KENIA: Protestas por un estudiante muerto

Protestas estudiantiles paralizaron este viernes el tránsito en la capital keniata para pedir la renuncia del jefe nacional de policía, Philemon Abongo, tras la muerte del estudiante David Kimuyu debido a disparos de un agente policial.

Kimuyu, a quien faltaba una semana de clases para terminar un curso universitario de cuatro años, murió al mediodía del jueves durante una operación policial lanzada para buscar drogas en el campus de la Universidad de Nairobi.

El portavoz de la policía, Peter Kimanthi, sostuvo que el estudiante atacó a las fuerzas de seguridad con un cuchillo, y que el oficial que le disparó actuó en defensa propia.

El jefe de policía de Nairobi, Stephen Kimenchu, afirmó que Kimuyu fue descubierto por la policía cuando fumaba marihuana junto con otros estudiantes, cuatro de los cuales fueron arrestados mientras otros escapaban.

Las autoridades aseguran indica que dos kilogramos de marihuana fueron encontrados en ese lugar, pero convocantes de las protestas dudan de que eso sea cierto, y de toda la versión oficial de los hechos.

Las manifestaciones comenzaron el jueves, cuando grupos de estudiantes apedrearon e incendiaron automóviles, entre ellos el de un diplomático holandés que fue herido en la cabeza por una pedrada. Según informes de medios de comunicación este viernes, la policía reaccionó con disparos y gases lacrimógenos.

Este viernes, manifestantes marcharon hacia la sede central de la policía, coreaando ”Basta de asesinatos”, y fueron dispersados por las fuerzas de seguridad mediante gases lacrimógenos.

También hubo protestas ante el parlamento, para pedir sin éxito que algún funcionario de alto rango dialogara con los activistas, y luego los manifestantes anunciaron que se proponen realizar una marcha hacia la residencia oficial del presidente Daniel arap Moi.

”Dicen que (Kimuyu) los atacó con un cuchillo, pero siempre sostienen cosas por el estilo cuando asesinan a inocentes”, dijo a IPS un participante en las protestas.

”Es imposible que un joven estudiante se imponga a policías armados. Fue una injusticia, y por eso protestamos”, añadió.

”Los policías están entrenados y llevan armas de fuego. Deberían hacerse cargo sin dificultades de alguien que sólo lleva un cuchillo, pero ni siquiera creo que (Kimuyu) tuviera uno”, apuntó otro joven manifestante.

”Queremos que el gobierno sepa que estamos indignados y no vamos a permanecer tranquilos en clase mientras matan a inocentes”, enfatizó otro.

”No es la primera vez que dicen que alguien sacó un cuchillo. Es sólo un engaño. La marihuana fue traída desde la estación central de policía”, aseguró un cuarto.

”Siempre se acusa sin pruebas a la policía. ¿Cómo podíamos prever lo que iba a pasar, y llevar marihuana para incriminar a estudiantes que ni siquiera sabíamos que iban a estar en ese lugar? Esas cosas sólo se dicen con la intención de desprestigiarnos”, arguyó Kimanthi.

Las autoridades policiales piden a los estudiantes que dejen de causar disturbios e inicien un proceso de diálogo.

”Quien haya cometido un crimen será tratado como indica la ley. Somos una nación civilizada, y todos debemos comportarnos en forma civilizada. Nunca es posible solucionar los problemas mediante violencia. Sentémonos en torno a una mesa, averigüemos qué estuvo mal y resolvamos el asunto”, dijo Kimanthi.

”Las manifestaciones no son evidencias. Las evidencias debe surgir de personas que hayan visto lo que pasó, y se presenten ante un tribunal para que éste decida”, subrayó.

”Pido a los involucrados en las protestas que tengan en cuenta los derechos de las demás personas, y se aseguren de que nadie resulte herido. Que digan con claridad lo que quieren que oigamos. Escucharemos y responderemos”, aseguró.

Pero es poco probable que los estudiantes confíen en Kimanthi. Es frecuente que disparos de la policía maten a personas en circunstancias poco claras, y casi nunca hay condenas a integrantes de las fuerzas de seguridad.

En 1998, policías mataron a balazos a un estudiante universitario que conducía el automóvil de su madre para asistir a clase, porque pensaron que el automóvil era robado.

En noviembre de 2000, las fuerzas de seguridad dispararon contra estudiantes universitarios que habían bloqueado una carretera para manifestarse y rodeaban el automóvil en que viajaba un ministro. Los disparos causaron heridas graves a dos manifestantes y a otra persona que pasaba por el lugar.

Activistas por los derechos humanos afirman que las investigaciones internas policiales no son confiables, y piden la creación de un organismo independiente que se ocupe de aclarar los incidentes en que policías causaron muertes. (FIN/IPS/tra- eng/ks/mn/mp/ip/02

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