/CORRECCION/ INDIA: Nación hindú tendrá presidente musulmán

Los partidos políticos de India elegirán casi por unanimidad a un candidato musulmán como presidente, en un esfuerzo por dar un mensaje político positivo a la importante minoría islámica de esta nación mayoritariamente hindú.

La comunidad musulmana de India, de 140 millones, está resentida por las persecuciones y matanzas perpetradas este año contra la minoría islámica del estado de Gujarat, que dejaron cerca de 2.000 muertos, según estimaciones.

La candidatura de Abdul Kalam, el arquitecto del programa nuclear y misilístico de India, también adquiere especial importancia por presentarse en medio de un enfrentamiento militar con Pakistán que llevó a ambos países vecinos y rivales al borde de una guerra nuclear a fines del mes pasado.

Kalam, conocido como ”el hombre misil”, será elegido el 15 de julio por un colegio electoral integrado por legisladores federales y estaduales.

La elección del científico nuclear se transformó casi en un hecho cuando la candidatura impulsada por la coalición de gobierno recibió la semana pasada el apoyo del opositor partido del Congreso e importantes partidos regionales como el Samajwadi (socialista), del estado occidental de Uttar Pradesh.

La candidatura de Kalam obtuvo también un fuerte respaldo de Chandrababu Naidu, el primer ministro progresista del meridional estado de Andhra Pradesh, cuyo Partido Telugu Desam (TDP) controla un crucial cinco por ciento de los votos en el colegio electoral.

Si bien las funciones del presidente se limitan a lo ceremonial y sus poderes son comparables a los de un monarca constitucional, tiene gran autoridad moral y puede influir en la política, en especial cuando se trata de colocar una provincia díscola o en problemas bajo el gobierno federal directo.

La designación de Kalam tendrá así un enorme valor simbólico en un país deseoso de preservar los ideales seculares de sus fundadores.

Esos valores están asediados por los grupos fundamentalistas hindúes y por Pakistán, que reclama para sí el estado indio de Cachemira con el argumento de que su población es de mayoría musulmana.

Kalam, un científico autodidacta que en su juventud se ganaba la vida vendiendo diarios en una estación de trenes en su nativo estado de Tamil Nadu, no será el primer musulmán en ocupar el palacio presidencial de Rashtrapati Bhavan.

El palacio era la antigua sede de los vicerreyes británicos que gobernaron Asia meridional hasta la independencia y traumática partición del subcontinente según grupos religiosos, en 1947, que dio origen a Pakistán.

Los sucesivos presidentes pertenecientes al partido del Congreso, que llevó a India a la independencia y la gobernó la mayor parte del tiempo transcurrido desde entonces, no pueden ser culpados por alejarse de los ideales seculares de líderes como Mahatma Gandhi y Jawharalal Nehru.

De 10 presidentes que el país ha tenido hasta ahora, dos fueron musulmanes: Zakir Hussein (elegido en 1967) y Fakhruddin Alí Ahmad (elegido en 1974).

Esta vez, sin embargo, la búsqueda de un candidato islámico adecuado adquirió especial importancia debido a la violencia registrada en los últimos meses contra la comunidad musulmana en el occidental estado de Gujarat, gobernado por el BJP.

La violencia en Gujarat estalló el 27 de febrero, cuando una turba de musulmanes prendió fuego a un tren que transportaba a cientos de activistas hindúes cerca de la estación de Godhra, causando la muerte a 58 de ellos.

Los activistas promovían la construcción de un templo hindú en la ciudad de Ayodhya, en el sitio donde hace 10 años fundamentalistas hindúes demolieron una mezquita del siglo XVI.

Desde el atentado al tren, los ataques intercomunales dejaron más de 1.000 muertos según el gobierno, una cantidad que organizaciones no gubernamentales duplican. Así mismo, más de 100.000 personas, en su mayoría musulmanas, debieron establecerse en campamentos de refugiados.

La gravedad y persistencia de la carnicería causó preocupación en todo el mundo, en especial por los informes probados sobre el patrocinio directo de las represalias contra la comunidad islámica por el gobierno estadual.

Luego de los incidentes de Gujarat, el BJP se vio obligado a adoptar una postura pseudosecularista para apaciguar a las minorías.

Aunque Kalam no era la primera opción del BJP, el partido accedió rápidamente a los deseos de su mayor socio de coalición, el TDP liderado por el ministro jefe de Andhra Pradesh, Naidu, quien había condenado abiertamente las persecuciones en Gujarat.

Los comicios presidenciales también tendrán como antecedente la peligrosa confrontación militar de los últimos meses año con Pakistán.

La escalada militar comenzó luego de un atentado terrorista contra el parlamento indio, el 13 de diciembre pasado, que dejó 14 muertos y Nueva Delhi atribuyó a extremistas islámicos respaldados por Pakistán, una acusación que Islamabad rechazó.

Ambos países ya libraron dos guerras abiertas en 1949 y 1965 y una no declarada en 1998 por Cachemira, el único estado indio de mayoría islámica, al igual que la población pakistaní.

La crisis se distendió la semana pasada gracias a la intervención de gobiernos extranjeros, principalmente Estados Unidos y Gran Bretaña.

La confrontación militar distrajo la atención de la imagen adversa que había adquirido el BJP por los incidentes de Gujarat.

Líderes izquierdistas contrarios a la designación de Kalam acusaron al BJP de intentar disimular lo ocurrido en Gujarat poniendo a un musulmán en la presidencia.

Por otra parte, la candidatura de Kalam cuenta con el fuerte respaldo del Partido Samajwadi, el grupo político más poderoso del norteño estado de Uttar Pradesh, cuyo ministro jefe, Mulayam Singh Yadav, es muy popular entre la comunidad musulmana estadual.

El único grupo político opuesto a la candidatura de Kalam es el Frente de Izquierda, que prefiere a otro postulante con experiencia política y rechaza el programa de nuclearización del gobierno implementado por Kalam en su condición de asesor científico del primer ministro Atal Behari Vajpayee.

El gobierno encabezado por el hinduista Bharatiya Janata Party (BJP) desea ”continuar con su nacionalismo agresivo convirtiendo al padre del programa de misiles de India en el comandante supremo de las fuerzas armadas”, afirmó Sitaram Yechuri, miembro del politburó del Partido Comunista-Marxista de India (CPI-M).

El Frente de Izquierda decidió presentar de manera simbólica la candidatura de Lakshmi Sehgal, de 87 años, líder del Ejército Nacional Indio que luchó contra el régimen colonial de Gran Bretaña durante el movimiento por la independencia.

Pero Sehgal sólo fue elegida después que la izquierda fracasara en sus intentos por presentar a destacados musulmanes como A.M. Ahmadi, ex presidente de la Corte Suprema, y P.M. Sayeed, vicepresidente de la cámara baja del parlamento, para una competencia pareja con Kalam. (FIN/IPS/tra-en/rdr/ral/mlm/ip/02

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