DESARROLLO: Banco Mundial presta más, pero no mejor

Los préstamos del Banco Mundial aumentaron 12,7 por ciento en el ejercicio 2001-2002 respecto del anterior, pero esa ayuda fue ineficaz para alentar el desarrollo y combatir la pobreza, aseguraron activistas.

El Banco Mundial prestó en el año concluido en junio 19.500 millones de dólares, 2.200 millones más que en el anterior, en respuesta a la desaceleración de la economía y a los atentados del 11 de septiembre contra Estados Unidos, informó la institución multilateral del día 1.

”En los meses siguientes a los horribles acontecimientos del 11 de septiembre, el Banco Mundial actuó con rapidez para ayudar a los países en desarrollo a lidiar con las secuelas”, dijo el presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn.

Los créditos libres de interés a países de Africa subsahariana concedidos a través de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) del Banco Mundial alcanzaron una cifra récord de 3.800 millones de dólares, 47 por ciento del total. El año anterior, la AIF había prestado a la región 3.400 millones de dólares.

A pesar de estas cifras, los activistas contra la pobreza, críticos de las operaciones del Banco Mundial en el mundo en desarrollo, afirman que no necesariamente más dinero significa mejores resultados, en especial cuando la institución continúa formulando para sus préstamos condiciones contraproducentes.

”El dinero que aporta la institución hace mucho que no se destina a la seguridad alimentaria, a la alfabetización, a mejorar los sistemas de salud. Hay aún grandes brechas que deben ser cubiertas”, afirmó la activista Njoki Njehu, de la red de organizaciones no gubernamentales Cincuenta Años son Suficiente.

”No se fijen en los números: fíjense en los resultados y en los detalles”, agregó Njehu.

El Banco Mundial no debería ser juzgado por el total de préstamos, dijo, por su parte, el activista Steve Hellinger, de la organización Development Gap.

”La cantidad de dinero no tiene, realmente, relación con la calidad del impacto. El Banco mide los resultados sobre la base del monto prestado y de la tasa de rentabilidad (por el pago de los servicios), no por el impacto social y ambiental”, dijo Hellinger.

Por otra parte, los activistas perciben que algunos de los créditos, por ejemplo los concedidos a Afganistán, Pakistán y a la Autoridad Nacional Palestina, responden a razones geopolíticas más que al compromiso del Banco Mundial con el combate a la pobreza y con el desarrollo, que constituye su razón de ser.

”Cuando hablamos de financiar la enseñanza, por ejemplo, debemos darnos cuenta de que las reformas deben permitir a más personas recibir educación básica”, sostuvo Njehu, para quien el Banco Mundial alienta el cobro de los servicios que prestan las instituciones educativas a sus usuarios.

La activista atribuyó la amenaza de hambre que hoy se cierne sobre Africa austral a políticas agrícolas adoptadas por recomendación del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI).

La mayoría del dinero destinado por el Banco Mundial al sector agrícola en Africa austral se utiliza a alentar restructuras del sector que privilegian las grandes haciendas más que la agricultura de subsistencia, las pequeñas granjas o a las mujeres del sector, sostuvo Njehu.

El Banco Mundial afirmó que los préstamos concedidos en el último ejercicio sirvieron para respaldar una amplia gama de actividades, entre ellas la lucha contra el sida en Africa y en el Caribe.

El dinero se dirigió a diversas áreas afectadas por los atentados del 11 de septiembre, como la industria turística caribeña o la reconstrucción de Afganistán, indicó el Banco Mundial.

Los préstamos a tasas de interés de mercado concedidos por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), la rama de créditos comerciales del Banco Mundial, ascendieron a 11.500 millones de dólares en el pasado ejercicio, cuando en el anterior fueron 10.500 millones.

La institución indicó que los créditos a la agricultura, la pesca y la forestación crecieron 79 por ciento (ascendieron a 1.200 millones de dólares) y los dirigidos a la educación, 26 por ciento (1.400 millones).

Los créditos destinados a la salud se mantuvieron en 1.200 millones de dólares, mientras los dirigidos al sector del transporte en el mundo en desarrollo cayeron 23 por ciento, hasta sumar 2.400 millones.

El considerable aumento de los préstamos a Europa y Asia central, que sumaron 5.500 millones de dólares dirigidos a 52 proyectos, se debió, según la institución, a los créditos destinados a amortiguar la crisis económica en Turquía, que sumaron 3.550 millones de dólares.

En los últimos 20 años, el Banco Mundial ha promovido el recorte de los subsidios a la agricultura, la eliminación de barreras a la importación agrícola y la transformación de la tierra en un bien transable, sostuvo Hellinger. (FIN/IPS/tra- eng/em/ml/mj/dv if/02

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