Una cantidad inesperada de hombres y mujeres se inscribieron en Chile como anónimos modelos del estadounidense Spencer Tunick, quien llegará a fines de este mes a Santiago para sumar otra ciudad en su ya copiosa galería de desnudos masivos en paisajes urbanos.
El Museo de Arte Contemporáneo, organizador de la visita del fotógrafo de 35 años, mantiene en reserva la cifra de personas que se postularon a través de corres electrónicos para posar en un lugar y fecha que también son secretos.
No obstante, trascendió que son más de 600 los interesados, que las fotografías se tomarían el día 30 y que el escenario podría ser el puente Dominica, una antigua estructura de hierros y adoquines sobre el río Mapocho, aunque se habla también del Parque Forestal y de la Plaza Italia, emplazados igualmente en el centro de Santiago.
En su primera incursión en América del Sur, en abril, Tunick contó con 450 voluntarios para su fotografía junto al obelisco de Buenos Aires, un acto que, según se dijo, dio un respiro artístico y un desahogo a una Argentina agobiada por la crisis.
Así, el número de inscriptos en Chile supera al de Argentina y sobrepasa las expectativas iniciales.
Si Buenos Aires logró reunir a 450 personas, con 200 que lleguen a tomarse la foto en Santiago estaría más que bien, dijo a comienzos de este mes René Rojas, un fotógrafo chileno colaborador de Tunick, promotor de centros nudistas y naturalistas.
Esa cautela inicial se explica por la supuesta pacatería de la sociedad chilena, que ya no parece ser tan así a la luz de actos públicos cada vez más frecuentes, que con fines artísticos o de protesta recurren al desnudo.
Baby Vamp, apodo de Lucía Flores Catrileo, una modelo de 17 años, se paseó este mes por diversos lugares del centro de Santiago desafiando las bajas temperaturas invernales, vestida sólo con largas botas negras de plataforma y su mochila escolar.
La joven fue contratada por Luizo Vega, un productor y artista visual argentino, quien defiende estas performances como propuestas artísticas ajenas a la pornografía o al morbo colectivo.
Distinta es la opinión de Pedro Sabat, alcalde del municipio santiaguino de Ñuñoa, del derechista Partido Renovación Nacional, quien acusó a Vega de corruptor de menores e incluso lo agredió durante un foro en un canal de televisión.
Baby Vamp provocó una batalla judicial. El Servicio Nacional de Menores pidió un pronunciamiento de los tribunales, un abogado conservador demandó a Vega por ofensas a la moral y el productor argentino, además de intercambiar querellas con Sabat, interpuso un recurso de amparo en defensa de la libertad de creación.
Una delegación de artistas y parlamentarios de la coalición oficialista de centroizquierda se entrevistó con el ministro Secretario General de Gobierno, Heraldo Muñoz, para expresar su apoyo al proyecto de Vega, quien también es respaldado por organizaciones juveniles.
Detrás del escándalo quedó instalado una vez más el debate sobre los límites entre el arte, la pornografía y el marketing (mercadotecnia), como consecuencia de hechos que, a juicio de la antropóloga Carmen Muñoz, están más cerca de la antropología social que de la creación estética.
Sin duda la impronta antropológica está también implícita en las fotografías de desnudos masivos que Tunick comenzó a tomar en 1994 en Nueva York y que tuvieron, hasta ahora, su momento culminante en mayo de 2001, cuando 2.000 personas se expusieron ante su lente en Montreal.
Pero al contrario de las propuestas individuales, que causan relativa conmoción en Chile, esta vez el desnudo será un acto comunitario y sin modelos profesionales, que tendrá a gente común como protagonistas anónimos.
Una encuesta del diario Las Ultimas Noticias señaló que 40,8 por ciento de los hombres mayores de 18 años consultados en Santiago estarían dispuestos a posar en las multitudinarias tomas de Tunick, mientras que lo harían sólo 25,6 por ciento de las mujeres entrevistadas.
Es que los prolegómenos de la esperada sesión fotográfica al aire libre también retratan los prejuicios de género vigentes en la sociedad chilena, que otorga mayores derechos de audacia al hombre, mientras la mujer se ve inhibida ante el riesgo de ser estigmatizada como ligera si acepta desnudarse en público.
Este fenómeno no es exclusivo de Chile. La tónica de las fotografías de Tunick indica una relación de 60 a 40 por ciento a favor de los varones, que también podría darse en Santiago, según los inciertos datos filtrados respecto de los inscriptos.
La diseñadora gráfica Maribel Urrea, contó el día 19 al diario El Mercurio que tuvo muchas dificultades para encontrar una amiga dispuesta a acompañarla en la aventura de posar para Tunick, ya que algunas se negaban por reparos morales y otras por no tener un cuerpo escultural.
Hasta ahora aceptaron informar al diario su inscripción para la toma fotográfica y contar sus razones Urrea, el periodista deportivo Marco Antonio Cumsille, el constructor civil Esteban Sierra, el empleado bancario Carlos González, la diseñadora de vestuario Claudia Godoy y el fotógrafo Fernando Gómez.
Se va a dar una cosa comunitaria muy rica entre quienes vamos a estar ahí. Se compartirá un momento especial entre desconocidos. Y creo que se va a dar una muy buena onda, dijo Urrea, de 30 años.
Para Cumsille, de 43 años, la propuesta del fotógrafo estadounidense es muy interesante, sobre todo en una sociedad tan represiva como la nuestra. Esta experiencia, aunque parezca un juego, es una oportunidad liberadora, dijo.
Todos los entrevistados por El Mercurio escribieron a la dirección de correo electrónico tunickchile@123.cl para integrar el voluminoso elenco de voluntarios que posarán ante el famoso fotógrafo.
El Museo de Arte Contemporáneo mantiene bajo estricta reserva la nómina de inscriptos y sólo les notificará un día antes, por el correo electrónico, tanto el lugar como la hora de la sesión fotográfica, que seguramente se efectuará al amanecer.
Se trata, como se ha hecho en otros países, de impedir la afluencia de voyeuristas y otros tipos de curiosos que podrían distorsionar los objetivos artísticos de este masivo desnudo, explicaron los organizadores. (FIN/IPS/ggr/dm/cr/02
