Senegal pidió ayuda internacional para prevenir una grave escasez de alimentos, en medio de la peor sequía de los últimos 30 años, mientras la oposición acusa al gobierno de imprevisión.
El gobierno cuenta con la solidaridad mundial para impedir que la hambruna se instale en el país, dijo el ministro de Agricultura, Pape Diouf, ante diplomáticos y representantes de agencias internacionales, al solicitar un paquete de asistencia de 4,5 millones de dólares.
El gobierno está dedicado a establecer mecanismos de distribución y a construir instalaciones para el almacenamiento de alimentos.
La preocupación aumenta a medida que informes de prensa procedentes del norte y del sur del país indican que el ciclo agrícola normal se ha roto por la reducción de las precipitaciones en las últimas semanas.
Organizaciones de agricultores reclaman acciones de emergencia, mientras partidos opositores acusan al gobierno de eludir sus responsabilidades en el área rural.
El no gubernamental Consejo Nacional de Concertación y Cooperación para el Pueblo Rural (CNCR) reclamó también un plan de emergencia al gobierno, que no tomó las decisiones adecuadas a tiempo y se limitó a reconocer las dificultades, aunque con mucho retraso.
Para el CNCR, el gobierno no realizó las consultas necesarias a agricultores y expertos.
El presidente de la organización, Momodou Cissokho, dijo que las soluciones sólo serán posibles si los campesinos son invitados a participar en la toma de decisiones.
Senegal se enfrenta con una calamidad, afirmó Cissokho. No recuerdo nada tan malo desde 1973. Si no recibimos buenas lluvias en la próxima semana, el problema no será una mala cosecha sino que no habrá cosecha, aseguró.
El sociólogo agrícola Jacques Faye comparte el pesimismo. ¿Está Senegal preparado para este tipo de crisis? La respuesta es no, y eso es claro, dijo Faye.
No es sorprendente que el gobierno carezca de planes de contingencia adecuados, dado que hace años que no se registra una situación así, agregó el experto. Falta experiencia, así que hay un aprendizaje y eso siempre es difícil, explicó.
El momento crucial será noviembre, mes habitual de la cosecha de maíz. Faye indicó que el gobierno debe prever una grave escasez en ese periodo y obtener de antemano asistencia alimentaria para cubrir las necesidades de la población.
El gobierno del presidente Abdoulaye Wade dedicó los días 10 y 11 de este mes para la reflexión y el estudio de los problemas agrícolas.
Wade acusó en el pasado a sus críticos de exagerar los problemas de la población rural con fines políticos.
Por su parte, diversos ministros afirmaron que la actual sequía responde a fenómenos naturales fuera del control humano y consideraron necesario reformar el sistema agrícola, una tarea en la que fracasaron anteriores gobiernos.
Mientras esto sucede en este país de Africa occidental, unos 14 millones de personas en Africa austral corren riesgo de sufrir hambre, advirtió la Organización de las Naciones Unidas. (FIN/IPS/tra-eng/cs/mn/mj/dv/02