AMBIENTE: Escollos en el camino a Johannesburgo

La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible que se celebrará en agosto y septiembre en Johannesburgo, Sudáfrica, está destinada a fracasar si los países ricos y los pobres continúan sin mostrar voluntad para solucionar los problemas ambientales, advirtieron expertos y activistas.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) citó esta reunión internacional para evaluar el cumplimiento de los objetivos establecidos en 1992 por la Conferencia Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Cumbre de la Tierra), realizada en Río de Janeiro.

Existen posibilidades de que la Cumbre, conocida como Río + 10, fracase por falta de voluntad política tanto de países industrializados como de naciones en desarrollo, dijo a IPS el experto del alemán Instituto Wuppertal para el Clima, el Ambiente y la Energía, Wolfgang Sachs.

El escaso interés de Estados Unidos por los asuntos ambientales impedirá el éxito de la reunión, así como la influencia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en el mundo pobre, sostuvo Sachs.

El experto alemán hace un balance negativo del cumplimiento de los objetivos en materia de ambiente y desarrollo fijados hace 10 años en la Cumbre de la Tierra.

Sachs se preguntó si en Johannesburgo se da relevancia sólo al ambiente o sólo al desarrollo, y si los gobiernos están interesados en esos asuntos. La preservación de los recursos naturales es clave para garantizar el sustento y la salud de los pobres del mundo, advirtió.

El desafío de la conferencia Río + 10, que se realizará entre el 26 de agosto y el 4 de septiembre, es ir más allá de la Agenda 21 aprobada en la conferencia de Río de Janeiro y firmada por numerosos presidentes allí presentes, pero el peligro es que se registre un retroceso, expresó.

La Cumbre de la Tierra estableció criterios de protección ambiental para gobiernos y empresas, sentó las bases para una gestión mundial del ambiente y aumentó la legitimidad de las pequeñas iniciativas de la sociedad civil, de las pequeñas empresas y de los municipios, indicó Sachs.

Sin embargo, los países del Norte industrializado denunciaron estos acuerdos y los del Sur en desarrollo mostraron poco interés en las cuestiones ambientales, mientras la salud del planeta se ha deteriorado y la desigualdad ha aumentado, según el experto.

Los países en desarrollo, encabezados por Sudáfrica, el anfitrión, consideran, equivocadamente, que la próxima Cumbre será sobre desarrollo y no sobre ambiente, explicó. ”Esto sería un paso hacia atrás” respecto de la Cumbre de la Tierra, afirmó Sachs.

La erradicación de la pobreza no es posible sin el respeto al ambiente, agregó. ”Una estrategia ambiental es indispensable para ir más allá de la sombra hegemónica del Norte, dejando atrás modelos de desarrollo históricamente obsoletos”, sostuvo Sachs.

La conferencia Río + 10 contará con la participación de jefes de Estado y de gobierno, de ministros de Ambiente, de representantes de agencias de la ONU, de organizaciones no gubernamentales y de instituciones financieras multilaterales.

La reunión debería tomar en cuenta el derecho de los pobres sobre su hábitat y la necesidad de reducir la al mismo tiempo reducir las exigencias de los ricos sobre los recursos, afirmó Sachs.

La pobreza es falta de poder, más que falta de dinero, y reforzar los derechos de los pobres es la condición indispensable para acabar con la pobreza, sostuvo.

La organización ambientalista Greenpeace Internacional formuló una serie de propuestas para que la Cumbre de Johannesburgo tenga éxito, como la ratificación del Protocolo de Kyoto para reducir la emisión de gases invernadero, dijo a IPS el dirigente de la filial italiana de la institución, Gabriele Salari.

La conferencia debería rubricar un compromiso para el financiamiento público de fuentes de energía renovables que permitan llevar energía limpia y a bajo costo a 2.000 millones de personas que viven sin electricidad, según Greenpeace.

Así mismo, los países industrializados deberían comprometerse a destinar de inmediato al menos 20 por ciento de los fondos asignados al sector energético para desarrollar de energías renovables y promover su utilización en países en desarrollo a través sus propias agencias de crédito, agregó Salari.

También debería establecerse la asignación de fondos para la conservación de los bosques y su uso sustentable, así como la plena responsabilidad de las industrias por los daños a la salud humana y al ambiente provocado por la producción y uso de sustancias químicas peligrosas, afirmó Greenpeace.

La organización ambientalista promueve un acuerdo hacia el desarme, en especial de los arsenales nucleares, y la reducción de gastos militares, de modo de posibilitar aumento de los fondos destinados al desarrollo sustentable y nuevas iniciativas sobre desarme.

De no alcanzarse esos acuerdos, la cumbre Río + 10 estará destinada al fracaso, sostuvo Salari.

Martin Khor, director de la no gubernamental Red del Tercer Mundo, consideró que mientras George W. Bush sea presidente de Estados Unidos no hay esperanzas de éxitos de conferencias multilaterales como la de Johannesburgo.

Bush ha dicho en repetidas ocasiones que privilegia las relaciones bilaterales, y actúa en consecuencia, indicó Khor.

Por esta razón, y por la forma como se está preparando la Cumbre, ”no podemos esperar nada de positivo de Sudáfrica”, dijo el activista. (FIN/IPS/jp/mj/en dv/02

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