INDIA-PAKISTAN: Gran Bretaña lanza ofensiva diplomática

Gran Bretaña decidió lanzar una ofensiva diplomática en India y Pakistán con el respaldo de Estados Unidos y la Unión Europea, para evitar una nueva guerra entre dos países de Asia meridional que poseen armas nucleares.

El canciller británico Jack Straw se propone visitar India y Pakistán esta semana, en un esfuerzo por distender la tensión bilateral que llevó a la acumulación de equipos militares y un millón de soldados de ambas partes en la frontera común.

El secretario de Estado (canciller) de Estados Unidos, Colin Powell, mantuvo conversaciones con Straw en los últimos días para coordinar detalles de la acción diplomática, mientras el presidente estadounidense George W. Bush y el primer ministro británico Tony Blair supervisan el proceso, informaron fuentes oficiales.

”La situación es de veras grave y los peligros inherentes a ella son inmensos”, advirtió Blair luego de anunciar la visita de Straw a los países surasiáticos que alguna vez fueron colonia británica.

”India y Pakistán están enfrentados, y yo exhorto a los líderes de ambos países a detenerse y reflexionar antes de tomar alguna medida que pueda sumir en un conflicto no sólo a sus pueblos sino a toda la región, con repercusiones mundiales”, instó el primer ministro.

La permanente tensión entre los dos países se debe a Cachemira, el único estado indio de mayoría musulmana, al igual que la población pakistaní.

India y Pakistán ya pelearon tres guerras por Cachemira desde 1947, cuando Gran Bretaña dividió el subcontinente según grupos religiosos antes de abandonarlo.

Pakistán nunca aceptó la decisión del gobernador hindú de Cachemira ese año de incorporar parte de la región a India, e insiste en que Nueva Delhi debe cumplir una resolución del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que exige un referendo de autodeterminación en ese territorio.

India, por su parte, considera a Cachemira parte integrante del país, no sujeta a ninguna negociación internacional.

Grupos separatistas armados luchan desde 1989 por la autodeterminación de la parte india de Cachemira, en un conflicto que causó la muerte de 30.000 a 60.000 personas, según distintas fuentes.

Nueva Delhi acusa a Islamabad de ofrecer entrenamiento y armas a esos guerrilleros, pero Pakistán afirma que sólo les brinda ”apoyo moral y diplomático”.

La última escalada militar en la frontera comenzó luego del atentado suicida del 13 de diciembre contra el parlamento indio, que dejó 14 muertos y Nueva Delhi atribuyó a grupos terroristas respaldados por Pakistán.

Además, India acusó a su vecino y rival de haber organizado otro ataque suicida el 14 de este mes contra una base militar en Cachemira, que dejó 30 muertos.

La familiaridad histórica de ambos países con Gran Bretaña, la amplia red de inteligencia que tiene Londres en el terreno y su posición cuidadosamente neutral lo convierten inevitablemente en el mediador de tiempos de crisis.

”Estamos en permanente contacto con ambos gobiernos y otros aliados, y haremos todo lo posible para calmar la tensión y eliminar la fuente del conflicto”, declaró Blair.

El mandatario británico consideró esencial ”que Pakistán deje de respaldar cualquier forma de terrorismo en Cachemira o cualquier otra parte en la región y que India ofrezca un sistema adecuado de diálogo para resolver todas las disputas bilaterales, incluso sobre Cachemira”.

”Esa será la única forma de resolver el problema a largo plazo. A corto plazo, urjo a ambos países a reflexionar cuidadosamente sobre las medidas que adopten”, instó Blair.

La visita de Straw a India y Pakistán seguirá a la de Christina Rocca, subsecretaria de Estado de Estados Unidos, y precederá a la de Richard Armitage, el secretario de Estado suplente de ese país.

Chris Patten, comisario europeo de Asuntos Exteriores, también se sumó a los esfuerzos diplomáticos con una visita la semana pasada a Pakistán, India y Afganistán, donde se reunió con altos funcionarios.

La visita de Patten, el último gobernador británico de Hong Kong antes de su devolución a China, marcó el comienzo de una diplomacia más activa de la Unión Europea en Asia meridional.

El 15 de abril, en una reunión de cancilleres del bloque europeo en Luxemburgo, Patten promovió con éxito un nuevo enfoque sobre la cuestión de Cachemira.

Funcionarios indios y pakistaníes han estado en estrecho contacto con la cancillería británica en los últimos días, en confirmación de que Londres será protagonista de los esfuerzos diplomáticos por poner fin a la crisis.

La posterior visita de Armitage a India y Pakistán está destinada a reforzar el mensaje de Straw.

Mientras, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, invitó a los líderes de ambos países surasiáticos a una cumbre de emergencia en Kazajistán dentro de 10 días. La visita de Straw sentará entonces las bases de una diplomacia internacional concertada.

Claramente, Straw es partidario de un papel más fuerte de la comunidad internacional en el subcontinente indio.

El canciller manifestó su respaldo a una presencia ampliada de la ONU a lo largo de la Línea de Control, que divide la región de Cachemira entre India y Pakistán y es escenario de continuas escaramuzas.

Actualmente hay apenas 45 observadores de la ONU a lo largo de esa línea de más de 700 kilómetros de extensión, todos del lado de Pakistán, observó Straw.

Así mismo, sugirió la presencia de observadores internacionales en las elecciones que se celebrarán este año en la parte de Cachemira controlada por India.

Nueva Delhi, por otra parte, se opone a cualquier internacionalización de la disputa.

Un grupo de científicos de la Universidad de Princeton, en el estado estadounidense de Nueva Jersey, dijo a la revista New Scientist que si India y Pakistán lanzaran apenas un décimo de sus armas nucleares sobre 10 de sus mayores ciudades, dejarían 1,7 millones de muertos y 900.000 heridos del lado indio, y 1,2 millones de muertos y 600.000 heridos del lado pakistaní.

El cáncer provocado por la radiactividad mataría posteriormente a un número indeterminado de personas, agregaron los científicos.

Una guerra nuclear entre India y Pakistán ”no sólo es posible, sino probable”, dijo a IPS el coronel Christopher Langton, experto del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, de Londres. (FIN/IPS/tra-en/ss/mlm/ip/02

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