier señal o puede ocurrir lo contrario e ignorar un síntoma aparentemente inocente”, explicó el director de servicios médicos de Vía Libre, Robinson Cabello.

”Los parientes deben aprender a manejar los problemas básicos frecuentes en los enfermos y reconocer las situaciones de alarma que requieren atención especializada”, añadió Cabello al destacar la importancia del llamado el Programa Piloto de Educación en Atención Domiciliaria para Familiares de personas Viviendo con VIH/Sida.

Cabello aseguró que ”mediante el programa, que se iniciará en breve, los familiares y allegados se convertirán en parte de la estrategia social y emocional de soporte para las personas que viven con VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida”.

”Sin duda que, además de reducir costos, esta iniciativa contribuirá en el corto plazo a mejorar de la calidad de los pacientes”, apuntó este médico.

Este tipo de experiencia ya ha sido aplicado con éxito en algunos países de Africa, en especial en Uganda, donde se ha formado una red social de apoyo basada en los parientes, que cuenta con respaldo médico especializado, detalló.

El adiestramiento a los familiares se realizará a través de talleres cuya duración variará de uno a cuatro meses y estará a cargo de un equipo multidisciplinario, conformado por médicos, enfermeros, psicólogos, nutricionistas y activistas, algunos de estos últimos serán personas portadoras de VIH.

Datos del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/Sida indican que en Perú existen 76.000 portadores de VIH, 12.151 de las cuales ya están enfermos de sida y, por tanto, presentan o están propensos a contraer enfermedades a causa de la caída de sus mecanismos inmunológicos.

Mónica Pum, especialista del Ministerio de Salud, calcula que sólo 40 por ciento del universo de afectados está registrado, y detalló que 80,8 por ciento de ellos son varones.

La experta advirtió que hasta el momento crece la proporción de niños y niñas menores de cinco años entre los contagiados de VIH.

En tanto, Vía Libre señala que alrededor de 8.000 enfermos requieren tratamiento inmediato con antirretrovirales, pero apenas algo más de 10 por ciento de ellos los reciben en los hospitales del Sistema de Seguridad Social (EsSalud) o de las Fuerzas Armadas.

EsSalud, cuyos recursos dependen de la cotización obligatoria de los trabajadores, administra tratamiento antirretroviral a 900 pacientes, pero otros 500 están en lista de espera por falta de recursos.

”Es atroz decirlo, pero, salvo que EsSalud consiga aumentar su presupuesto para esta enfermedad, esos 500 sólo serán atendidos cuando fallezcan algunos de los que reciben actualmente el tratamiento”, puntualizó Jessie Jordán, hermana de un paciente en lista de espera.

Estadísticas del Ministerio de Salud señalan que la ”infección parásita” más frecuente en los enfermos de sida, debido a la pérdida de sus defensas naturales, es la tuberculosis.

”El sida es una enfermedad incurable pero tratable. Es decir, se puede retrasar el avance del mal y mejorar la calidad de vida mediante el empleo de medicamentos antirretrovirales”, sostuvo Roberto López Linares, representante de la organización no gubernamental Colectivo Sociedad Civil.

”Lamentablemente, dichos medicamentos son caros y generalmente el sida se expande entre las personas de menores recursos, que, como consecuencia de su enfermedad, pierden sus empleos, lo cual agrava más su situación económica”, explicó López Linares.

En el mercado internacional existen 15 medicamentos antirrretrovirales, 10 de los cuales son los recomendados por la Organización Mundial de la Salud, y deben ser ingeridos en los llamados cócteles (mezclas de tres).

La composición de los cócteles depende de cada caso y su costo por paciente oscila entre 1.200 y 8.000 dólares al año, sumas prohibitivas para la mayoría de los enfermos de sida en Perú.

Como consecuencia de su elevado costo, el Ministerio de Salud ha decidido priorizar la aplicación de sus recursos en los niños menores de cinco años.

Otra de las metas oficiales es reducir los gastos de atención mediante la movilización de los parientes y allegados de los pacientes con la puesta en marcha próximamente del Programa Piloto de Educación en Atención Domiciliaria para Familiares de personas Viviendo con VIH y Sida.

”Debe destacarse que un programa como ese es posible gracias al avance de la información y concientización pública, pues hasta hace poco más de una década el sida provocaba espantada repulsión social, que aislaba a los enfermos y hacía más penosa su situación”, apuntó la médica Marta Rondón.

”No sólo la gente común y corriente tenía miedo de entrar en contacto con enfermos de sida sino hasta los profesionales de la salud se resistían a acercárseles. En 1987, en la clínica en la que trabajaba casi se produce una huelga de enfermeras cuando se supo que uno de los internados tenía sida”, precisó Rondón.

Por su parte, uno de los pacientes que recibe ayuda de Vía Libre, y que pidió reserva de su identidad, recordó que, ”cuando avisé en mi casa que había contraído sida, poco faltó para que mis hermanos me echaran a la calle, a pesar de que les expliqué que sólo se puede contagiar mediante el contacto directo con la sangre o los fluidos” del enfermo.

”Mi padre ya había fallecido, pero no sé cómo hubiera reaccionado, pero mis hermanos insistían en que era mi culpa que estuviera enfermo y que era un castigo por mi conducta. Sólo mi madre me abrazó y dijo a mis hermanos que quien no quisiera vivir conmigo podría buscarse otra casa”, añadió. (FIN/IPS/al/dm/he/02

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