REFUGIADOS-CANADA: Solicitantes se agolpan en la frontera

Los puestos de control fronterizo en las dos mayores provincias de Canadá fueron colmados este mes por extranjeros que pretendían ingresar al país antes de la entrada en vigencia de una nueva ley de inmigración.

Las nuevas normas, que rigen desde el viernes 28, son una respuesta al temor al terrorismo surgido luego de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.

Entre otras disposiciones, prevén que un solo funcionario estudie y decida sobre cada solicitud de estatuto de refugiado, y eliminan la posibilidad de apelar la decisión.

Grupos de activistas sostienen que la nueva ley excluirá a extranjeros con derecho legítimo a refugio, pero el gobierno afirma que el criterio de elegibilidad fue ampliado.

Ambas partes concuerdan en que los cientos de personas que llegaron a la frontera en autobuses y taxis en las últimas semanas no tenían necesidad de apurarse, porque de todos modos sus casos serán evaluados en base al nuevo sistema.

”La gente escucha que la ley va a cambiar y piensa que es mejor llegar antes. Todo se basa en rumores”, dijo el viernes Robert Gervais, portavoz del grupo Ciudadanía e Inmigración, en el cruce fronterizo de Saint-Bernard-de-Lacolle, en la provincia de Quebec, 50 kilómetros al sur de Montreal.

Unos 1.200 hombres, mujeres y niños que entraron a Canadá por Lacolle desde el 1 de junio solicitaron el estatuto de refugiados, en comparación con 5.000 durante todo el año 2001, observó Gervais.

La oficina, con personal extra y horario ampliado desde las 8 de la mañana hasta la medianoche, procesa entre 40 y 50 casos por día, cuando lo habitual es entre 10 y 15, pero aun así 140 casos estaban retrasados el viernes, agregó.

Sesenta por ciento de los solicitantes que se presentaron este mes en Lacolle proceden de Pakistán, y 30 por ciento de América Latina, principalmente Perú y Colombia.

”Algunos tienen problemas personales, y otros, problemas religiosos”, declaró un joven de Pakistán que llegó hace tres meses a Estados Unidos, con la intención de viajar después a Canadá. ”Tiene fama de nación pacífica”, dijo.

”En Estados Unidos hay muchos problemas; atacan a los musulmanes desde el 11 de septiembre. No existe respeto”, manifestó otro pakistaní.

En la misma sala, unos 50 hombres, mujeres y niños charlaban alrededor de las mesas o descansaban en los sofás, mientras afuera, otros estiraban las piernas. Algunos esperaron durante cuatro días.

Una vez establecidas las identidades de los solicitantes, éstos serán transportados en autobús a Montreal, donde se les facilitará una vivienda y un empleo o asistencia social, explicó Gervais.

El puesto de control fronterizo entre la provincia canadiense de Ontario y la ciudad estadounidense de Buffalo, en el estado de Nueva York, también ha estado desbordado en las últimas semanas, según informes de prensa.

Grupos de defensa de los refugiados protestaron porque a partir de ahora un solo funcionario decidirá sobre cada solicitud, mientras anteriormente el solicitante podía optar por tener dos adjudicadores.

Así mismo, alegan que el nuevo sistema facilita el rechazo de aquellos solicitantes que carezcan de documentos de identificación adecuados.

Pero ”nuestra principal preocupación sobre la nueva ley es que no prevé el proceso de apelación”, manifestó Janet Dench, del Consejo Canadiense para los Refugiados.

”Han eliminado el elemento más positivo de las leyes sobre refugiados”, afirmó.

Los grupos de defensa de los refugiados también están preocupados por un acuerdo firmado el viernes entre Canadá y Estados Unidos que otorga a cada uno de ellos la facultad de devolver solicitantes de refugio a su vecino, porque ambos son considerados ”terceros países seguros”.

”Las prácticas de asilo de Estados Unidos infringen el derecho internacional, los procedimientos acordados para determinar el estatuto de refugiados y la definición establecida en la convención sobre refugiados”, sostuvo la organización de derechos humanos Amnistía Internacional.

En el puesto fronterizo de Lacolle, un hombre que afirmó proceder de un campamento de refugiados de Congo reprimía sus expectativas. ”Prefiero no soñar. Todos piden el estatuto de refugiados”, declaró. (FIN/IPS/tra-en/ml/aa/mlm/pr/02

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