El presidente de Zimbabwe, Robert Mugabe, declaró el estado de desastre, determinado por una escasez de alimentos que afecta a la mitad de los 13 millones de habitantes del país.
Las causas de la crisis son la sequía y la toma de granjas por milicias progubernamentales, según el dictamen de las organizaciones de ayuda.
Mugabe declaró el estado de desastre en las tierras comunales y áreas urbanas por un periodo de tres meses, aunque podría prolongarse si la situación no mejora. El gobierno tomará medidas extraordinarias para acudir en auxilio de quienes sufren hambre, aseguró el presidente.
Las organizaciones de ayuda, a las que el gobierno prohibió a principios de este año que participaran de la distribución de alimentos a la población, podrán hacerlo ahora, aunque deberán entregar su aporte a una comisión oficial.
El gobierno había afirmado que esas organizaciones usaban la ayuda en apoyo de la campaña del opositor Movimiento por el Cambio Democrático para las elecciones del 9 y 10 de marzo.
Las agencias replicaron que el responsable de la politización de la campaña de ayuda era el propio gobierno. Mugabe se impuso en las elecciones presidenciales, aunque la oposición no ha reconocido su triunfo.
El Poder Ejecutivo también dispuso la restablecimiento de un programa de suplementos alimentarios para 5,4 millones de niñas y niños menores de 14 años.
El gobierno comenzó a destinar a la alimentación humana maíz amarillo importado de América Latina y Asia, que normalmente es usado como ración para animales. La decisión se debió a la caída de las reservas de maíz blanco de Sudáfrica, el país en que Zimbabwe obtiene el cereal.
La cosecha agrícola en Zimbabwe disminuirá este año 53 por ciento respecto de la producción de 2001, que llegó a 1,48 millones de toneladas, un pobre resultado.
La Organización de las Naciones Unidas se propone entregar a Zimbabwe, a través del Programa Mundial de Alimentos, una ayuda humanitaria de 83 millones de dólares. (FIN/IPS/tra-en/lm/mn/dv/02