DESARROLLO: Sábato dio conmovedor cierre a foro ”Paz en la Paz”

El escritor argentino Ernesto Sábato cerró este miércoles en la capital de Puerto Rico las reflexiones de la conferencia internacional ”Paz en la Paz” con un conmovedor mensaje de angustia y esperanza sobre el presente y el futuro de la humanidad.

Un profundo y respetuoso silencio descendió sobre los 500 asistentes a este foro en el salón principal del hotel Caribe Hilton, mientras el anciano científico, ensayista y novelista daba trabajosa lectura a su presentación, que se prolongó por 30 minutos.

La Conferencia Internacional sobre la Paz y el Desarrollo, inaugurada el lunes, fue organizada por el Senado de Puerto Rico y la Fundación Arias para la Paz y el Progreso Humano, del ex presidente de Costa Rica y premio Nobel de la Paz Oscar Arias, a quien Sábato saludó como ”héroe americano de nuestro tiempo”.

”He querido venir hasta acá, a mis 91 años, porque al igual que todos ustedes vivo angustiado por el destino del mundo. El amargo presente al que nos enfrentamos exige que nuestras palabras, nuestros gestos, nuestra obra, se consagren a expresar la angustia, el peligro, la incertidumbre, pero también la esperanza”, comenzó señalando el escritor.

Exhortó a cada hombre y mujer a asumir un compromiso ético para rescatar a todos los seres humanos cuyas vidas han sido reducidas al silencio.

Con una visión profunda de la historia, que arranca desde la Biblia, Sábato enjuició los principios del bien y del mal que dieron fundamento a la expansión de Occidente, tras el ansia europea de conquista, que remplazó a la palabra por la acción y adaptó la acción a la conveniencia.

Ante el peligro que se vive hoy, se impone que ”nos unamos como pueblos hermanos del mundo”, lo que no es una opción entre otras, sino la única, subrayó el intelectual argentino, al recordar que ”cuando abunda el peligro, crece lo que salva”.

Los asistentes a la conferencia vieron a un Sábato angustiado y dolido por la crisis de Argentina, que en sus años de niño se presentaba como ”un país rico, riquísimo” y se consideraba la séptima potencia económica mundial.

Argentina fue ”arrasada por los corruptos, los de adentro y los de afuera”, dijo, y fustigó a los organismos internacionales que obligan a su país a reducir el gasto público mientras los hospitales carecen de gasa y los colegios de tiza y mapas.

Sábato apuntó que Argentina se convirtió en un país pobre, con una deuda externa extenuante, donde crece la sensación de impotencia, pero donde está creciendo así mismo ”una nueva concepción de la vida”.

En medio del caos y la pobreza, los argentinos están hermanados como nunca antes, indicó Sábato, para advertir luego que es inadmisible abandonarse a la idea de que el mundo superará sin grandes conmociones la actual crisis.

Esa crisis es también una oportunidad que llama a no permitir que sea estéril tanto sufrimiento y a superar ”una concepción de la vida basada en la idolatría de la técnica”, añadió.

Sábato publicó hace más de medio siglo su ensayo ”Hombres y engranajes”, en el cual criticó tanto el individualismo capitalista como el colectivismo marxista.

Este miércoles precisó que esa obra le significó en esos años ”ataques de los llamados progresistas” y comentó que hoy, ”con espantoso patetismo, muchos advierten el cumplimiento de aquella intuición que tanta amargura me trajo”.

En ”Hombres y engranajes”, según su autor, se advirtió que el mundo se encaminaba a un virtual Apocalipsis, impulsado por dos fuerzas dinámicas y amorales, el dinero y la razón, con un creciente dominio sobre el universo basado en abstracciones.

El anciano escritor citó a Albert Camus para señalar que el deber de esta generación es impedir que el mundo se deshaga, que los poderes mediocres pedan destruirlo todo.

Sábato denunció el contraste entre los millones de seres excluidos y el hecho de que 20 o 30 empresas transnacionales ”tienen al planeta en sus garras”.

Los excluidos, puntualizó, son una categoría nueva, que habla tanto de la explosión demográfica como de la imposibilidad de la economía de regir por sí sola la vida de los pueblos.

”En el grosero cambalache en que vivimos ya no se distingue si alguien es conocido por héroe o por criminal”, planteó.

”Hay que quitarle a este modelo neoliberal la pretensión de ser la única manera posible para la vida de la humanidad”, remarcó el intelectual argentino, cuya alocución se vio interrumpida a menudo por sus propias lágrimas.

Son los gestos cotidianos los que están generando una nueva visión de la historia, remarcó Sábato, para agregar a renglón seguido que ”este es el lugar del peligro y es también la oportunidad que nos ofrece la historia”.

”Infatigablemente gana la vida. Es como esas plantas que asoman entre los ladrillos”, agregó, emocionado, para proponer una nueva relación entre los hombres basada en la ética, la solidaridad, la honradez y el respeto a Dios.

”El consumo no es el sustituto del Paraíso”, fue una de las últimas sentencias que Sábato dejó a esta conferencia por la paz, antes de cerrar su alocución con un emocionado alegato en favor de los 250 millones de niños que son explotados en el mundo. (FIN/IPS/ggr/dm/dv/02

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