ALIMENTACION: Cumbre renovará una promesa no cumplida

La segunda Cumbre Mundial de la Alimentación, que comenzó este lunes en Roma, debe su existencia al previsto fracaso del objetivo fijado en la cumbre anterior, hace seis años, de reducir a la mitad el número de desnutridos para 2015.

La reducción de la cantidad de hambrientos de los actuales 815 millones a 400 millones sólo podrá lograrse mediante nuevas inversiones en agricultura, la renovación del compromiso político y la participación activa de la sociedad civil en una guerra mundial contra el hambre, destacó el director general de la FAO, Jacques Diouf.

Las inversiones y la voluntad política son necesarias tanto de parte del Norte industrial como del Sur en desarrollo, aclaró Diouf en entrevista con IPS.

Sin embargo, la escasa presencia de gobernantes de países industrializados este lunes en la sede de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), en Roma, demuestra que esa voluntad política es escasa.

Apenas dos jefes de gobierno de países occidentales (Italia, el anfitrión, y España, actual presidente de la Unión Europea) se hicieron presentes en la conferencia, destinada a reavivar el entusiasmo en la guerra contra el hambre mundial.

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, inauguró la cumbre con un discurso en que pidió un mayor acceso para los agricultores pobres a la tierra, al crédito, a los mercados y a la tecnología.

”No faltan alimentos en este planeta”, pero ”mientras algunos países producen más de lo que precisan para alimentar a su población, otros producen menos y muchos de ellos no pueden importar lo suficiente para llenar la brecha”, dijo Annan a los delegados.

El mundo industrializado y sus instituciones financieras no han realizado las inversiones necesarias, en tanto muchos países en desarrollo esperaron demasiado de los otros e hicieron muy poco por sí mismos, señaló Diouf en la entrevista con IPS, el viernes.

”No había forma de tener éxito”, dijo en referencia a la meta fijada en 1996, porque ”en lugar de inversión, hubo desinversión”.

Si bien el aumento de la inversión es ”una de las medidas correctivas más importantes”, igualmente importante es la voluntad política del Sur y del Norte, destacó el funcionario.

Los países en desarrollo asignan en promedio sólo 10 por ciento de su presupuesto a la agricultura, aunque 70 por ciento de su población vive de la agricultura, señaló.

En su Programa contra el Hambre publicado la semana pasada, la FAO señaló que se precisan 24.000 millones de dólares adicionales por año en los países pobres para reducir el número de hambrientos a la mitad antes de 2015.

De lo contrario, para ese año habrá todavía 600 millones de personas con hambre crónica, advirtió la FAO en su informe.

La reducción de la cantidad de hambrientos a la mitad produciría un ahorro de 120.000 millones de dólares al año debido a la mejora de las condiciones de salud y la extensión de la vida productiva de esas personas, destacó.

El Programa contra el Hambre se concentra en los pequeños agricultores y tiende a crear más oportunidades para los habitantes del campo.

La asistencia económica para la agricultura y el desarrollo rural, que cayó 30 por ciento en la década de 1990, debería duplicarse de 8.000 millones de dólares en 1999 a 16.000 millones de dólares, y los países del Sur deberían aumentar sus presupuestos agrícolas en 20 por ciento, recomendó la FAO.

Si bien en todas las conferencias sobre alimentación se anuncian objetivos muy nobles, ninguna norma obliga a los países miembros a cumplir con sus compromisos.

En la cumbre en curso, no existe siquiera disposición para un consenso sobre el derecho a la alimentación, por temor a demandas judiciales contra los gobiernos, señalaron observadores.

Desde la conferencia anterior, celebrada en noviembre de 1996, apenas 32 de los 99 países en desarrollo registraron un reducción de la cantidad de desnutridos entre el período 1990-92 y 1997-99.

Pero esa reducción de 116 millones de hambrientos fue contrarrestada por un aumento de 77 millones en los otros países, señaló la FAO.

Entre los países que registraron progresos en la lucha contra el hambre se cuentan China, Vietnam, Tailandia, Ghana, Nigeria, Malí y Gambia.

Por otra parte, los que tuvieron un peor desempeño fueron Iraq, Guatemala, Mongolia, Somalia, Venezuela, Cuba, Tanzania, Burundi, República Democrática de Congo y Corea del Norte, algunos de ellos envueltos en guerras y otros azotados por desastres naturales.

La actual cumbre evaluará el progreso registrado desde la conferencia anterior, o la falta de progreso, pero no se prevén nuevos compromisos.

”No tiene sentido hacer más promesas”, declaró Annan. ”Esta conferencia debe dar nuevas esperanzas a esas 800 millones de personas (que padecen hambre) mediante acciones concretas”, exhortó.

Se prevé que la cumbre terminará el jueves con una declaración en que los gobiernos reafirmarán el compromiso de 1996.

A pesar del incumplimiento de los gobiernos hasta ahora, el director general de la FAO mantiene su optimismo.

”Si no fuera optimista, no podría hacer este trabajo”, dijo Diouf. (FIN/IPS/tra-en/ht/ss/mlm/dv/02

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