PAKISTAN: Aumenta asesinato de mujeres en nombre del honor

El gobierno militar de Pakistán prometió poner fin a los ”karo kari”, el asesinato de mujeres en nombre del honor familiar, pero hubo por lo menos 211 de esos crímenes sólo en los primeros cuatro meses de este año.

Las víctimas fueron muertas porque sus parientes creían que habían sido infieles a sus esposos, porque deseaban elegir ellas mismas con quién casarse, e incluso por ser vistas en público con hombres, entre otros hechos considerados deshonrosos.

”En realidad, se trata sólo de un mecanismo de control de la sexualidad femenina por parte de los varones”, opinó la activista Hadia Nusrat, integrante de una organización no gubernamental (ONG) de Islamabad.

”Sé que muchos hombres han mentido al acusar a sus esposas de infidelidad, sólo para deshacerse de ellas”, djo a IPS Shareefa Bibi, empleada doméstica.

Asesinatos en nombre del honor se han cometido durante siglos en forma impune, por inacción de las autoridades, según un informe del proyecto Madadgaar (Ayudante), del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la ONG Abogados por los Derechos Humanos, con sede en la nororiental ciudad de Lahore.

Las 211 víctimas registradas por Madadgaar en el primer cuatrimestre de 2002, con base sobre todo en informes de prensa, implican un aumento de más de 50 por ciento en relación con las 137 conocidas en el mismo periodo del año pasado.

Durante 2001 hubo de 750 a 1.000 asesinatos de mujeres en nombre del honor, según informes de prensa, pero activistas piensan que la cifra pudo ser mucho mayor, debido a que ese tipo de crímenes es a menudo encubierto por familias y comunidades.

El presidente Pervez Musharraf proclamó la adopción de medidas para eliminar esa tradición criminal, pero el informe de Madadgaar indica que está muy lejos de tener éxito.

Activistas también señalan que el gobierno no ha cumplido su promesa de revisar leyes islámicas discriminatorias contra la mujer, impuestas en 1979 por el dictador Zia ul Haq (1977-1988).

Musharraf replica que no sólo formó una comité especial sobre asesinatos en nombre del honor, dependiente de la Comisión Nacional de Situación de la Mujer, sino que también pidió a todos los clérigos musulmanes que condenen esa práctica en sus sermones.

Otros funcionarios destacan que una serie de órdenes administrativas instruyó a la policía para que se ocupe en forma especial del problema.

Pero grupos defensores de los derechos humanos sostienen que eso no es suficiente, y demandan una ley específica contra esos asesinatos de mujeres, que establezca severas penas.

”Hay un gran abismo entre las palabras y las acciones del gobierno. El agudo incremento de este crimen contra la humanidad es alarmante y exige un esfuerzo focalizado”, opinó Shafqat Munir, presidente de la ONG Periodistas por Democracia y Derechos Humanos.

Entre las medidas necesarias está una reforma de los programas de educación, que incorpore cuestiones de género para impulsar un cambio cultural, apuntó.

”La legislación puede dar resultados de corto plazo, pero los de largo plazo sólo son posibles mediante la educación y sensibilización de los jóvenes”, explicó.

Sin embargo, el gobierno militar es tan reticente como sus predecesores a promover una ley específica sobre el asunto.

Eso sucede pese a que la Constitución reconoce la igualdad de los ciudadanos ante la ley, e incluye un artículo específico contra la discriminación de género, destacan activistas.

Además, el país ratificó la Convención sobre Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres, y está obligado por ello a implementar medidas administrativas y legales que busquen modificar pautas socioculturales discriminatorias y prejuiciosas relacionadas con el género, indicó Nusrat.

Las fuerzas de seguridad alegan que no pueden hacer nada para contra los asesinatos en nombre del honor, si no se les otorgan nuevas potestades en la materia.

”Actuaríamos cada vez que se produce un caso de ese tipo, si pudiéramos. Pero las leyes vigentes no permiten arrestar a nadie sin que haya una denuncia, y es frecuente que comunidades enteras permanezcan en silencio, aunque sepan quiénes fueron los asesinos”, dijo a IPS un alto funcionario policia que pidió anonimato.

Algunos temen que los poderes especiales pedidos por la policía puedan ser mal empleados, pero otros alegan que no hay otro medio de desalentar crímenes cometidos con la complicidad de familias o comunidades enteras.

”En 74 de los casos (de asesinatos en nombre del honor) registrados este año, los autores fueron esposos de las víctimas, en 45 casos sus hermanos, en 17 sus padres, en 12 sus cuñados y en otros 12 sus hijos”, indicó Madadgaar en su informe.

”Mujeres inocentes fueron asesinadas de modo brutal: 28 a balazos, otras 28 a hachazos, 20 estranguladas, 10 apuñaladas y el resto a golpes”, destacó.

Los crímenes se produjeron en todas las regiones del país: 123 en la sudoriental provincia de Sindh, 59 en la centrooriental de Punjab, 17 en la sudoccidental de Balochistan y 12 en la Provincia de la Frontera Noroccidental, señaló.

Esos asesinatos ”suelen pasar por completo inadvertidos en áreas rurales, y es probable que su registro en pueblos y ciudades sea incompleto”, advirtió, como lo había hecho en abril la ONG humanitaria Amnistía Internacional, en un informe titulado ”Insuficiente Protección de las Mujeres”.

”El karo kari es la peor forma de violencia contra la mujer y se practica en todo el país, aunque su incidencia sea mayor en áreas rurales”, aseguró Syed Shamsuddin, activista de esa ONG.

Esa práctica criminal persiste porque ”los poderes del Estado y la propia sociedad los tratan con mucha ligereza”, aseguró. (FIN/IPS/tra-eng/mr/ral/js/mp/hd/02

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